Capítulo 3: Cambio de planes

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Atenas, Grecia

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Atenas, Grecia.

La cabeza me hervía mientras que la informante hablaba al otro lado de la línea.

— Nuestro anterior comunicante no les ha dado la información completa, por lo que quizás su estrategia no será totalmente efectiva. El objetivo estará junto a su hermano en un salón privado, en donde solo entran los lideres de la mafia y sus subordinados; las bailarinas y el servicio de garzones son los únicos que suelen entrar ahí sin ser parte de los clanes que aquí se juntan.

— Maldita sea —las chicas me quedan mirando a través del espejo que está frente a mí; niego repetidas veces y en un arranque de ira tiro todo al piso, arruinando un par de implementos de trabajo de Jane—, llamen inmediatamente al equipo.

No sabía que hacer, mi mente comenzó a trabajar a mil por minuto; el plan está arruinado, la estrategia que tanto repasamos ya no sirve más. Rápidamente veo llegar a Anderson junto a los soldados, y detrás vienen Jamie y Alice.

— Dime que ha sucedido, Leah.

— Tendré que entrar sola a una jodida madriguera de mafiosos.

Le cuento al equipo lo sucedido y la nueva información que me dieron desde el casino; hacemos un nuevo plan de acercamiento y repasamos nuestras nuevas posiciones, nombres, y todo lo necesario para que el nuevo plan tenga un buen resultado.

Jane recoge todo su material del suelo, y no puedo evitar sentir tristeza por lo que le hice a sus cosas, así que le prometo que le regalaré todos los implementos que necesita y de una buena marca y calidad para recompensar lo sucedido. Comienza con mi maquillaje, explicándole a Brown que lo que le hizo a ella sigue sirviendo para su nuevo papel en la misión; seguiré siendo una pelinegra de ojos grises, por lo que no tendremos que salir a comprar nuevas lentillas ni tinte de cabello.

Mientras mi hermana pequeña me arregla le cuento lo ocurrido al general Martín, quien firmemente me dice que confía en mí y en mis procedimientos. Me ha visto caer y levantarme sin la necesidad de ayuda ajena, ha visto como me han pisoteado y he logrado romperles los pies a esos bastardos; ha sido quien más me ha ayudado desde que, por cosas de la vida, ingresé a esta institución.

La estrategia no puede fallar, mucho menos teniendo tanto en juego; los nervios me matan por dentro, y siento que en cualquier segundo tendré una crisis de pánico.

Al finalizar su trabajo, Jane contempló mi rostro un par de segundos. Por como sonreía y veía con fascinación lo que hizo, supe que estaba orgullosa de su progreso.

Llega la hora de partir al grandioso casino, nos montamos en autos de lujo, y los que no son parte de este equipo, como mi hermana, se quedan en el hotel para no correr el riesgo de que alguien pueda hacerle daño. Me bajo frente a la entrada principal de este lugar, dejando las llaves del Bentley al valet parking; lusco un hermoso vestido negro, con tacones altos y bellos guantes largos.

Schiavo per Amore © [Gli Amori #1] ✔️ [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora