Cartas a mi amor inesperado

carte 9.

Creo que nunca te conocí.

No entendí tus cambios de actitud a pesar de que ya ibas mejorando, pero entendí que todo proceso es duro de avanzar.
Fue lo que pensé en esos momentos.

Pero empezaste a tomar una actitud posesiva sobre mi y de las cosas que intentaba hacer.
Corregiste unas cosas pero me estabas mostrando un Alan que jamas había visto, alguien que nunca pensé conocer pero lo hice.

Me di cuenta de esto porque, uno de mis amigos no se recipno a perder mi amistad y era el único con el que hablaba.
Cuando te conté vi que no te gustó mucho pero al final cedíste, pero empezaste a querer controlar con quien hablaba, si me llamaban muy seguido, hasta el punto de que empezamos a discutir muy seguido solo por eso.

Lo más triste fue la primera discusión, gritabas como un loco, tiraste la puerta de la habitación, me acorralaste contra ti y la cama al punto que sentí tanto miedo que pensé que podían pasar cosas peores, pero hasta en ese momento mi mente me repitió las veces que me dijiste que nunca serias capaz de tocarme. Aunque en ese momento me estuvieces apretando tanto las manos que me estabas lastimando yo me repetí que no lo harías y fue hasta que no me viste llorar del miedo que no me dejaste sola, cuando colapse que me dio una crisis fue que caíste en cuenta del daño que me hacías.

Me dolió más la vez que me encerré en el baño porque no quería discutir más y como solución lo que hiciste fue sacar todas mis cosas para irme de casa, pero como buen cobarde cuando me viste decida a irme, empezaste a pedir disculpas y a comportarte bien durante días lo hiciste.

Y todas eran así y me sentía tan decepcionada del Alan que estaba viendo que me apresure a idear un plan para salir de tu lado, porque no merecías mi ayuda ni el plan que tenia para que sanaras, me rompí en milés de partes diminutas pero tenía que huir, aunque tu empezaste a tratar de sanar todo con regalos, se muy bien que la agresión aunque tu no la querías ver así,  no la podía tapar con buenos actos porque, se volvería una rutina en la cual la única destruida era yo.

Un día te dije como me sentía y que quería volver a casa de mi madre por unos días y te prometí volver, pero como era mi plan tu caíste en el.
Y si fui mentirosa pero necesitaba salir de ahí.

Asi que idee mi plan y salí de tu lado.