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Sana no sabía cómo reaccionar ante aquella noticia, se encontraba en su departamento luego de un largo día en su universidad cuando una llamada entrante de un número desconocido hizo presencia en la pantalla ya encendida de su teléfono.

La peliazul respondió solo por precaución, porque estuvo a punto de cortar. Aunque luego de lo que oyó no sabía si había sido bueno, o malo.

Su hermana mayor, la chica que la había criado había fallecido de igual manera que sus padres hace mucho tiempo atrás. No sabía que debía hacer, sentía todo su mundo pausado, no podía procesarlo, ella había hablado con su hermana justo al salir de la universidad hace menos de una hora.

¿cómo ella...no estaba ahora?

Su presencia fue solicitada en ese mismo momento en un tribunal, tenía tantas emociones juntas que no podía controlar, quería llorar, gritar, saber también como estaban sus sobrinas, que hacer, esperaba que fuese una broma y reír, esperaba que fuese mentira. Pero no lo era, al llegar supo que la presencia de los padres de GeumJo, esposo de su hermana había solicitada también, pero ellos no eran muy cercanos a su hijo debido a un conflicto que ni Sana sabía muy bien así que era obvio que no estarían.

—¿Qué pasará con las niñas? E-ellas no irán a un hogar de menores ¿o sí? —Sana temblaba ligeramente de los nervios, trataba de no soltarse a llorar frente a los oficiales y demás personas.

—Su hermana y su esposo arreglaron su herencia apenas tuvieron a su primogénito. —Eso sorprendió a la más joven, su hermana nunca había conversado de eso con ella. —Ellos dejaron... una suma de dinero algo elevada, usted tiene la palabra; las niñas pueden ir a un hogar de menores, puede visitarlos, o puede quedarse con la custodia completa.

—¿y-yo?

—Usted es mayor de edad, tiene 21 años, y puede cuidar de ellas con la suma de dinero que su hermana dejó. Además, ella pedía que, si las niñas seguían siendo menores si ellos fallecían, la custodia sería entregada a usted: Minatozaki Sana.

Era la decisión, tenía que tomar una decisión rápida, se la pasaba entre trabajo y su universidad casi todo el día, su sobrina mayor tenía solo cuatro años cumplidos hace no más de dos meses y la menor no cumplía siquiera el año, Sana no sabía cómo cuidarlas.

—Por lo que sé, de registros y demás, usted tiene una vivienda a su nombre, eso la beneficia a la hora de la custodia completa, si tiene los recursos necesarios. Si usted toma la custodia, un asistente social tomará el caso y verificar que las niñas se encuentren bien a su cuidado.

—¿Puedo verlas? —preguntó recibiendo una respuesta positiva y después de seguir a un oficial entró a una salita con decoraciones infantiles, seguramente para que se sientan más cómodos y sus dos sobrinas en el suelo acolchado por alfombras de goma.

La mayor fue corriendo hacia ella gritando su nombre y abrazando su cuello, Sana soltó lágrimas silenciosas devolviendo el abrazo.

—¿Por qué lloras? —La niña inocentemente preguntó pasando sus pequeñas manos por las mejillas de Sana haciéndola levemente sonreír por ese gesto.

—Por nada, Momo-yah, no te preocupes.

—¿Dónde están mamá y papá? —Esa pregunta hizo a Sana estremecerse ¿cómo le decía a su sobrina de cuatro años que no volvería a ver a sus padres?

El labio inferior de la mayor tembló antes de hablar. —Ellos han ido por un laaaaargo viaje. Así que me quedaré contigo y con Mina ¿eso te parece bien? nos.... nos vamos a d-divertir mucho. —No lograba ver bien por las lágrimas y su pequeña sobrina tenía un rostro preocupado.

—Pero no llores, tía Sa... —La niña hizo un puchero con el ceño levemente fruncido por tal acción.

—¿Te has quedado con Mina este rato? ¿tú la cuidaste? —La expresión de la pequeña Momo cambió casi de inmediato a una orgullosa, asintiendo en el proceso.

—¡Si! Mina es buena también.

—Y tú eres una muy buena hermana. —pellizco suavemente su mejilla haciendo a la niña retorcerse suavemente con una risa bastante risueña. —Tengo que salir un momento ¿sí? cuida a Mina; ya vuelvo.

La niña volvió a sentarse junto a su hermana muy ocupada con unos bloques de plástico y Sana salió de la salita sintiendo todas las miradas sobre ella, esperando su respuesta.

—Me quedaré con ellas.

—Me quedaré con ellas

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'Lovely' - SatzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora