Prólogo

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El amor siempre es así tan diferente con cada persona que nos encontramos en el camino, tan maravilloso pero también tan doloroso que en muchas ocasiones nos queremos echar atrás y no creer más en el pero sobre todo tan inesperado como lo es en el caso de mi historia.

Tenía tan solo 16 años cuando te conocí y jamás pensé experimentar el amor de la forma en el destino me lo ponía en ese momento y no me refiero a que me enamore de inmediato, no, si no la forma tan diferente en que se dieron las cosas entre nosotros.

Como conocí a Alan Morgan.
Puedo jurar que su físico delgado era lo que más llamaba mi atención, pero mis ojos no te veían más haya de lo que somos amigos.

La tarde que te conocí, llevaba minutos repasando tu cuerpo y las diferentes expresiones que hacías mientras hablas con mi amiga. Fue hasta el momento en que nuestras miradas se cruzaron y shelby decidió presentarnos y para no demostrar mi pena deje de hacer mis actividades escolares y unirme a ustedes.

Shelby: Tara deja de ser tan responsable un momento y ven a socializar un poco.

Después de mostrarle mi mejor cara de culo, me levante y salude con un simple hola y una sonrisa no muy fingida desde mi punto. Después de esto ella hablo.

- El es Alan y es hermano de Jackson el chico moreno alto, de ojos y cabello castaño que te presente el otro día en la fiesta.

Porque si era responsable con mis estudios pero eso no me quitaba que podía divertirme como bien lo sabía hacer.

Tara: un gusto Alan.
Le ofrezco mi mano para saludarlo decentemente y el accede con una sonrisa pícara.

Tara: ¡Ah! Shelby que no se note que gusta el moreno.

Solté unas risitas, mientras ella solo ponía mala cara por mi comentario.

Shelby: Nada más porque tu ni para enamorarte tienes tiempo, deja tus argumentos de que es perder el tiempo.

Tara: que tenga mejores cosas que hacer, que perder mi tiempo en alguien  que no se si me va a dar el lugar que yo misma me doy, no significa que sea de piedra shelby.

Para este punto ya había empezado la misma discusión y habíamos dejado de lado a Alan que solo nos miraba extrañamente y sonreía para si mismo.

Shelby tiene 18 años, es una morena de buenas curvas, con cabello totalmente negro, tenía los ojos claros y siempre trataba de estar presentable, ya saben por si se presentaba alguna oportunidad de conocer a alguien.

Shelby: Bueno como digas, creo que no es momento para eso, busco mis cosas y nos vamos.

Tara: si estamos en tu casa para donde pretendes que salgamos, no me digas que hiciste planes sin consultarme otra vez.

Ella solo se hizo la loca y al darse vuelta me guiño un ojo, entendía su señal lo que hizo fue dejarme sola para poder ser devorada por la amenazante mirada de Alan.
Luego de un largo tiempo decidí romper el silencioy como si estuviese presentandome delante de mi clase le dije.

- hola soy tara, tengo 19 años y por si te lo preguntas no, no me interesa tener ningún vínculo afectivo con ningún hombre.

Cabe decir que nunca me había ido bien en mis intentos de tener una relación, así que entiendan me.

- Wao, que directa.
Fue lo que Alan logró decir, al instante agrego.

- soy Alan Morgan, tengo 22 años y si me queda más que claro, aunque yo estoy en la misma posición que tu.

No supe que decir ante eso, pensé que solo diría su nombre y se alejaría.

Media hora después estábamos ahí hablando como si nada y logramos empezar una amistad, no tan íntima pero hicimos lo que pudimos.

Para adelantar esto, después de 5 años Alan y yo nos hicimos pareja, de ahí toda esta historia, me demostró lo que un hombre puede llegar hacer por la mujer que quiere pero después de 2 años de relación y 1 viviendo juntos tratando de formar una familia, fui capaz de ver que el hombre del que estaba enamorada no era el chico que el me mostró durante tanto.

Por eso estas son las cartas de cosas que debí decirte en ciertos momentos de toda nuestra relación.

Perdón si me extendí pero había que entrar en contexto jajaja.

Cartas a mi amor inesperado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora