¿¡ESTÁS VIVO!? // 𝑀𝑒𝑡𝑟𝑜 𝑀𝑎𝑛 𝑥 𝑀𝑒𝑔𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒

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Roxanne ahora lo sabe.

Roxanne fue a visitarlo ese día, llegó con una sonrisa de oreja a oreja, estaba muy emocionada porque ya habían pasado cinco meses desde que Metro Man volvió a ser un héroe y había salvado Metrociudad de Titán. Claramente ahora los ciudadanos podían decir que vivían mejor que nunca, también se habían vuelto más amables con Megamente (hasta el punto en que le regalaban cosas).
El alien azul con más suerte en el amor que yo estaba feliz, puesto que en uno o tres días  podría salir del hospital, al final tuvo una recuperación muy buena, al punto en el que el problema de matarlo o quitarle su cabezota distintiva se disolvió, todo gracias a Metro Man ya que él había pagado los mejores servicios médicos para el hombre de piel azulada.
Volviendo con Roxanne, le mencionó emocionada que Metro Man parecía estar enamorado, puesto que había hecho muchas obras románticas, que parecía muy distraído y soñador, Megamente se había puesto colorado — Morado — por ello, perfectamente sabía el por qué. Metro Man había ido a visitarlo cada semana, nunca faltaba, no importaba si estaba cansado, si estaba triste o enojado, siempre se mostraba amable y coqueto con él.

- ¿Alien? ¿Todo bien? Te ves pensativo. - Roxanne lo miró un tanto preocupada. Megamente mantuvo su mirada en los ojos de aquella bella mujer de pelo corto. Suspiró y decidió contarle lo que pasaba, se sentía algo desesperado por contarle a alguien.

- Es que... Metro Man me visita seguido, y yo sé la razón del por qué lo hace. Sé que no es por lástima o algo por el estilo, es por otra cosa. - Comentó Megamente mientras se sentía nervioso. - Es algo raro, me lo dijo hace meses y fue en la primera visita, ni tuve que preguntárselo. Emmm... ¿Cómo lo digo sin morir de vergüenza?. - Megamente jugaba distraídamente con sus manos mientras sonreía nerviosamente. Roxanne le dio una palmadita en la rodilla y le dio una mirada que le explicaba claramente que si no le decía, lo mataría porque no podía ilusionarla para luego no contar el chisme completo. - Metro Man está enamorado de mí, o eso me dijo la primera vez. Eso y que está dispuesto a conquistarme.

- No. Me. Jodas - Dijo Roxanne mirándolo sorprendida, una sonrisa malévola se le formó en la cara y Megamente quiso escapar, le había visto esa cara dos veces en su vida y sabía lo que significaba. - ¡Esto es tan romántico y cliché! Con razón cada que ve cosas azules sonríe. Tienes que contar todo pero todo. ¿Cuándo viene a visitarte?

- Todos los jueves, ¿por qué? - Le preguntó un tanto confundido, no entendía muy bien el por qué de la pregunta. Roxanne se fijó en su celular y sonrió, mostró la pantalla y Megamente entendió todo. Hoy era jueves, y siempre llegaba a las 7:00 p.m., eran las 6:50 p.m. - Ya va a venir...

Tanto Roxanne como Megamente se quedaron callados al escuchar una voz masculina. La bella mujer volvió a sonreírle al alien azul, le daba una mirada que le reflejaba lo que quería decir, esa mirada molesta que hace la gente cuando sabe que te gusta alguien y justamente se acerca esa persona.
Megamente se acostó rápidamente y se hizo el dormido, tenía la esperanza de que Roxanne lo ayudaría. Sintió los pasos acercarse y el cómo se abría la puerta lentamente.

- Oh, hola Roxanne. No esperaba encontrarte aquí.

Escuchó que dijo Metro Man, los nervios le comían por dentro y estaba casi seguro que se había sonrojado. Roxanne colocó una de sus manos en su cabeza y le respondió a Metro Man.

- Yo tampoco, ¿qué te trae por aquí? Sé que mi amigo tiene su encanto pero no esperaba que te atrapara a ti.

Silencio. La curiosidad estaba creciendo en su interior, quería saber qué estaba pasando, si Metro Man estaba nervioso, orgulloso o quién sabe qué. Pero tenía que seguir el show porque... Ya ni sabía el por qué, simplemente sentía vergüenza y nervios ante la idea de verlo.