Wanyin || MDZS

Capítulo 00: No necesitaba una razón.

[N/A: ¡Hola! Este es un fic que escribí hace más de dos años, pero nunca me atreví a subirlo. Sin embargo, acabo de encontrarlo entre mis borradores y decidí darle una oportunidad. Así que... Jiang Cheng entrando en reclusión y reparando todos los problemas que acumuló. ¡Espero que lo disfruten!

PD: Esto es solo un prólogo o algo así.]

*****

Jiang Cheng sintió el olor de las cenizas mezclándose con el férreo olor de la sangre. Sus ojos se dirigieron a su mano izquierda, una flauta negra se encontraba en ella. Jiang Cheng dirigió una última mirada a los cadáveres que devoraban algo, o alguien, y se retiró del lugar, con las túnicas empapadas de sangre y el sudor cayéndole por la frente. Esa reacción espiritual fue bastante fuerte.

—¡El Patriarca Yiling ha muerto!

«No lo creo».

—¡Felicidades al Líder de Secta Jiang por asesinar a ese vil demonio!

«Yo no lo hice».

No dijo nada cuando los cultivadores de distintas sectas celebraron la muerte del infame Patriarca Yiling.

Jiang Cheng se dirigió nuevamente a Lotus Pier, quería descansar, pero se burló de sí mismo al llegar y recordar que solo los cimientos y la fachada habían sido restaurados. Gran parte de Lotus Pier seguía destruida. Jiang Cheng se dirigió al campo de entrenamiento. Había muchas tiendas de campaña dispuestas en este espacio para los cultivadores pertenecientes a la secta.

Muchos se fueron después del éxito en la Campaña Sunshot, acabar con los Wen había sido el motivo de muchas personas para inscribirse a Yunmeng Jiang, la única secta lo suficientemente desesperada que aceptaría a cualquiera, dependiendo de su nivel de cultivo o de sus bases. A Jiang Cheng no le molestó cuando muchas personas se fueron al ver el estado de Lotus Pier. ¿Por qué iba a molestarse?, no era como si él quisiera que la residencia de su secta se viera como un basurero, pero no tenía los fondos monetarios suficientes para hacer algo.

Jiang Cheng recuerda con amargura los chismes que decían que vendió a su hermana a Lanling Jin para financiar la reconstrucción de su secta. Era su culpa que hablaran mal de Jiang Yanli, agradeció que ni ella ni Jin Zixuan parecían haber estado resentidos con él por esos rumores.

Jiang Cheng se despojó de las ropas sucias y pasó un trapo húmedo por su cuerpo para quitar los restos de cenizas y sangre, luego se cambió a ropa limpia.

Salió de la tienda y se dirigió a un lugar que conocía bien, era media noche, no había personas a excepción de los guardias paseando por el lugar, el abandonado Lotus Pier solo emitía una atmosfera más lúgubre. Cuando llegó al lugar, solo pudo suspirar, habría ido al pabellón de su madre, pero aún no se encontraba restaurado.

Jiang Cheng se recostó contra el viejo árbol y dejó que su mente se perdiera en los recuerdos lejanos. Luego regresó en sí cuando sintió la calidez que se derramaba por sus mejillas, en algún punto, había comenzado a llorar, lloró amargamente al llegar al entendimiento: estaba solo de nuevo. Y nadie regresaría está vez.

Jiang Cheng se levantó de golpe y corrió como un loco hasta que llegó al salón que envío a restaurar en primer lugar.

Era el Salón Ancestral de la Secta Yunmeng Jiang.

Toda la noche, estuvo arrodillado en la Sala Ancestral, frente a las placas conmemorativas de Jiang Fengmian, Yu Ziyuan y Jiang Yanli. Debatió si al menos debería poner una para Wei Wuxian.

Miró a Chenqing en su mano, pesaba mucho.

—¡A-Xian! ¡A-Cheng!

—En el futuro, tú serás el líder de secta, y yo seré tu subordinado, como tu padre y mi padre. ¿Y qué si la Secta Lan de Gusu tiene a sus Dos Jades? ¡La Secta Jiang de Yunmeng tendrá sus Dos Orgullos!