Un bello Cadillac negro estaba estacionado frente a la casa, un par de rubios se encontraban en la parte de adelante mientras un hombre vestido elegantemente de negro fumaba un cigarrillo en la parte de atrás.
- ¿Y bien? – El hombre se encontraba con su pierna izquierda arriba de la derecha, tirando la ceniza del tabaco por la ventana.
- Al parecer está en la cocina… Ahora fue a contestar el teléfono – Dijo el rubio quien espiaba todas las acciones del padre soltero con ayuda de unos binoculares.
- ¿Qué haremos señor? – preguntó ahora la chica situada detrás del volante.
- Ustedes esperarán aquí -dijo abriendo la puerta y bajando del auto a la vez que tiraba la colilla del cigarrillo para posteriormente apagar lo restante pisándole- yo volveré rápido esperen aquí -se recargó en la ventana del copiloto- hicieron un buen trabajo Lee y Min.
Ambos chicos se mostraron felices al momento que su jefe les dijo aquellas palabras, siguieron con la mirada las acciones de su jefe.
- ¡ES LA PRIMERA FELICITACIÓN QUE TENEMOS DEL JEFE!
- ¡NO SOMOS TAN IDIOTAS COMO NOS HAN DICHO! –respondió la mujer con emoción– espera… mira allá –ambos jóvenes prestaron su atención a lo sucedido en la calle frente a ellos.
- ¿Qué es lo que hace?
- ¿Está… escalando la pared? –respondió Lee con otra pregunta.
Su jefe estaba escalando la pared con ayuda de un árbol, llegó a una de las ventanas del segundo piso, con ayuda de un alfiler logró abrir la cerradura y lentamente entró a la habitación de cálidos colores pasteles contemplando toda la decoración aún de pie frente a la ventana, el rosa predominaba un poco.
Después de escanear un poco la habitación escuchó un pequeño sollozo y rápidamente giró viendo a un pequeño bebé durmiendo, SU pequeño bebé.
El cachorro hizo un puchero para después gritar en llanto que no duró demasiado pues ya tenía el frágil cuerpo en sus brazos, calmando a su retoño.- Has crecido mucho ¿eh? y al parecer eres igual de lindo que tu padre -el bebé emitió una pequeña risita que hizo al hombre sonreír como no lo había hecho en meses dejando a la visibilidad sus hoyuelos.
- Shhh… Shhh… Papi está aquí –Dijo mientras arrullaba al bebé de un lado a otro, sus sentidos alertándolo de peligro cuando escuchó pasos sigilosos en dirección a ellos, pero conocía al hombre, y no le haría daño.
- Deja a mi hijo en la cuna Kim NamJoon
Kim lo vió, la mirada que SeokJin le estaba dando la había visto un montón de veces cuando ambos estaban trabajando. Una mirada tan fría y vacía que provocaba miedo y pánico al enemigo; lo único incorrecto es que no debería estar viéndolo así. No a él.
Soltó una pequeña risa.- ¿Tu hijo? Es nuestro hijo –sonrió mostrando sus hoyuelos– Hola Jinnie, tanto tiempo cariño –el mencionado se acercó al más alto con la vara en mano y la posicionó directamente en su cuello– Tranquilo cariño ¿así es como recibes a tu esposo?
- Tu no eres mi esposo Kim NamJoon… Ya no más, por algo te dí el acta de divorcio firmada por mí, tú y yo no tenemos nada -habló de forma fría, directa y sin tacto.
- Te equivocas, tenemos un hijo y eso es lo que nos une –respondió NamJoon con voz grave, Ryu movió sus manos, al parecer estaba despertando. Jin alejó la vara de su ex-esposo quién tomó mejor al bebé en brazos, sus pequeñas y suaves manos tocaban el rostro de su progenitor – Hola cachorro, soy tu papi –NamJoon acercó su dedo índice a la pequeña mano que tomó con fuerza su dedo– eres muy fuerte, tu papi te alimenta bien ¿eh?
Jin no podía explicar cómo se sentía; su ex esposo estaba ahí, frente a él con su hijo en brazos hablándole como siempre lo imaginó, la sonrisa de NamJoon lo delataba.
