El Eclipse Que Nos Une...

VII

—¿Qué dijiste Sunan?—preguntó Arthit por lo bajo.

—No nada.—dijo Sunan con una expresión neutral como siempre.

En ese sentimiento de confusión por parte de Arthit y Sunan entra a la sala de trabajadores el jefe de ambos con una persona desconocida para Arthit y más que conocida por Sunan.

No era nada más y nada menos, que el mismo chico que le causó curiosidad, aquel chico que era hijo de la mujer el cual tropezó por accidente hace un día.

—Buenos días a todos—dice el CEO con carisma

—Buenos dias señor Kamol—dicen al unísono todos los trabajadores que estaban allí, entre ellos Sunan y Arthit.

—El es Opp Phasuk, él será  el nuevo miembro del equipo de animación, espero que lo traten con respeto y aclaren un poco las dudas que pueda llegar a tener.—dijo con una sonrisa y de manera amigable

Kamol era el CEO de esa empresa y aunque se vea muy serio, es un Ángel con todos, hasta con Sunan...

—Bueno, ya me iré, tengo una junta a las once, tratenlo de manera correcta.
Arthit, estás encargado de enseñarle el movimiento de la empresa  a el señor Phasuk—dijo kamol antes de irse.

—Hola a todos, espero llevarme bien con ustedes—dijo Opp

Phasuk, estaba saludando a todos y ve que hay un chico que conoce muy bien.

—¡SUNAN!.—dice con asombro—¿Qué haces aquí?.

—Sunan,—menciona Arthit por lo bajo—¿Conoces al nuevo?.

—Desgraciadamente si—contesta con molestia.

—¿Cómo estás Opp?, ¿qué tal tu madre?—pregunta Sunan

—Mi madre está muy bien, estamos esperando todavía el café que ibas a invitarnos—dijo en broma.

— Ja ja, Que gracioso eres—exclamó Sunan  de manera sarcástica.

Pero al parecer Opp no entendió el sarcasmo.

—Bueno, vamos por ese  café hoy ¿no?—dice Opp con una sonrisa en su rostro

—¡¿Qué está pasando aqui?!—pensó arthit, mientras los veía hablar—¡ESO SUNAN!, consigue un amor por mi—piensa.

—Esta bien Opp, total te debo ese café, iremos después del trabajo ¿bueno?—dijo Sunan algo fastidiado.

—Ok, Estaré esperando que pases por mi escritorio,—se va.

—Wow wow wow—dijo Arthit mientras colocaba su brazo sobre los hombros de Sunan.—Te fuiste un día con una señora que arrollaste y ¿ya te enamoraste del hijo?, Ja no puede ser—dijo jugando.

En ese momento que Arthit paso el brazo por los hombros  de Sunan, para él se detuvo el tiempo, y pudo observar las facciones perfectas de la cara de Arthit, con esa sonrisa burlona que en cierto modo le encantaba, y esos ojos que al reírse se cierran por completo.

Es precioso—pensó.

—¡HEY!, señor Napat, ¿por qué  cuando te hablo parece que ni me escuchas?—dice Arthit en manera de reclamo—¡Ya sé! Estabas pensando en Opp ¿cierto?
¡AY, ENAMORADO ESTA EL LEÓN!—dijo Arthit llorando de risa.

Ay Arthit , si supieras todo lo que pienso...

—Deja de decir estupideces, ponte a trabajar que necesito tu avance en esa imagen, para poder completar mi trabajo—dijo molesto.