RESILIENCIA °°°° Crepusculo-Marvel

Extra II

-Tranquila, todo saldra bien.- tranquilizo el rubio vampiro mirando la acogedora casa de Forks.

-¿Qué tal si se altera tanto que le da un infarto?.- pregunto Dandara pasandose las manos por su cabello, ella no queria estara mucho tiempo ahí por si los vampiros de allí se enteraran despues de lo que paso la ultima vez, de que Jasper la besara y ella lo apresara.

- Eh, cielo, va a estar bien él y tú. Puedo escuchar tu corazon desembocado, es a ti a la que parece que le va a dar un infarto. ¡Por favor, Dara! Todo estara bien, ni en las misiones te late asi el corazón.- el Baker se puso delante de la fémina agarrando sus mejillas para proporcionarla un dulce beso en su frente.

Se quedaron asi por unos largos minutos. La femina rodeaba la cintura del vampiro mientras que el la abrazaba en un abrazo de oso y daba besos en su coronilla y mejilla, tranquilizando asi a Dandara.

-¿Estas mejor? ¿Estas preparada? .- pregunto Sam separandose un poco de la joven sin cortar el abrazo.

-Creo que si.- contesto Dandara separandose del abrazo, pero enredo su brazo izquierdo con el derecho de él-. Pero, por favor, no te alejes de mi lado.

-Tranquila, no lo haré.- aseguro el vampiro besando fraternalmente la cabeza de Dandara desanredando sus brazos para abrazarla por los hombros.

Con un suspiro pesado y nervioso, los nudillos de la rubia por fin tocaron la madera de la puerta. Enseguida se escucho los pasos y Charlie Swan abrio la puerta, Dandara no tardo en lanzarse a sus brazos para abrazarle.

Charlie amaba demasiado a su rubia hija, cada abrazo, cada muestra de afecto por parte de ella, le hacia sentir...Tan bueno, tan buen padre y se sentia muy amada, amado por un amor puro.

-Dara, mi niña, te extrañe muchisimo.- confeso el seriff sobando la espalda de la joven y al separarse de ella fue hacia el rubio para abrazarlo-. Tambien te extrañe a ti, chico.

-Se me saltaran las lágrimas.- comento dramanticamente el chico, pero en realidad tenia demasiada buena relacíón con el Swan, era como el padre que siempre quiso, pero nunca consiguió.

-No os quedeis ahí, entrar.- el patriarca les encamino hacia dentro de la casa, cuando estuvieron en el comedor pudo notar que algo pasaba. Charlie miro a su hija menor y al que consideraba ya un hijo-. ¿Pasa algo? ¿Estais demasiado callados? Hija, tú sueles hablar de cualquier cosa irradiando alegria. ¿A sucedido algo? ¿Estais bien?

-Creo que seria mejor sentarno. Tenemos que contarte algo...Contarte muchas verdades.- comento Dandara sentandose en la mesa de enfrente al sofá, Sam la suigui sentandose a su lado poniendo una mano en su pierna en señal de apoyo.

-Es mejor que te sientes Charlie.- Sam señalo enfrente suya. Charlie, un tanto preocupado se sento enfrente de los más jovenes.

-Chicos, si estais juntos me alegrare, pero me estoy poniendo muy nervioso.- comento con un tanto de burla al principio el patriarca mientras se sentaba.

-No, papá, no estamos juntos...Es una historia algo larga.- murmullo esto último, pero el Swan lo alcanzo a escuchar perfectamente.

-Tienes suerte, es mi día libre.- el patriarca al ver como jugaba con sus manos demasiado nerviosa, se inclino para acariciar la mejilla.

-Pues, todo empezo cuando los Cullen se empezaron a acercar a Bella y a mi, empezamos a hablar....- Dandara comenzo el relato de forma tranquila, o un intento, ya que al ver el rostro de concentración de su padre la ponía demasiado nerviosa.

Pasaron los minutos hasta que paso un par de horas que le termino de contar todo con la ayuda Sam.

Al terminar el relato, Charlie estaba callado mirando a un punto fijo procesando toda la nueva información...Una nueva realidad.