En sus meses de embarazo siempre pensó en cómo sería Nam siendo padre, creyó que nunca obtendría una respuesta y que cuando RyuJoon tuviera cinco o seis años y comenzara a preguntar por su otro padre se obligaría a mentir diciendo “tu padre fue un hombre que se fue de excursión a la montaña y se perdió, por eso no está con nosotros” vamos no le quería inventar una muerte al hombre y mentirle a su hijo, en el fondo de su corazón todos los días desde su divorcio existía el verdadero terror de quedarse sin su compañero.- ¡SeokJin! Tiene hambre –dijo NamJoon alzando un poco la voz sonriendo por la cara anonadada de Jin– está chupando mi dedo mira –Jin se acercó viendo por el cuello de NamJoon a su hijo, estaba chupando el dedo moreno– debes darle pecho Jinnie te ayudo quitándote la camisa ven ¡Juhmp! –Jin lo golpeó en el estómago– ¡¿Por qué el golpe?!
- No te atrevas a tocarme imbécil voy por su biberón y por favor no te vayas con mi hijo
Al ver que bajó a la cocina se sentó en una pequeña mecedora situada en el rincón de la habitación.
- Eres muy lindo, tienes los bellos ojos de tu padre Jin, mi nariz, sus labios y realmente espero que también tengas mis hoyuelos –el pequeñito sonrió dejando ver dos hoyuelos apenas visibles- ¡bien! ahora eres guapo como tu padre Joon –Jin regresaba de la cocina donde había dejado olvidado el biberón, entró escuchando la conversación de NamJoon y su hijo quienes no habían notado su regreso– eso le encanta a las personas ya verás, cuando crezcas te enseñaré –el bebé rió– hey no te burles de tu padre no estoy mintiendo –dijo Nam mientras le hacía cosquillas a su hijo en la barriga apenas ejerciendo algo de fuerza con sus dedos, el bebé rió más al igual que NamJoon, era una escena tan linda la que Jin estaba presenciando que quisiera tener una cámara en sus manos y no un biberón para poder grabar el momento y cuando su pequeño sea mayor de edad poderle mostrar ese momento, donde conoció a su padre por primera vez. Casparreó un poco llamando la atención de ambos– aquí está la leche –dijo extendiendo el envase sentándose en un baúl de juguetes al lado de NamJoon.
- Gracias… - Nam se lo dió a su bebé, el pequeño se acurrucó en su pecho sintiendo la calidez de su padre- Es tan hermoso-
- ¿Por qué viniste Nam? –lo interrumpió Jin.
- ¿Por qué no me dijiste que sería padre? –respondió viéndolo– ¿por qué no me dejaste acompañarte todo este tiempo? ¿Que acaso no lo merezco?
Ya no eran aquellos hombres imponentes de hace unos minutos, ahora eran solo… Dos personas con muchas preguntas y temas sin hablar.
- No quiero hablar de eso ahora –Dijo Jin pasando sus manos por el rostro simultáneamente
- ¿Entonces cuándo? –al no obtener respuesta del otro continuó– he venido por ustedes por tí y por mí hijo
Al escuchar aquello Jin lo miró sorprendido –No, tu no puedes llevarnos contigo
- Sí, sí puedo y lo haré empaca lo necesario te espero
- ¡Que no! –SeokJin se levantó bruscamente de su asiento
- No te estoy preguntando, te estoy dando una orden.
- Y yo te estoy diciendo que no pienso seguirla, sabes a la perfección que no puedes dominarme Kim
- ¿Ah no? –respondió el otro con coquetería provocando un sonrojo en el hombre– Tienes que obedecerme no tienes opción –dijo levantándose de la mecedora depositando un besito en la frente de su hijo ya dormido y acostandolo en su cuna para después acercarse a su (no para él) ex esposo– y si no vienes a las buenas… – NamJoon tomó su cintura pegando sus cuerpos susurrando su advertencia–.. Será a mi manera – Y lo besó, beso que Jin no quiso corresponder pero ese hombre sabía cómo provocarlo, apretó levemente su cintura y sus brazos que se encontraban en el pecho del moreno tratando de alejarlo subieron a su nuca para profundizar el beso; sus lenguas se encontraron, sus labios sabían igual de dulces, los chasquidos comenzaron, succionó un poco su lengua y cuando Jin gimió ambos se detuvieron– te veré luego amor
Dijo NamJoon dirigiéndose a la ventana dejando a SeokJin en una nube que cuando salió de ella provocó un gran enojo hacia su persona.
- ¡Soy tan estúpido!
Siento que es un capítulo taaan corto t.t lamento el retraso fueron días complicados, gracias por la espera ‹3
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Criminal Street • NamJin •
FanfictionSeokJin es un padre soltero, su vida se basa en su trabajo en una empresa pequeña y cuidar a su pequeño bebé de no más de 9 meses, todo es perfecto hasta que recibe una visita inesperada . - Deja a mi hijo en la cuna Kim NamJoon El hombre soltó una...