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Pip Pip

Mayo: Listo, listo y listo

El científico de la casa, acaba de terminar unas pendientes en lo que Trollino y Rius hacían la búsqueda. Tomo un poco té y salió de su laboratorio, para dirigirse a la sala y toparse a sus compañeros aún jugando.

Mayo: Oigan, ¿No creen que ya hay que traer devuelta a Rius y Trollino?

Mike: ¿Tú también, Mayo? Solo paso 4 minutos desde que Victor pregunto, por Dios santo

Mayo: Creo que dos horas ya fueron suficientes

Victor: Oye Mayo ¿No quieres venir a jugar? Hay pingüinos y pizzas en este juego

Mayo: Creo que dos horas aún no son suficientes. Habrán espacio allí

Sparta: ¡Así se habla, Mayo!

La mañana había llegado para los dos protagonistas que llevaban un mes atrapados en una dimensión. Comenzaba el clima cálido luego de la noche fría, que resultó ser cómoda y acogedor para Trollino, quien restregaba su cabeza en una zona suave; dentro del sueño podía sentirlo y llegar a preguntarse que era. Abrió sus ojos despacio, notando que había amanecido, levantando su cabeza y rascando la en pregunta de cuánto había dormido.

Trollino: Mmm...¿Cuánto llevo dormido?...¿Dónde está Rius? -se pregunto cuando no lo vio a su alrededor-

Cuando bajo la mirada, se llevó la sorpresa de que su amigo emplumado estaba debajo de él, y que había dormido sobre su pecho toda la noche. Eso lo puso bastante incómodo y a la vez que sus mejillas ardieran mucho, más si el pollo no tenía su suéter y tenía el pecho alzado.

Con un poco de inseguridad, puso su mano en el hombro para despertarlo, moviendo lo un poco para funcionara, y resultó ser así.

Rius: ¿Ah?...¿Qué pasa? ...¿Trollino? -rasco su ojo, viendo al azabache que lo miraba extrañado-

Le tardo solo unos segundos para recordar lo que había hecho, lo que lo llevo a exaltarse y alejarse de Trollino.

Rius: ¡Buenos días, Trollino! -su voz sonaba nerviosa- ¿Cómo amaneciste?

Trollino: Am, yo bien, bastante bien...¿Y tú?

Rius: También... sí

Había incomodidad en los dos, no podían hacerse de la vista gorda cuando todo era obvio; Rius sin su suéter y Trollino con ella.

Su mañana fue normal, sin embargo fue silenciosa y también incómoda; ninguno de los dos se dirigían la palabra, o al se hacían preguntas, no no, solo hicieron lo de siempre y se embarcaron en su camino.

Trollino llevaba el bolso, Rius le había dicho que el lo llevaba, pero el oji azul insistió y se lo llevó.

Pasaban unos troncos y piedras, directo a dónde se había visto el humo. Las pisadas se escuchan por las hojas secas debajo de ellos, y los animales diurnos de allí hacían su sonido como lo hacen cada vez que sale el sol.

Trollino: Creo que sí seguimos este camino, llegaremos directo a dónde estaba el humo

Rius: Ajá...

Trollino: ¿Sucede algo?

Rius sonaba distraído, y todo se debía a qué desde atrás miraba a su líder, tan atento y listo como siempre. Trollino había notado ese cambio de voz, por lo que extrañado preguntó si estaba bien.

Rius: Sí...

Trollino: ¿Seguro? -se detiene y camina a él- ¿No te pico algo? Estás un poco caliente

5 Horas = 3 años Juntos || TrolliusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora