ADVERTENCIA : —Narrado en tercera persona. —Joel x fem!oc —Lenguaje explícito. —Aquí ya pasó tiempo desde que Joel salvó a Ellie, ahora tiene una misión de cómo sobrellevar nuevamente su, ahora, paternidad con una adolescente rebelde.
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—Ellie, te dije que no vas a salir.
—Vamoos Joel, son solo las seis de la tarde y regresó a las diez, además que estará Bellamy junto a Susy.
—Mi respuesta sigue siendo que no.
La muchacha harta de su respuesta negativa le mostró el dedo del corazón, enojada con su insistencia. Rápidamente tomó sus cosas y se fue a encerrar a su habitación con seguro para evitar que entrará Joel. Así cómo lo planeaba, fue tras suyo tocando la puerta con fuerza. Molesto con su actitud rebelde.
—Ellie, sal. Estábamos hablando.
—Exacto, estábamos. Ahora jodete.
—¡Ellie!
—¡Lárgate Joel!
Respiró profundo por su respuesta tan negativa, se alejó de la puerta para bajar al primer piso, estaba demasiado molesto con todo ahora. Por solo negarle una salida. Ella no entendía que era una niña aún, no podía salir a esas horas y llegar tan tarde. No debía.
Era solamente eso. No podía salir tales horas.
Se sentó en el sofá que tenían en la casa, llevó sus manos a su rostro quitando todo ese estrés con sus propias caricias. Meditando la situación, pero más pensaba y el enojo aumentaba. Detestaba la actitud rebelde de Ellie, era insoportable. Contando que su lengua era una asquerosidad con tan solo catorce benditos años.
La puerta de su hogar se abrió, no sé inmutó. Sabía que era su novia de unos meses.
Ellie le dio las llave de la casa. Tampoco se quejó, le tenían bastante confianza.
—¿Joel?
—Acá.
Entonó firme, llamando completamente la atención de la femenina alta. Cerró la puerta en el proceso al adentrarse y llegó hasta su lado, viéndolo curiosa. Se sentó a su lado, tomando sus manos que estaban en su rostro para ver su expresión. Fruncido el ceño, labios apretados y ojos brillante de enojo.
Sucedió algo y su instinto lo sabía.
—¿Pelea con Ellie nuevamente?
—Sí. —murmuró ante ella, viendo sus ojos verdosos y sonrió. Era una paz tan inexplicable estar con Amelia. —Tuvimos un desacuerdo.
—Entiendo, ¿me quieres contar?
Joel guardó silencio. Un deje de terror surgió en su interior, ¿y si ella lo encontraba dramático para terminar enojarse? No, suficiente tenía con Ellie y que ahora Amelia le hiciera el mismo show, pero más civilizado, su enojo explotaría que terminaría bebiendo hasta dormir. Eso o querer darse el tiro en la sien derecha.
