star wars Rogue Knight I español

Capítulo 162

AN: Esta actualización fue beta de ProdigiousThunder en los foros de batallas espaciales. ¡Muchas gracias!

Descargo de responsabilidad: no soy dueño de Gundam Seed o Star Wars. Pertenecen a sus respectivos dueños de derechos de autor. Esta historia no se crea con fines comerciales. No gano dinero con eso.

Interludio: Cae la oscuridad

"Hay un lugar en la galaxia donde el lado oscuro de la Fuerza es fuerte. Es algo de los Sith, pero fue alimentado por la guerra. Corrompe todo lo que camina sobre su superficie, lo ahoga en el poder del lado oscuro. . Corrompe toda vida, y se alimenta de muerte " .

-Kreia, KOTOR II

Malachor V. Podría decirse que ese fue el mayor logro de Revan. De un solo golpe puso fin a las Guerras Mandalorianas. Fue un evento que resonó por toda la galaxia y fue escuchado por aquellos tocados por la Fuerza.

Los mandalorianos fueron derrotados en esa batalla. Ganó la República.

Eso es lo que todos saben con certeza de esa batalla.

Luego están los rumores. Algunos dicen que Malachor V fue una trampa. Que fue el momento en que Revan mostró sus verdaderos colores y sacrificó a aquellos bajo su mando que tenían su lealtad a la República y sus hogares en mayor consideración que la lealtad al propio Revan. Dicen que usó Malachor V para convertir a todos menos uno de los Jedi que se unieron a él al Lado Oscuro.

Otros creen que Malachor V fue un extraño incidente de guerra.

He estado por encima de ese mundo roto. He caminado por sus llanuras devastadas. Incluso cuatrocientos años después, todavía podía sentir los gritos de los moribundos. Todavía podía sentir su miedo y saborear los ecos de su dolor.

No hubo una gran revelación, ni idea de si Revan forjó ese día fue intencional o no.

Hubo una gran revelación: incluso siglos después, Malachor V era diferente. Podía sentirlo gritándome a través de la Fuerza. Ese planeta era un lugar de muerte. Estaba cubierto por océanos intangibles creados por el propio Lado Oscuro. Cuando estaba en la superficie, casi me ahogo en el puro poder corruptor de contener en ese mundo miserable.

Cuando me paré allí y me abrí al Lado Oscuro, me llevó al borde de la locura. Malachor V dejó su marca en mi alma y me hizo comprender que no importaba lo que Revan intentara hacer en ese mundo maldito, al final no importaba.

Un solo acto de guerra desgarró una herida en la propia Fuerza. Uno que se alimenta de vida y corrompe todo lo que toca. Después de verlo por mí mismo, lo supe. Sabía cómo Revan puso de su lado a todos los Jedi que lo seguían excepto a la Exiliada. Sabía por qué casi todos los soldados del ejército de la República bajo su mando optaron por volverse contra la República.

Hasta que me paré sobre Kamino tratando de replicar los pies de Revan, no estaba seguro de cómo lo hizo, solo sabía en mis huesos por qué tuvo éxito.

Casi mil millones murieron cuando el primer bombardeo golpeó Kamino. Un tercio de ellos tuvieron suerte: solo tuvieron un instante para comenzar a sentir dolor antes de que el bombardeo orbital los convirtiera en cenizas. Otros fueron quemados hasta morir por el impulso térmico o desgarrados por las ondas de choque y tuvieron suerte de que sus cerebros no tuvieran tiempo suficiente para registrar la agonía.

Sentí su dolor de todos modos. La Fuerza hizo eco con sus gritos agonizantes a pesar de todo. Desde hombres, mujeres y niños, hasta el microbio más diminuto, pude sentir sus muertes. Los océanos hirvieron, las ciudades se quemaron y los que estaban al borde de los ataques orbitales gimieron en agonía cuando su piel se derritió o se hirvió en el océano que solía ofrecerles protección.

La pequeña parte de mí que contenía los restos hechos jirones de mi conciencia retrocedió por toda esa muerte de la que era responsable.

La mayor parte de mí se deleitaba con el poder de la muerte. El Lado Oscuro se estremeció con la afluencia de poder con el que mis acciones lo alimentaron y aseguró que amaría cada momento.

Al mismo tiempo, todos los hombres y mujeres de mi flota gritaron cuando la muerte de mil millones de personas los golpeó como un mazo. Fue solo la Gestalt que nos convirtió a todos en una mente expandida lo que evitó que sus mentes se hicieran añicos.

El segundo bombardeo golpeó. El tercero. Kamino gritó.

El bombardeo continuó. Las naves murieron cuando la CIS presionó su asalto para intentar preservar sus fuerzas terrestres en el planeta. Introduje los ecos de esas muertes en la gestalt haciendo que mi gente las experimentara al igual que les hice sentir a todos los que estaban debajo de nosotros muriendo.

Algo se desgarró en la Fuerza y ​​el propio Lado Oscuro hirvió sobre los océanos vaporizados de Kamino. Los pocos que seguían vivos en los profundos búnkeres protegidos tuvieron un momento para gritar desesperados antes de que sus vidas fueran consumidas. Una onda recorrió Kamino y todo lo que aún vivía en la superficie desapareció de la existencia. Sentí a los pocos Jedi enemigos que no lograron evacuar a tiempo gritar como almas condenadas cuando el Lado Oscuro los reclamó como suyos.

Podía sentir a todos atados a mí retroceder por lo que acabamos de causarle a Kamino. Podía sentir que sus mentes comenzaban a desmoronarse bajo la tensión del Lado Oscuro.

Pude sentir que su propia cordura comenzaba a hacerse añicos cuando cada uno de ellos comprendió lo que realmente significaba asesinar a todo un mundo.

Y me encantó cada momento.

Los clones y los nacidos por igual pedían a gritos un respiro. Necesitaban algo, cualquier cosa para quitar el dolor. Era su hora más oscura y yo estaba allí para ofrecerles ayuda cuando más lo necesitaban.

El Lado Oscuro ofrece muchos regalos. Podría enmascarar muchas cosas. A menudo miente.

Lo más importante es que nos ayuda en nuestra hora más oscura. Puede ayudarnos a creer la mentira de que el monstruo en el espejo no es nuestro reflejo distorsionado. Su mayor regalo es que puede escondernos de nosotros mismos. Puede ahogar nuestro dolor y sufrimiento en los gritos de nuestras víctimas. En nuestra hora más oscura, podría ofrecernos el socorro que tan desesperadamente necesitamos... y el precio es el que pagaríamos con gusto.

Dolor, sufrimiento, miedo y desesperación: esas ya no son cosas de las que debemos tener cuidado. No son nada que debamos temer, porque de ahora en adelante son simplemente nuestros instrumentos.

Yo era lo que mi gente necesitaba. Yo era el hombro sobre el que lloraban. Fui la mano amiga que los arrastró más allá del borde de la locura. Yo era quien les daba el cálido abrazo que ansiaban y les decía que todo iba a estar bien. Yo fui quien los convenció de que podían vivir con la carga de asesinar a Kamino y a todos los seres vivos de ese planeta. Fui yo quien los convenció de que no eran monstruos a sus propios ojos.

Soy yo quien los maldijo y ellos lo agradecieron.

Soy el Señor Oscuro de los Sith y el Lado Oscuro es mi servidor ansioso.