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❝ NERVIOSISMO ❞


ADVERTENCIAS :
Narrado en primera persona.
En relación al videojuego, tiempo después de que Joel salvará a Ellie de su destino.
Lenguaje explícito.

JOEL MILLER POV

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JOEL MILLER POV.

Podría decir que mi vida se encuentra en un equilibrio, no será perfecto, pero tengo cierta estabilidad luego de tantos tormentos -que siguen presente, pero mínimamente- y mi decisión por salvar a Ellie. De ello, es mi mayor tormento, pero ella es mi prioridad y seguirá siéndolo hasta el día de mi muerte.

Pero, ante tanta tranquilidad, siempre existía cierta inquietud en mí desde que hábito en Jackson, Wyoming. Todo por una persona.

Y no. Ellie no es, ya he podido amoldarme a su tan exasperante personalidad. Sobre todo por su lenguaje explícito.

Esa persona era probablemente de mi edad o menor, tenía mucha juventud encima, pese a ciertas canas asomar por sus hebras castañas. Me era irritante la sensación que poseía al verla. Nervios. Jodidos nervios.

Prefería sentir ese nervio al ver que Ellie hizo algo malo. No me agradaba la sensación de nervios por una mujer. Tanto tiempo, y volvía a experimentar un sentimiento de adolescente. 

Ahora prefería tener una bala en la sien y no tener que convivir con ella. Odiaba tanto la sensación, incluso deseaba tener que oír a Ellie todos los días que pasar tiempo a su lado. Aún así, el destino es una mierda conmigo y estoy enfrente de ella, dialogando o el intento de ello.

No era buena con las palabras.

Todo por que Ellie se amigó tan bien con el hijo de ella. Betsabé Flores. Hasta su nombre era lindo y daba tanto en mí.

—Los niños se ven lindos jugando, ¿no crees Joel? —detestaba a fondo su pronunciación de mi nombre en sus labios. Tenía esas ganas de tomar su rostro y besarla. Suspiré ante mis pensamientos, asintiendo. —Y bueno, ¿que harás mañana, vecino?

Otra de las desgracias añadidas. Es que ella, es mi vecina. Bufé silenciosamente, estaba sintiendo muchos nervios en mí, podía jurar que un sudor frío surgió en mi espalda. Miré a otro lado, evitaba siempre esa dulce mirada. Era tentadora. El deseo tan ocultó en mí me hacía querer verla por varios minutos.

—En la mañana tengo que acompañar a Tommy a un lado, Ellie probablemente esté en casa sola y, en la noche seguramente esté en casa. No sé, es relativo cuando tiempo me tome con Tommy a buscar algunas cosas. —expliqué, mi tono siempre era tajante. No quería delatarme ante ella. Sería decepcionante. —¿Por qué?

APOCALYPSE | Joel MillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora