Capítulo 163

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AN: Esta actualización fue beta de ProdigiousThunder en los foros de batallas espaciales. ¡Muchas gracias!

Descargo de responsabilidad: no soy dueño de Gundam Seed o Star Wars. Pertenecen a sus respectivos dueños de derechos de autor. Esta historia no se crea con fines comerciales. No gano dinero con eso.

Interludio: En la boca del infierno

ciudad tipoca

Kamino

"¡Ven conmigo!" 99 saludó a todos los cadetes que logró reunir después de que llegó la orden de evacuación.

Miró detrás de sus hermanos menores. El otro extremo del corredor estaba bloqueado en su mayor parte por una barricada hecha de cualquier cosa que los cadetes más viejos pudieran tener en sus manos. Esos muchachos habían elegido quedarse atrás y comprarles al resto tanto tiempo como pudieran.

99 estaba orgulloso de ellos. Los sonidos de disparos de bláster y explosiones se habían estado acercando cada vez más en los últimos diez minutos. Todos los informes que llegaban por las comunicaciones eran sombríos: nada impedía que los Jedi trabajaran para los separatistas. Todo lo que los clones podían hacer era reducir la velocidad y, si tenían mucha suerte, extraer una libra de carne a cambio. Como si eso no fuera suficientemente malo, la Orden 66 llegó hace casi una hora.

Todos los clones sabían lo que eso significaba: los Jedi los habían traicionado a todos cuando más los necesitaban.

99 sacudió la cabeza y comenzó a correr hacia las plataformas de aterrizaje; esperaba que todavía estuvieran aseguradas. por causa de sus hermanos, no de él; 99 no tenía la intención de salir de su casa. Sabía que la flota no podía llevarse a todos con ellos y él no iba a tomar el lugar de uno de sus hermanos, mucho menos un asiento en el que cabría uno de los niños.

Un fuego rápido estalló desde atrás y 99 redobló sus esfuerzos.

"¡Ve, ve!" Saludó de nuevo. Los cadetes mayores posiblemente no podrían tener éxito donde fallaron los soldados entrenados. Afortunadamente, no fue necesario. Sólo tenían que ganar un poco de tiempo.

99 y sus pupilos salieron directamente a la furiosa tormenta cuando una fuerte explosión sacudió el edificio de sus barracas. Los cadetes no tenían explosivos y probablemente ya estaban muertos.

"¡Yo los detendré!" 99 gritó. "¡Ve! ¡Por ahí!" Señaló en la dirección de las almohadillas. No estaban particularmente lejos, pero no podía verlos a través de las cortinas de lluvia que caían del cielo.

99 esperó a que todos los cadetes pasaran junto a él y luego se cubrió detrás de la pared al lado de la puerta. Una sonrisa de contenido apareció en su rostro. Si bien odiaba a los clankers y traidores que atacaron con éxito su hogar, también estaba extrañamente agradecido. ¡Le dieron la oportunidad de salir como un verdadero soldado, como el resto de sus hermanos!

99 miró hacia el pasillo y vio un par de endebles droides B1 que se movían entre el humo. Apuntó con cuidado y presionó suavemente el gatillo tal como le enseñaron sus hermanos favoritos hace tanto tiempo. Su primer disparo dio en el blanco y el golpe más cercano voló en pedazos. 99 sonrió y también le disparó a la otra máquina.

Dos minutos más tarde, cuando un droide Comando finalmente derribó al clon lisiado, los cadetes ya estaban en una lanzadera de asalto que avanzaba hacia los cielos.

Entre ellos había un joven que se hacía llamar Boba.

Fueron el último vuelo en salir de Kamino antes de que ocurriera el bombardeo orbital.

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