Capitulo 1 - Introducción

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El viejo dicho dice que año nuevo, vida nueva. Pero en mi caso, el nuevo curso que estaba empezando, mi séptimo y ultimo año, no parecía que fuera a traer novedades. Me encontraba perdida en un limbo de remordimiento e incertidumbre del que no sabía como salir. Fingir que estaba todo bien cada vez me costaba mas. Si bien es cierto que el quinto año me había hecho crecer como persona, todavía sentía un vacío por dentro.

-Ya han pasado dos años eh-, pensé para mi misma mientras una sonrisa triste se deslizaba por mi cara. Cuando quise darme cuenta, había apoyado tanto tiempo la pluma sobre la hoja de mi diario, que había dejado una gran mancha de tinta negra sobre la frase que había escrito. Pero no me importó, no necesitaba que fuera perfecto, con poder desahogarme me bastaba.

Presenciar tantas muertes y asesinar a tantas personas, pese a que fuera por un buen motivo, dejó una huella en mi que difícilmente podría borrar. Aunque, sin duda, lo peor, fue perder a mis dos mejores amigos, Sebastian y Ominis, especialmente el abandono de Sebastian fue el que mas me dolió. Él fue mi primer amigo en Hogwarts, la primera persona que me tendió su mano y el que me enseñó todo lo que se.

Y él... dejó de hablarme de la noche a la mañana, como si nada hubiera pasado, como si no nos hubiéramos conocido en primer lugar.

Después de mi traumático quinto año, creé un muro para alejarme del mundo que me rodeaba. Me volví una persona un tanto... distante, ciertamente mas apagada y distraída, aunque sobre todo solitaria. A menudo me encontraba a mi misma pasando largas horas metida en mi vivario mágico, viendo a mis animales corretear, la única distracción que encontraba para olvidar mi sufrimiento. En mi vivario, el sol siempre brillaba alto sobre el cielo y la hierva siempre era verde y fresca, quizás era el único lugar del mundo capaz de tragarse la gran sombra que cargaba a mis espaldas. En sexto año me pasé las horas muertas evadiéndome de mi vida allí, intentado no pensar en mi nueva realidad. No me gustaba salir mucho porque no me apetecía encontrarme con Sebastián u Ominis. Aunque su ausencia me hiciese sentir increíblemente sola, no era capaz de mirarles sin sentir culpa y vergüenza por lo sucedido.

En verdad, mis emociones respecto a Sebastián eran mucho más confusas que simple culpabilidad y vergüenza, también había irá y decepción. No sabía que había hecho mal, quizás él me odiaba por haberle incentivado a seguir con la búsqueda de la cura de Anne a cualquier costo, a pesar de los numerosos riesgos, estaba tan ciega como él, desesperada por hallar la solución, por ayudarle... ¡Por Merlin! Había tantas preguntas que quería hacerle, tantas cosas sin resolver, aquel momento en que el casi nos besamos en undercroft, cuando me agradeció por no delatarle, su aliento cálido contra mi cara... Ese recuerdo lo tenía clavado como una astilla en la yema del dedo y me perseguía como los inferi en las noches mas oscuras, en las que su ausencia se atravesaba y la soledad me ahogaba entre sus dedos invisibles.

Una parte de mi creía que por mi culpa, Sebastián hizo lo que hizo, por no haberle sabido parar a tiempo. Pero por otro lado, tenía la teoría de que Sebastian me manipuló para conseguir sus objetivos, probablemente solo empezó a hablarme cuando percibió mi talento para la magia y eso me destrozaba. Me desgarraba el alma que el inicio de nuestra breve pero intensa amistad se viera manchado por un motivo tan egoísta. Aunque he de admitir, que si él se disculpara, no habría nada que no le perdonase, al fin y al cabo, tuve mucho que ver en su descenso hacia las artes oscuras.

Si tan solo él me hablara...

Había intentado mantener el contacto con Sebastian en el verano del quinto año, pero casi nunca respondía a las lechuzas que le enviaba y cuando lo hacía, solo eran mensajes muy escuetos y fríos, finalmente me rendí con lo de las cartas, después del verano, cuando volvimos a las clases, directamente ni nos hablamos.

Con Ominis la cosa no había acabado tan mal como con Sebastián, todavía nos hablábamos de vez en cuando, sin embargo no era lo mismo, al fin y al cabo Ominis era el mejor amigo de Sebastián y siempre lo elegiría por encima de mi.

Cuando llegué al final de la hoja, toda escrita con mi letra fea y apresurada, casi me sentí estúpida por tener que expresar mis sentimientos de una manera tan...¿inútil?, ¿inservible?. Sabía de sobra que esto no iba a cambiar nada, que cuando terminara mi redacción las cosas seguirían igual que siempre, pero iba a explotar si no sacaba mis pensamientos de mi cabeza y los manifestaba en algún lado, así que doblé la página y continué escribiendo por la otra cara.

-Ugh, ¿por donde iba?, ¡ah, si!- Agarré de nuevo la pluma y comencé a escribir rápidamente como alma que se lleva el dementor.

Y por todos estos motivos, mi vida social se ha convertido en una tumba, a excepción de Natti y Poppy, con las que sigo manteniendo una relación cercana.

Ocasionalmente, ayudó a Poppy y Natti a luchar contra los círculos de furtivos que llegan a nuestras tierras desde el resto de Europa. Aún me gusta sentir la emoción de la aventura de vez en cuando y sobre todo sentirme útil, usar todo este poder con el que he nacido para un buen motivo. Aunque a veces nos metemos en líos por ello y el profesor Sharp nos castiga cuando se nos va demasiado de control.

En cuanto al profesor Sharp, ahora no es simplemente mi profesor, sino que me ha adoptado y formalmente soy su hija. Él me adoptó tras quedarme sin mi único tutor legal que era el profesor Fig. Ser su hija es extraño, ambos no somos muy habladores pero yo le admiro y él me tiene cariño.

Dentro de todo lo malo del quinto año, por lo menos le tengo a él.

No ha sido fácil para mi, he tardado mucho en recuperarme de mis heridas. Tras matar a Ranrok, estuve casi un año con insomnio y pesadillas. A menudo sueño que me convierto en una bruja tenebrosa por todo lo que pasó respecto a las maldiciones imperdonables. Otras veces, tengo terrores nocturnos tan intensos que me despierto con un grito ahogado y lagrimas en los ojos, aunque esos últimos no los suelo recordar bien.

Mi pesar es grande, las únicas personas que saben todo lo que he hecho y todo por lo que he pasado ya ni me hablan. Me siento muy sola sin Ominis y Sebastian a mi lado, lo mas difícil de aceptar en estos dos años fue que me hayan abandonado.

Hogwarts Legacy: LA GUARDIANA (Sebastian Sallow x MC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora