CAPÍTULO SIETE

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—Ya llegamos April ¿Estarás bien? —cuestiona Elían con la misma mirada de preocupación de todo el camino 

—Sí, gracias por traerme —salgo de su auto y busco mis llaves en camino a la puerta, abro esta y asomo la cabeza con extrañes, pues todas las luces están prendidas —¿Mamá? —pregunto entrando a casa.

—¿Por qué no me dijiste que Emma había vuelto? —habla mamá entre dientes observando a la mencionada frente suyo —Gracias por venir linda —se despide de su acompañante mientras la dirige al marco de la puerta donde también me encuentro.

—Adiós April —se despide pasando de mí —por cierto, me parece que me pasaste mal tu número, pero no te preocupes que tu mamá ya me lo acaba de anotar —es lo último que escucho antes de que la puerta se azote  

—Ya entiendo tu apuro de mudarte —me increpa mi madre una vez más —¿Qué te sucede? ¿Crees que escapando del pasado nunca nos alcanzará? —sigo en la misma posición desde que entre a casa, parada en el marco de la puerta buscándole alguna alternativa de solución a todo esto, pero nada se me ocurre

—¿Qué es lo que te dijo? —inquiero al cabo de unos segundos de procesar lo que acaba de pasar

—No se quedará en Feltwell, solo vino unos meses; Drancey también está aquí y Lu se quedó en España por su trabajo 

—¿Para qué han venido entonces? 

—Ella solo quiere hablar con nosotros, pero ya le dije que Aster y Lucas están en Cours, y que tú te irás en unos meses a estudiar la universidad —recuerdo el plan y todo en mí se vuelve a revolver —pero aun así quiere seguir cerca de nosotras por el tiempo que estará aquí 

—Solo quiere acabar con el remordimiento que tiene de que su familia haya destruido a la nuestra —respondo con una expresión completamente neutra —¿Y Driss? ¿Sabes a que volvió?

—Me dijo que ambos vinieron juntos, pero que ninguno sabia la intención del otro —suelta mi madre en contestación

[Tiempo atrás]

Su reunión grupal termina y mi hermano junto a Driss despiden a todos en la puerta, yo corro a mi habitación antes de que alguno note que los estoy viendo.

—¿Qué sucede? —cuestiona Aster mirándome extrañada al cerrar la puerta de nuestra habitación de golpe  

—Los compañeros de Lucas ya se van —respondo dirigiéndome a mi escritorio 

—¿Y? —responde mi hermana sin despegar la mirada del libro que está leyendo —ya sé, te gustó uno ¿Verdad? —chilla mirándome a los ojos para luego reírse —aunque recuerda que están muy chicos para esas cosas, ellos tienen 13 y tú 11  años

—¿Cuándo tengamos 17 como tú ya podremos tener edad para esas cosas? —pregunto con intriga

—Yo no estoy con nadie, pero sí. A mi edad es cuando la mayoría de personas empieza a tomar mucho más en enserio una relación, aunque hay otros que nunca lo hacen, por más que crezcan en edad, nunca crecen en madurez ¿Entiendes April?  —yo afirmo lentamente con la cabeza 

—¡April ven aquí! —se escucha la vociferación de mi hermano en toda la casa, yo salgo corriendo de mi habitación hacia la sala 

—¿Qué sucede? —inquiero mirando a Lucas a los ojos mientras Driss está tumbado en el sofá 

—¿Por qué dices que yo te golpeo? —miro de reojo a Drancey, el cual ahora está comiendo una manzana de lo más relajado, me gustaba verlo así, pero precisamente ahora necesitaba que alguien estuviera más cerca.

