¿¡ESTÁS VIVO!? // 𝑀𝑒𝑡𝑟𝑜 𝑀𝑎𝑛 𝑥 𝑀𝑒𝑔𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒

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¿Metro Man vivo?

- ¿¡ESTÁS VIVO!? - Gritaron al unísono Roxanne y Megamente al ver al héroe que creían muerto. El hombre alto se rió nerviosamente y les dijo que tomaran asiento en su gran y lujoso sofá.

- Así es, estoy vivo - Dijo sonriente el poste de luz humano. Megamente y Roxanne no se lo podían creer ¡Lo habían visto morir! Bueno, vieron su supuesto esqueleto...

- Nos debes una explicación - Exclamó sorprendida y perturbada Roxanne - ¿Por qué Metro Man? ¿Por qué nos dejaste con este monstruo destruyendo a toda Metrociudad? Sin ofender - Dijo mirando con una mirada de disculpa a Megamente.

- No, no me ofendo, pienso igual - Respondió de forma tranquila el hombre azul.

- Tienen razón, les debo una explicación, sobre todo a ustedes dos. - Suspiró pesadamente y se sentó al lado de Megamente, que lo miraba expectante con sus grandes ojos verdes, esperando a que el ex superhéroe contara la versión de su historia. - Me sentía cansado, siempre era lo mismo, tú hacías algo malo - Miró y señaló a Megamente, que se le formó una mirada culpable y cierto tono rojo – que se tiñó de morado enseguida por la piel azul – por la pena. - Y yo te detenía y te enviaba a la cárcel - Dijo tocando con su mano a su pecho, la accion fue muy fuerte, según el punto se vista de Roxanne y Megamente. - Era la misma rutina de siempre. Entonces, mientras tú hablabas usé mi supervelocidad y exploré toda la ciudad, busqué libros de autoayuda pero ninguno tenía la respuesta, vi como todos en la ciudad tenía un propósito, algo que los hacía felices o los hacía sentir llenos, algo que yo no tenía... - Suspiró, quedando en silencio un par de minutos, silencio que ninguno de los dos receptores querían romper. Inhaló y exhaló, y continuó con la historia.
» No me sentía feliz siendo un héroe, sentía que era un peso que tendría que pagar hasta el día de mi muerte... Y fue cuando se me ocurrió la fantástica idea de fingir mi muerte. Y funcionó, se la creyeron todos... ¡Y así nació Music Man! - Exclamó sonriente. Haciendo que los dos oyentes quedaran confundidos.

- ¿Music qué? - Preguntó Megamente, cosa que hubiera preferido no haber hecho. Ya que Metro Man – ahora Music Man, según él – sacó una guitarra, de las tantas que había.

- Ya sabes, Music Man, para no cambiar mi logo - Roxanne y Megamente levantaron una ceja - Descubrí mi amor por la música y ahora escribo y canto canciones ¡Escuchen!... - Empezó a tocar la guitarra - Esta mirada, ni siquiera el plomo puede deteneeeeeer.

- ¡Suena horrible! - Exclamó Roxanne.

- Es cierto - Dijo Megamente. - Por favor vuelve, ¡Solo por esta vez! Y luego haces lo que quieras y cantas todas las canciones horribles que quieras - Suplicó Megamente. Metro Man miró los ojos del hombre azul ¿Siempre fueron tan verdes? Es como ver un bosque o bellas esmeraldas.

- Yo... Yo ya me retiré... Lo siento yo... - no pudo terminar porque Roxanne empezó a lanzarle cosas a la cara.

- ¡Agh! ¿¡Cómo. Pudiste!? ¡Eres. Un. Traidor! - Gritó mientras arrojaba todo lo que podía a la cara de Metro Man. - Solo por esta vez, la última vez, por favor... - Susurró exhausta.

- Si, porfavor, te necesitamos - "Te necesitamos" fue lo único que escuchó Metro Man y lo único que quedó en su cabeza. Aunque rechazó la oferta las palabras del hombre azul quedaron en su mente, Megamente lo necesitaba, solo a él...

Salió entre corriendo y volando intentando alcanzar el auto en donde estaban el hombre azul y la chica carismática. Había cambiado de opinión.

Y creía saber por qué lo había hecho, y eso le causaba terror.