¿Tú?
Agnes Janes
Que acabo de hacer, me pregunté, había tenido sexo con Aquiles, que? O por dios. Grite contra mi almohada, había gemido por el.
Aunque no estuvo nada mal, me gustó mucho quiero, quiero decir, me encantó, nunca me había sentido así. Aunque..
-OH POR DIOS! MI VIRGINIDAD, no puede ser no puede ser, yo.. que hice, la calentura me cego, que estúpida que hice, no debí.. es el hijo de uno de los amigos de mis padres, si se enteran me van a matar que hice estoy loca, en en qué me metí.
Okay me tenía que tranquilizar, me puse ropa, acomode todo en su lugar y me fue a dar una ducha larga, la verdad es que tenía un poco de vergüenza, el era hijo de uno de los mejores amigos de mis padres, salí me puse pijama y me dormí.
Bueno ya era otro día, estaba pensando si salir o no, me daría mucha vergüenza verlo a la cara con ESO que sucedió la noche anterior.
-Bueno basta Agnes, nadie te mando.
Me levanté de la cama y salí de la habitación para dirigirme a la sala, y el estaba ahí, oh no.
-Buenos días-me miro con indiferencia y siguió viendo el televisor. Que le pasaba?
-Buenos días-me senté a su lado y ví el televisor con él, ¿qué mal me iba a hacer?
-¿Qué quiere Agnes?
-¿Nada? ¿Algún problema? Te molesto de seguro, mejor me marcho a casa.
Subí a la habitación y recogí mis cosas, la verdad es que no me importaba que los vecinos me vieran caminando en pijama. Salí de la habitación con mis cosas y baje más escaleras rápidamente diriegiendone a la entrada.
-¿A dónde vas?
-A mi casa, adiós.
Salí y no camine ni una cuadra cuando me sostuvo el brazo.
-Yo te llevo venga.
-No gracias puedo sola, hasta mañana
Seguí caminando hasta llegar a mi casa. No entendía porque me trataba así de mal, será que no le habrá gustado lo de la noche anterior? Soy una idiota, no debí hacerlo, ya no puedo hacer nada, ya lo hice.
Llegué a casa y fui directamente a mi cuarto, mis padres no estaban, a estás horas tenían una reunión capaz llegan tarde o algo. Me acosté y revise mi teléfono, ningún solo mensaje, aveces me da la impresión de que nadie se acuerda de mí, pero que se puede hacer? Nada. Cerré los ojos y dormí toda la tarde, quería olvidarme de todo lo que sucedió la noche anterior.
-AGNES, despierta.
Me levanté aterrada y mire a mi alrededor para ver quien era, hasta que la vi.
-Martha, puedes dejar de levantarme así, me asustaste.
-Sisi, ví tu cara. No sé que paso pero tus padres ya llegaron y les pedí permiso para que salgamos de fiesta, así que ve a ponerte bonita te espero aquí sentada.
A veces era algo intensa pero me animaba, fui rápidamente a tomar una ducha y luego salí para ir a vestirme.
Me puse un vestido rojo con la espalda descubierta, terminaba en la espalda baja, era perfecto, luego me puse tacones negros y salí ya lista.
Entonces Martha se volteo y me vio-que linda que estás.
-Gracias, ¿nos vamos?
Me despedí de mis padres y luego salimos en mi auto de camino a una discoteca que estaba a una hora de casa, desde afuera se escuchaba la música. Bajamos del auto y caminamos en dirección a la entrada, nos pidieron nuestra identificación y luego nos dejaron pasar.
Que ilusión, habían luces por todos lados y gente bailando, me acerque a la barra que estaba a unos metros y me pedí unos shots de tequila. Ya había pasado una hora y media, creo que ya estaba lo suficientemente ebria para olvidar todo al día siguiente, así que me fui a la pista de baile y justo había cambiado a una canción un poco lenta, pero era sexy, asi que movi mis caderas lentamente y baile, disfrute la música.
Quería olvidar todo eso que paso la noche anterior, el no me merecía, para nada, era un idiota, como se atrevía a ignorarme así?.
A lo lejos ví a Martha besandose con un chico, no entiendo cómo tenía la facilidad de enganchar chicos tan rápido, y siempre ellos caían a sus pies, luego ví como le agarro la mano y subía al segundo piso, ahí habían algunas habitaciones de juegos y también dónde algunas chicas daban shows privados si pagaban. Los ví subir y luego se perdieron por el pasillo que había al subir las escaleras, ella si podría tener acción hoy, me reconforta saber que no la pasará sola y triste por mi culpa.
Seguí bailando y a lo lejos escuché una voz.
Me voltee y era... ¿Deo?, estaba sin camisa con el cabello despeinado y con dos chicas a sus lados. Este no es un lugar donde me lo imaginaria, entonces beso a una mientras acariciaba a la otra, y hizo lo mismo pero con la otra chica, ¿Qué?, nunca esperé ver a Deo así.
Luego se volteo y se quedó mirándome, nuestras miradas conectaron de inmediato.
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Lujuria
Storie d'amoreUna chica y dos Hermanos, uno de los hermanos, es arrogante, sensual, elegante y seguro de si mismo, en cambio su hermano menor, es todo lo contrario a el, es tímido, inseguro o eso creíamos, sencillo, no cuidaba mucho su aspecto, aunque era atracti...