—Si lo has hecho —murmuro 

—Un par de veces  —es su respuesta —y eran porque no me dejabas en paz pidiéndome que te vaya a comprar unos chetos, acabaste con mi paciencia, eso es todo

—¿Y eso se supone que es suficiente excusa para golpear a tu hermana? —ironiza Driss a mi costado, no entiendo cómo es que se mueve tan rápido

—Sé que sientes que es como si fuera nuestra hermana, pero no lo es Drancey —declara arrogante Lucas —su único hermano soy yo —noto como intenta agarrar de mi jersey, pero la mano de Driss lo detiene

—No la llevarás a ningún lado y desde ya te digo que no permitiré que la vuelvas a tocar, si lo haces juro que no tendré ningún problema con contar todo lo que sé de ti en el colegio —mi hermano se encuentra totalmente enrojecido de la furia, su agarre se ha desvanecido y solo se ve que desea desesperadamente acabar con las vidas de las dos personas que tiene al frente. Aunque al final lo único que hace es retirarse.

[...]

Ya casi va a ser noviembre y se van a cumplir tres años desde el accidente, Aster está a días de cumplir los 18 años.

—Tu madre les tiene una sorpresa a ustedes tres —dice Pau sonriéndonos de oreja a oreja 

—¿Volverá a mandarnos juguetes marinos surrealistas de nuevo? —pregunta Lucas con una sonrisa en su rostro

—No, es mejor que eso

—¿Nos volverá a mandar boletos para ir a verlos? —inquiero yo esta vez 

—No seas tonta April, papá ya despertó del coma hace un año, pero aún tienen que seguir buscando operaciones para que este bien por completo, por lo que nosotros allá solo estorbaríamos —me reprocha Lucas 

—En realidad, si verán a sus padres —nos dice Pau —pero ellos serán los que ya estarán aquí 

—¿Volveremos a casa? —inquiere mi hermano una vez más con alegría —¿Los cinco estaremos juntos?

—Así es pequeño, su madre me dijo que llegaran este sábado —me quedo inmóvil, significa que dejaré de vivir aquí, con mamáPau, con Emma, con Lu y sobre todo con... observo a Driss el cual está igual de sorprendido que yo —tenemos que ir a limpiar toda su casa y acondicionar el cuarto para su padre 

—¿Él sigue sin poder caminar? —pregunto y Pau afirma con tristeza —¿Pero ya habla, no? —esta vez niega con la cabeza —¿Si quiera nos recuerda? —una vez más el mismo gesto de negación —No quiero volver —espeto dejando mi almuerzo a medio comer y voy hasta el baño.

Dentro de aquel comienzo a sollozar, busco concentrarme en respirar como Driss me enseñó, pero pareciera que nada funciona. Al cabo de unos segundos más se escuchan toques en la puerta 

—Ya salgo —digo secándome las lágrimas y dando un último suspiro antes de salir 

—No tienes porque siempre escapar enana —me dice Driss al observar mis ojos —tu familia volverá a estar junta ¿No es eso bueno?

—No, sí, quizá sí, pero no quiero dejar de vivir aquí, no quiero alejarme de todo lo que tengo aquí —hablo lo más calmada que puedo

—Sé que soy increíble, pero no creo que sea para tanto que no puedas vivir sin mí —dice con tono arrogante, pero al mismo tiempo burlón 

—En serio te voy a extrañar —digo con una sonrisa triste

—Y ya crees que yo no —estira sus brazos y me soba la cabeza con delicadeza —Pues nos quedan tres días, se supone que debemos disfrutarlos 

—¿Tienes mucha tarea? —pregunto alejándome de su pecho sin muchas ganas

—La verdad sí ¿Y tú? —niego con la cabeza —bueno, entonces ayúdame recortando algunas cosas para terminar mucho más rápido

—¿Y luego que haremos? 

—Iremos al parque a jugar un uno contra uno, mañana iré a por ti y le diré a mi abuela que saldremos a comer en una pizzería 

—¿MamáPau nos dejará? 

—Soy su nieto favorito, casi nunca me niega nada —ríe al escucharse —bueno después iremos a jugar en la sala de juegos del centro comercial 

[Actualidad]

—Ya no nos mudaremos April y ten por seguro que seguirás viendo a Emma muy seguido por aquí —exclama mi madre mientras camino hacia mi habitación

 ¿Drancey a qué has venido?

NUESTRA ÚLTIMA HISTORIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora