Quién eres?

CAPÍTULO 2

La noche anterior no pude dormir casi nada a mi mente venían pequeños y raros recuerdos sobre ese misterioso chico. Me levanto sin ningún tipo de deseo y me dirijo hacia el baño para asearme y dirigirme al instituto.

A primera hora tenia clases de matemática y no podía llegar tarde, la profesora era bastante estricta con el horario. Al llegar, se acerca mi mejor amiga Chloe junto a su amigo Mike, hacia donde yo me encontraba.

Chloe al contrario de mi es guapa, un tanto más alta que yo, sus labios son delicados y siempre lleva un bello labial rosa pálido, tiene unos tiernos ojos azulados, su pelo es negro y siempre lo lleva bien peinado, pero sobre todo es una amiga magnífica y súper cariñosa.

–No te vi en la fiesta el sábado, acaso no fuiste– pregunto mi amiga con un tono divertido y relajado.

–Sí, solo no estuve mucho tiempo, no era un ambiente en el que me sintiera cómoda- le respondí en el mejor tono posible.

Por suerte el timbre de entrar a clases sonó, sino me hubiese hecho un largo interrogatorio en medio del pasillo.

Los turnos de clase pasaron rápido y llego la hora de almorzar, como de costumbre me senté junto a Chloe y otras chicas de mi clase, almorzamos con más tranquilidad de lo habitual y luego de haber acabado mi amiga me tomó del brazo y prácticamente nos arrastró a ambas hacia el pasillo.

–¿Te enteraste?... transfirieron a un chico nuevo a nuestra clase– dijo mi amiga bastante emocionada.

–Es algo raro, estando a pocos meses de los exámenes finales– le respondí restándole importancia a su comentario.

Sinceramente no estaba interesada en estar con otro chico después de lo ocurrido con Ryan o por lo menos no por ahora. Además para Chloe cualquier chico nuevo era guapo.

Cuando llegamos a nuestra próxima clase, Chloe tenía razón, había un chico nuevo sentado en la última fila, y como era obvio, rodeado de chicas pidiendo su número.

Tenía el cabello negro y varios mechones de este caían sobre su rostro, su piel se veía muy suave y con un tono súper pálido, como si ni tan siquiera un rayo de sol tocase alguna vez su piel, sus labios eran gruesos y con un claro tono rosado el cual asentaba de maravilla con su color de piel; de lejos pude ver que sus ojos era de un color azul muy intenso y bastante provocativo, he visto muchos ojos azules, pero ningunos como estos, en resumen este chico parecía sacado de un comic, en serio era súper guapo

Sin darme cuenta estuve mirándolo detalladamente durante buen tiempo, y me di cuenta por la mirada que me dedicó, entonces una de las comisuras de sus labios se alzó en una media sonrisa dejando ver unos perfectos dientes blancos, así como esos que ves en los chicos de las películas.

Sentí como me sonrojaba ante su mirada por la vergüenza que sentí, tomé a mi amiga del brazo y me dirigí hacia mi asiento. En varios momentos sentí una mirada sobre mí, pero solo decidí ignorar esa sensación.

Sonó el timbre de salida, recogí mis cosas y me dispuse a irme hacia mi casa, saliendo del instituto me detuve al oír mi nombre.

–Ash... espérame– era Chloe que venía corriendo hacia mí.

–Ves, te dije que era súper guapo– ni siquiera vaciló tomando mí brazo.

–Sí claro... como tú digas– en verdad sí que lo era, y de una forma inhumana, pero no quería afirmarlo frente a mi amiga ni frente a nadie.

–Amiga... oí que Ryan y tú habéis roto, sabes que estoy aquí para ti...– mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas en un instante, pero no lloraría, no mostraría mi parte débil.

–Nos vemos mañana, debo llegar temprano a casa– ni siquiera esperé que Chloe respondiera y salí corriendo.

No me gustó haberla dejado allí sola, pero si oía algo más sobre mi ruptura con Ryan terminaría derrumbándome y llorando sobre su hombro, y no soy de las que van causando lástima.

Iba caminando con mi cara empapada en lágrimas, debía limpiármela antes de llegar a casa, o tendría que soportar el interrogatorio de mi madre, y no quería eso en este momento.

Aunque Lilith Sheinmell, mi madre, siempre estaba muy ocupada por su trabajo, se preocupaba a menudo por mí.

Solo estaba a dos cuadras de mi casa, iba tan distraída que al doblar en una esquina, choqué con la espalda de alguien.

–Lo siento– fue lo único que dije y seguí mi camino, entonces siento como agarra mi mano y me voltea bruscamente hacia él.

Era él, era el chico nuevo, y viéndolo así de cerca se veía mucho más guapo. Sus ojos se encontraron con los míos, y le sostuve la mirada por varios segundos. Me pareció conocido ese azul de su mirada, y ese brillo tan intenso, sin dudas se me hacía familiar.

–¿Nos hemos visto antes?– pregunté fijándome detenidamente en su hermoso rostro y cada expresión suya.

–No... y me alegro de que así sea– dijo este soltando mi muñeca, prácticamente tirándola y apartó su mirada de la mía.

Se volteó y comenzó a caminar.

–Por cierto... deberías dejar de chocar así con las personas– lo oí decirme.

No tengo idea de a qué se refiere, él dijo que no nos habíamos visto antes, ...¿o tal vez sí?... De verdad este chico me está confundiendo.