IV capitulo

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Y si tenemos una noche de pasión?

Agnes Janes

-vaya vaya

-que haces aquí?

Odiaba que creyera que podía hacer lo que el quisiera aquí. Las sábanas estaban lejos de mi asique no me podía cubrir

-que pasa Janes? Vergüenza?

Estaba empezando a desesperarme

-callate, no sabes nada de mi

-mm.. se más de lo que tú crees

Se acercó más a mi, escuchaba sus pasos claramente

Agarre unas bragas cualquieras y iba a ponermelas hasta que me las arrebato de las manos

-que crees que hacer Janes? No te e dado permiso

-no necesito tu permiso para nada

-Voltea, mírame

Suspire, era obvio que no iba a hacer eso

-o prefieres que te agarre las manos y te coja contra tu voluntad?

Suspire, no tenía más opción, era una cosa o la otra, asique con la vergüenza hasta el tope me voltee.

Sus ojos me miraron de arriba a abajo

-no entiendo que era lo que querías que no viera, ya eh visto a muchas así, pechos pequeños cintura pequeña, un buen culo, no entiendo

Me sonroje, no podía creer que me estaba comparando con las que se acostaba cada día

-ja, pero tú tienes algo de diferente, algo muy diferente, y esque no eres una puta, que te deja hacer lo que sea, y eso me gusta

-pues obviamente no voy a ser una puta, yo tengo principios

Agarro mi cintura y pego mi cuerpo al suyo, lo único que nos separaba, era que el tenía una toalla y yo no

-me estas tentando mucho Agnes

-yo no eh hecho nada para que te sientas tentado Aquiles

-ah no?

-no

Sus manos subieron de mi cintura a mi busto, empezó a acariciar mis senos con tanta delicadeza, a jugar con mis pezones como si fuera una pelota para desestresarse

-n-no me toques

-prefieres esto o que meta mi pene en tu vagina?

Su voz era tan sexy, me envolvía como una melodía, siguió jugando con mis senos hasta que bajo sus manos a mi culo y me levanto de el suelo, no tenía más opción que envolver mis piernas en sus caderas para no caerme.

Salio de el armario y se sentó en la cama conmigo encima, agarro mis caderas y me presiono contra su erección

-estas buenísima Agnes~

Cada vez más movia mis caderas y lo sentía cada vez más y más duro

Estaba hundida en el placer hasta que sonó mi teléfono

-agh, quien será a esta hora

Me levanté y busque mi teléfono, y era mi padre

-hola papá, eh... Eeh si, Sisi, okay pero me avisas, vale, bye

Lo mire

-tienes que irte, mis papás vienen para acá

-no que venían la otra semana

-pues si pero al parecer llegaron antes, vístete y vete

Se levantó de la cama y fue a vestirse, ya vestido salio de el baño me dió un beso y se fue

Que!!!!! Un besooo

Me sonroje y lo ví irse por la ventana, reaccione rápidamente, me vesti y baje a saludar a mis padres

-hola ma, hola pa

Les di un beso en la mejilla a cada uno y nos sentamos a conversar.

***

Ya era de noche, estaba apunto de ir a dormir hasta que sonó mi teléfono, era Martha asique conteste

-hola? Que pasa

-VAMOS DE FIESTA!!

-ssbes que mañana tenemos que ir a el colegio, además mis padres no me van a dar permiso

-tus papás ya llegaron?

-si, hoy en la mañana, igual no voy a ir de fiesta Martha

-porfa Porfa porfaaaa, hago todo lo que tú quieras, pliiis

No podía negar de Martha siempre me había apoyado en todo, y tenía una forma muy peculiar para convencerme de muchas cosas

-agh.. bueno, voy a salir por la ventana, me vas a venir a recoger

-ya estoy acá abajo

-que, pero, ay dios mío, espera bajo en diez minutos

-sisi, apurate

Me colgó, fui corriendo a mi armario, y Vi el vestido perfecto, era negro con la espalda descubierta y un escotado de v, lo agarre y me lo puse con tacones negros no tan altos, agarre mi bolso y salí por la ventana

-ala pero linda te vez

Le sonreí y mi sonrisa se desvaneció cuando lo ví

-Martha que hace este idiota aquí

-no me digas idiota

-CALLATE!

-CALLATE!

le dijimos a la vez, era el idiota de su hermano

-lo siento, pero no tenía quien me trajera ni me llevará

-tienes un auto por el gusto, no puede ser que no sepas conducir

Lo mire

-bajate, yo la llevo, vete a tu casa no está tan lejos de aquí

Camine hasta la puerta de el conductor y lo saqué

-chao hermanito

Martha se despidió de su hermano y yo subí al asiento de el conductor

-lista?

-super lista

Conduje hasta una discoteca que estaba cerca de casa, me estacione y bajamos de el auto

-esto es un sueño

-ya veremos.

Lujuria Donde viven las historias. Descúbrelo ahora