carta 10.

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Nunca pensé soltarte.

Con el dolor de mi corazón, te dije adiós.

La noche antes de partir, te confesé como me sentía y las cosas que ya no sentía por ti, te hice ver tus errores para que siguieras mejorando.
Y con lágrimas en los ojos te dije que ya no te amaba y que ambos necesitábamos sanar pero no juntos, porque no puedes sanar en el mismo lugar donde te enfermaste.

Fue la última noche la más dolorosa, por dormir contigo sabiendo que era la última vez, los últimos besos que nos íbamos a dar, la última vez que estuvimos y sobre todo la última vez que te iba a ver, porque todo era por el bien de los dos.

El nosotros que un día queríamos formar, se volvió en una relación tóxica y no el lugar seguro que sentí el primer día que te vi directo a los ojos mientras veíamos el atardecer.

Nunca pensé soltarte pero esto no era sano para ninguno de los dos, debía sanar, debía volver a reconstruir la tara que dejé que destruyeras y construyeras a tu antojo.

Se acabó y fue muy doloroso porque nunca pensé soltarte.

Cartas a mi amor inesperado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora