¡Todos Corran! [Slashers x reader]

Capítulo 43

Te fuiste a dormir una vez Thomas te informó que Michael estaba calmado y los Sinclair estaban en casa. Ignoraste por completo los mensajes de Harrison debido al dolor de cabeza que tenías.

Que error más grave.

03:15 A.M

Tu celular suena una y otra vez, en tu sueño juras que estás en una pequeña reunión con música de fondo, muchas risas, mucho ánimo por parte de todos. Hasta que finalmente algo parece despertarte, el sonido de una de tus plantas que cayó a suelo y su macetero se rompió.

Con los ojos entrecerrados y sin poder entender que pasaba, escuchas el tono de llamada de tu celular una vez más. Lo tomas de tu mesa de noche, ves el nombre de Harrison y finalmente te sientes despierta.

—¿Sí?—murmuras con tu voz aún un tanto ronca.

—¡Tenemos problemas enormes!—grita desde el otro lado de la línea, alcanzas a distinguir el sonido de que va en un auto— ¡Voy a buscarte!

—¿¡Qué pasa!?—le respondes alterada, levantandote de la cama para poder vestirte.

—¡Son los familiares de Thomas!, ¡Charlie Brown Hewitt está muerto!

Tu estómago duele, como nunca había dolido. El corazón acelerado, tus manos temblando y sientes como el dolor de cabeza vuelve al igual de una ola.

Respiras una y otra vez, buscando fuerzas para responder—Debo...debo decirle a Thomas...

—¿¡Estás loca!?, ¡sabes cómo se pondrá!

—Te llamo luego, llega pronto.

Quieres vomitar y llorar. No sabes cómo se lo tomara, ni siquiera se te ocurrió preguntar cómo está su madre o su otro tío Monty. Lo único que sabes es que debes decirle y debes hacerlo rápido.

Sales de tu habitación a toda prisa, tratando de no despertar a nadie en el proceso y llegas al cuarto de Thomas. Casi puedes sentir la sangre recorrer tus venas debido al nerviosismo, pero sin perder más tiempo llamas a la puerta. Sientes el peso de su cuerpo hacer sonar el piso de madera, supones que debe estar poniéndose algo de ropa antes de abrir o estará buscando su bozal.

La puerta se abre y sabes de forma casi automática que con sólo ver tu rostro Thomas sabe que algo pasó.

—Yo...Thomas...tu—no logras encontrar las palabras exactas para expresarte pero él, siempre débil por ti, toma tu rostro en sus manos y eso te da el coraje—. Tu tío Charlie falleció  cariño, Harrison viene por nosotros para llevarnos al lugar.

Hay un interminable silencio, es pesado y ácido, sus ojos se llenan de lágrimas que nublan los azulejos. En un acto de derrota, deja caer su cabeza en tu hombro y sin dudarlo si quiera un segundo, lo consuelas.

—Harrison llegará a buscarnos, arreglaremos esto...

Él asiente y vuelve a levantarse, es como un hombre de roca cuando se ve tan firme. Entra para poder buscar sus zapatos mientras tú bajas a esperar a Harrison, Thomas llega antes y se queda parado a tu lado en completo silencio.

A lo lejos alcanzan a ver las luces y tu corazón se acelera cada vez más, hasta que finalmente divisas la camioneta de Harrison, su rostro está pálido y sudoroso.

—Suban, rápido.

Thomas siente su estómago retorcerse con fuerza y asiente una vez con su cabeza para subirse en el asiento trasero. Tú estás a punto de subir en el asiento del copiloto cuando ves a Michael parado en la puerta, la máscara no te deja saber que es lo que está sintiendo.

—Cuida de todos, volveremos pronto. —él asiente y tú te subes, ni siquiera quieres mirar a Harrison o a Thomas.

El camino se siente totalmente eterno con tanto silencio.