Wanyin || MDZS

Capítulo 03: No lastimaría a las personas que quiere.

En Unclean Realm, Nie Huaisang estaba sospesando sus opciones.

La noche que Jiang Wanyin llegó, lo dejó en una habitación resguardada por algunos guardias y sanadores en caso de algún incidente. No quería tirarlo directamente a las cuevas de meditación sin saber bien su condición. No esperaba que, ni siquiera dos horas después de dormirse, los discípulos lo despertaran mientras decían cosas incoherentes.

Pero Nie Huaisang entendió 'El Líder de Secta Jiang está sufriendo un episodio' y 'Los discípulos principales y los guardias están intentando retenerlo para dar espacio a los sanadores, pero no está funcionando'.

Nie Huaisang, quien siempre tuvo miedo de lastimarse, no dudó ni un segundo en salir corriendo hacia la habitación de Jiang Wanyin.

Mientras se acercaba, pudo reconocer el destello púrpura del arma espiritual, Zidian. Afuera, pudo ver a varios guardias y discípulos vomitando sangre. Era obvio que no se comparaban a un enloquecido Jiang Wanyin con dos poderosas armas espirituales.

Los sanadores esperaban ansiosamente una oportunidad para entrar desde la puerta. Entrar en este momento sería buscar la muerte, por eso sostuvieron a Nie Huaisang, quien iba entrando, completamente desarmado, a la desastrosa habitación.

—Líder de Secta, no puedes entrar ahora mismo. El Líder Jiang no va a reconocerte.

—Es mi amigo.

—¿Crees que no te atacará solo por eso? Líder de Secta, tu mejor que nadie debería saber el estado del Líder Jiang en este momento.

Nie Huaisang miró al sanador que dijo eso, el sanador lo miraba como si la persona sin estribos fuera él. Nie Huaisang se sintió molesto, soltó el agarre del sanador sobre él y siguió avanzando. Las personas reunidas afuera vieron a su cobarde líder entrar con confianza a la habitación, las chispas moradas que salían del interior contrastaban con Nie Huaisang provocando una inexplicable capa de escarcha que les impedía moverse de su lugar. Solo pudieron escuchar la voz de su líder de secta.

—Jiang Wanyin no es del tipo que lastimaría a las personas que quiere sin motivo alguno. Creo firmemente en eso.

Nie Huaisang entró en la habitación, actualmente más preocupado por la bomba de tiempo que era Jiang Wanyin que por su bienestar. Vio a muchos discípulos en el suelo, apenas sosteniéndose con sus sables, los más fuertes luchaban sin mucho éxito contra Jiang Wanyin.

Nie Huaisang no había traído ningún tipo de armamento con él. Apenas y se había logrado poner un abrigo sobre sus túnicas de dormir. Pero Nie Huaisang confiaba en que Jiang Wanyin no le haría daño. Por eso siguió avanzando.

—¡Líder de Secta, no se acerque más!

—¿Acaso quiere morir?

Ignorando las voces, Nie Huaisang ahora estaba a tres metros de Jiang Wanyin, miró con tristeza esos orbes desenfocados. Un hilo de sangre corría de los labios de Jiang Wanyin.

—Hermano Jiang, soy yo, baja tus armas, soy Huaisang.

Nie Huaisang recordó cuando le dijo palabras parecidas a su hermano durante su desviación de qi. Su hermano ya no podía ser salvado en ese punto, Nie Huaisang no dejaría que este nuevo hermano suyo tuviese el mismo final sabiendo que se podía prevenir. Nie Huaisang sabía que la desviación de qi de Jiang Wanyin era diferente, por eso confió en que podría servir como ancla para traer a Jiang Wanyin de regreso.

El látigo púrpura se agitó en dirección a Huaisang a una velocidad abrumadora.

—¡Líder de Secta!

—¡Mira eso!

El látigo no se detuvo, pero Nie Huaisang no se movió ni un milímetro. El látigo que estaba a punto de llegar a Nie Huaisang, desapareció en un instante y se convirtió en un anillo.