mi luz en mi oscuridad

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La fría agua del mar tocaba sus pies, ¿Cuándo llego a este extremo? ¿Cuándo se volvió tan miserable?, no entendía por qué su madre lo odiaba tanto, porque su padre no soportaba su presencia y por qué su hermano mayor lo ignora, era tan patético, le gustaría estar con su tío, pero él está en otra ciudad con su familia, porque lo abandono al ver que era un caso perdido. Siguió caminando hasta que el agua llego a su cintura.

- ¿Qué crees que haces? – pregunto una chica que apareció de la nada, su cabello dorado que brillaba bajo la luz de la luna y sus ojos celestes que parecían joyas brillaban con la misma intensidad que su pelo, sus ojos demostraban tanta preocupación ¿estaba preocupada por un desconocido?

- Señorita no se debe de preocupar por personas que ni conoce, solo le traerá estrés y dolor innecesario – dijo para después dar la vuelta y seguir con lo que estaba haciendo sin importarle que había alguien ahí presente.

- Pero puedes dejar de ser un desconocido – dijo ella mientras estaba entrando al agua para tratar de alcanzarlo - ¿Por qué no me dejas concerté?

El la miro de una forma extraña, ¿Qué le pasaba a esa chica?, ella camino con rapidez hasta llegar a abrazarlo, él se sorprendió por el repentino contacto, y aunque odiaba que lo tocaran el abrazo era cálido, sin desearlo las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, sin importarle que ella era una descocida se acurruco en el espacio entre su cuello y su hombro y comenzó a llorar. Gritos desgarradores salían de su garganta le dolía el corazón por todo lo que paso, sentía rabia y dolor, solo quería gritar y ser abrazado, y era justo lo que esa dama estaba haciendo, darle el apoyo que tanto anhelaba. No sabía cuánto tiempo estaba llorando, pero si estaba seguro que fue mucho porque había empapado el hombro del vestido de la chica.

- ¿Te sientes mejor? – pregunto y el asintió y de una forma muy torpe trato de esconder su rostro para que no vea sus ojos hinchados y su cara sucia por sus lágrimas – y creo que no tienes un lugar a donde ir, si mi suposición está en lo cierto puedes venir conmigo que tengo un cuarto de invitados en mi casa - dijo ella con una sonrisa cálida.

El chico la seguía mirando como si fuera una loca por ayudarlo, pero ya que no tenía a donde ir la acompaño a su casa. Era una linda casa en la playa, tenía una sala con un balcón para salir a la playa, una cocina, un baño de invitados, un cuarto de invitados con su baño y aparte su cuarto y su respectivo baño.

- Tienes una casa muy acogedora – dijo mientras miraba todo el lugar.

- Mis tíos me la dieron para que pueda vivir tranquila, tengo ropa de mi tío en el cuarto de invitados ya que vienen seguido a visitarme – dijo mientras le señalaba el closet con la ropa de su tío – yo voy a preparar algo de comer y beber, tu mientras tanto te puedes dar una ducha  para relajarte.

- Gracias – dijo el antes de que ella saliera del cuarto – gracias señorita...

- dime Athanasia no señorita, y es un gusto concerté.... - alargo lo ultimo ya que no sabia como referirse a el.

- Lucas – dijo para después son reírle – un gusto Athanasia.

Lucas tomo algo de ropa y entro al baño para darse un baño de agua caliente para que su cuerpo entre en calor, todavía no entendía nada, como termino en la casa de una descocida cuando ella se interpuso en su intento de suicidio, salió de la ducha y vi que a su celular le había llegado un mensaje, era su mamá '¿Dónde estás? ¿vas a volver? Si no vas a volver dejare tus cosas en cajas en el desván del jardín, si vuelves por ellas no me fastidies y solo vete sin decir nada, nos aras un favor al no volver' el solo suspiro, ya no tenía a donde ir.

- Ya está lista la comida – dijo Athanasia desde la sala, el salió y fue a la sala donde ya estaba la mesa puesta, tomo asiento y agradeció la comida.

one shot de princesa encantadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora