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Cuando las turbulencias pararon, JiMin pudo respirar tranquilo y poco a poco fue haciéndose consciente de su alrededor, no pudo evitar sentir miedo cuando se dio cuenta de las miradas de los alfas de traje oscuro sobre el, como si estuvieran atent...

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Cuando las turbulencias pararon, JiMin pudo respirar tranquilo y poco a poco fue haciéndose consciente de su alrededor, no pudo evitar sentir miedo cuando se dio cuenta de las miradas de los alfas de traje oscuro sobre el, como si estuvieran atentos a cualquier movimiento peligroso. El castaño estaba muy confundido cuando percató un cálido agarre en su mano izquierda, sorprendido volteó a ver al hombre que lo sostenía, quien lo miraba de forma suspicaz.

—¡Oh!...¡Discúlpame! -gritó apenado. Su vergüenza se incrementó cuando se dio cuenta de la herida que le provocó al alfa y se asustó aún más al ver que este solo lo miraba sin decir nada, viendo cómo ignoro la señalización de su herida como si fuera de poca importancia, JiMin no pudo evitar pensar que hablaba otro idioma. —¿Pa...Pardon? Le tengo mucho miedo a los aviones y ni siquiera estoy consiente cuando...

—Está bien, oğlan. -contesta el hombre, JiMin se congela; oyendo el extraño acento del otro se dio cuenta que podría ser europeo, absolutamente no podía saber con exactitud qué idioma era ese a pesar de estar tan involucrado en muchos negocios internacionales con su padre. Se sintió tan estúpido al hablar en un idioma equivocado, el sentimiento incremento aún más cuando vio lo roja que estaba volviéndose la herida provocada por el. De su bolsillo decidió sacar unas banditas.

—Permítame por favor -un escalofrío recorrió su cuerpo cuando volvió a rozar la piel del alfa al momento de poner la bañista encima de la herida. Era claro que no era un alfa común, con tan solo una mirada él omega pudo deducir qué tipo de alfa se había encontrado. Se maldijo cuando se dio cuenta de las fuertes feromonas que correspondían a un AG.

JungKook miró extrañado con ositos de decoración, pero no dijo nada. Volvió a poner su atención al chico frente a él, provocando más nervios en el omega al pensar que lo iba a mandar a matar. Con diversas personas en el mundo no se sabe qué loco te puedes encontrar a la vuelta de la esquina, JiMin empezó a formular varias opciones de escape.

—Hemos aterrizado, de manera tranquila recojan sus bolsas y maletas que se encuentren en el compartimento abajo o arriba suyo y diríjanse a las salidas que marcan las auxiliares. Gracias por volar con nosotros, tengan una estadía agradable -JiMin agradeció a la voz automática del avión, en su nerviosismo no se percató del descenso del avión y se preguntó si había hecho algo más al hombre frente a él. La misma azafata amable que lo llevó a la primera clase se dirigió a él.

—Por favor, acompáñeme para que pueda recoger sus pertenencias en el ala común. Recuerde que por el cambio de de clase tendrá que pagar una pequeña cantidad por los minutos aquí, aún más si pidió algún servicio.

JiMin se congeló, tenía el dinero en efectivo exacto para pagar el hotel en el que se quedaría y usar la tarjeta no era una opción. Se tuvo que resignar cuando la beta le indicó dónde pagar una vez fuera del avión.

Con una última mirada al hombre, se fue por sus cosas. Esos ojos dorados realmente le ponían los pelos de punta, eran deductivos pero tenían un toque de peligroso y no pudo evitar sentirse aliviado cuando salió del lugar. Estaba seguro que aún podía sentir su mano quemar por el toque del otro hombre.

Mafia roja | kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora