Otro dato curioso...

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Cuando el joven me contestó, me di cuenta que era el director Juancho.
-Lo siento, soy muy viejo para este tipo de máquinas en mis tiempos era más simple sólo necesitabas una taza, café y agua. No uso leche porque siento que arruinará el sabor de una perfecta taza de café. Disculpa por ser tan mal educado y eso que soy el director Juan Aguirre. Y ¿tú quién eres? ¿Vienes a pedir informes sobre alguna carrera? ¿Tienes cita conmigo? Sino de todas maneras ven. Al fin he podido sacar este maldito vaso aunque me he quemado. Por cierto, no me digas Juan ese nombre es muy formal, por favor dime director Juancho.
¿Cómo podía hablar tan rápido sin decir alguna palabra mal? Al fin tendría mi entrevista y mi café pero me había quedado sin habla y Juancho se me quedaba viendo raro. Era hora de volver al mundo real...
-Lo siento, soy Sam. Tenía hace media hora una entrevista con usted y sí necesito informes para las facultades de Psicología y Literatura. Pero antes me daría permiso de hacer un café, me he levantado muy temprano y eso me daría un poco más de energía.
-No lo sientas, no tienes porque y tampoco me hables de usted lo de "soy muy viejo" solo era en sentido figurado. Y adelante, me imagino que ya sabes donde está mi oficina cuando lo tengas vienes conmigo. ¿Vale?
-Claro y gracias.
No me tarde nada en la máquina y el café sabia delicioso. La oficina de Juancho estaba pasando una sala de espera. Toqué la puerta y a los segundos me contestó.
-Adelante, Sam.

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