26

202 40 1
                                    

Simplemente es imposible hacer algo, porque estoy atado a Fourth. Se que las cosas entre Prom y yo no están bien del todo, esta mañana incluso trato de pelear conmigo. No he llegado a nada tratando de hacerlo enojar. 

"Nobita, ¿Por qué...peleas tanto con Prom?" Mis manos formaron puños y solté un suspiro de frustración, ese chico era un idiota total. 

"No es nada, así nos llevamos"

¿Qué podía ofrecerle ese tal Prom a mi belleza para robármelo? Me di la vuelta para recoger mi mochila, sin embargo, encontré a Prom quitándose su polo celeste que llevaba puesto. ¿Por qué tiene que hacer eso en frente mío?

"P Prom, eres muy fuerte"

¿Ahh?

¿Es una broma?

Es decir, tengo mejor cuerpo que ese tipo, ni siquiera me llega a los talones. ¿Como podría ser eso considerado fuerte?

"Gracias, pequeño" Odio la manera en cómo revuelve su cabello. Dice gracias pequeño, mejor porque no desapareces de mi vista. 

"Yo..."

"Gem y yo tenemos que irnos" 

"S-Si"

"Nos vemos, cuídense todos"

Fourth se fue brincando, no entendí como es que tenía tanta energía, pero la cuerda me tiro detrás de el. Solo faltaba un día para que esto terminara y ambos volviéramos a nuestras vidas. Eso no me entusiasmaba en lo absoluto. 

"¿Nobita, P Prom te incomoda?"

"No, es solo que no tengo mucho ánimo"

"¿Por qué? ¿No dormiste lo suficiente?"

"Creo que no" 

El se negó a mirarme "Lo siento" 

"¿Eh?"

"Si no estuvieras atado a mí, no pasarías todo esto" Al escuchar esto y ver su carita linda, me atreví descaradamente a darle un suave beso en la frente. 

Cuando ambos corrimos hacia su madre, la mía se fue a casa luego de darme un abrazo de oso muy fuerte. Tratamos de sonreírnos, pero nos paralizamos un instante al vernos a los ojos, esos profundos y bellos iris, esa preciosa sonrisa. Juro que nunca había visto alguien tan precioso y valioso para mí. 

"Ya dejen de mirarse" La madre de Fourth se rio un poco "Se ven como si nunca se hubieran conocido antes"

Ambos nos sonrojamos por aquella declaración, por primera vez, logre ver las mejillas carmesí de la persona que amaba. 

Y si, era por mí. 


Somos extraños-geminifourthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora