ATRAPADOS. [Ayano x Poliamor]

Capítulo 6.

Capítulo 6: ¿Qué es lo que me sucede? Esto no es correcto.

Narrador omnisciente. 

Luego de aquella infantil discusión, Ayano llegó a su salón, que estaba vacío y al llegar a su asiento, encontró en este una rosa blanca junto a una pequeña carta.

"Que la muerte sea eterna.
- I."

Apretó la rosa con rabia sin importarle que sus espinas se estuviesen clavando contra la piel, causando que gotas de sangre se resbalaran por su mano y cayeran en el banco. Siguió apretando con rabia para luego volver a leer la carta y tirarla al tacho de basura.

— Ayano... — dijo un chico algo preocupado — te estás lastimando.

La susodicha miró hacia atrás notando la genuina expresión del chico, dudando en sí acercarse para ayudarle con su herida. Ella tragó en seco, rápidamente dejó caer la rosa, avergonzada escondió su mano tras de ella.

— No me di cuenta, estaba muy ensimismada en mis pensamientos, Sukubi-kun — murmuró.

Al instante supo de quién se trataba, era un chico que siempre andaba comiendo en clase, ingeniándoselas para no ser descubierto.

— Es mejor que vayas a enfermería — dijo otro chico que ingresaba al aula, Gaku, que la veía con un aburrimiento fingido.

Aquel aburrimiento fingido no logró notarlo Ayano, no era tan interesante para ella analizar a un delincuente... Ups.

Otro error.

Saliendo del aula hizo como si se dirigiera a la enfermería, pero realmente solo fue a buscar con que vendar su mano, no quería tener que estar dando explicaciones a nadie de porque había hecho eso o que había causado su ira del momento. ¿Cómo una chica tan dulce podría albergar tanto enojo y odio? Eso podría dañar sin duda su reputación, por más estúpido que pareciera, no es tan difícil criticar a los demás por cualquier tontería que se presente.

Todos somos una presa en una jaula de depredadores e incluso somos ese depredador preparándonos para devorar a nuestra presa.

Ayano era un depredador que se hacía más grande con el paso del desarrollo de sus sentimientos.

Y también empezaba a ser una presa.

Cuando quedas atrapada en las redes es demasiado difícil soltarse, la desesperación y el miedo te consume, ahí fallas.

***

Llegó un mensaje.

Número desconocido.

Te ves estúpida dando vueltas.

Ve atrás de la escuela, te dejaré unas cosas.

No tienes derecho a negarte.