Capitulo 4-Dejala en paz

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"Callar y quemarse es el castigo más grande que nos podemos
Echar encima."

-Federico García Lorca

AIDEN

¿Que piensas hacer? —me pregunta Martín.

No sé, ella no es tonta, me creyó, pero en la mirada pude ver que seguía dudando.

insisto es que hables con ella y se vuelvan amigos para que no desconfie.

Ya te dije que no es tonta, va a crecer eso muy raro de que le hable de la noche a la mañana.

Pues si, pero es lo mejor, créeme, además no se porque sientes que tienes que buscar una solución.

Ya te dije, es mejor tenerla cerca, ya está desconfiando de mi.

No será que más bien solo te quieres
acercar —me responde con una sonrisa pícara.

No seas idiota, obvio no, solo... Agh, no me hagas perder el tiempo —le replicó.

Vale vale, solo haste su amigo y ya, punto —me replica.

Martín seguía insistiendo en que tenía que hablar con ella, no me parecía tan mala id... ¿Que digo? Es lo peor.

Voy caminando directo a mi casa, quiero pensar mejor, ese idiota de Martín no me ayuda todo lo toma a juego...

—¡Mierda! —tropieso con una piedra y me viene un recuerdo borroso a la mente.

__________

—¡Dejala! ¡Basta! —grito desesperado y salgo corriendo.

—¡Cállate! ¡No intervengan! —él me empuja y caigo al suelo.

Me molestó mucho, ya estaba harto de todo. Entonces tomo la decisión de ir a la cocina y tomo un...

—¡¿Que hiciste con Aiden ese día?! —un grito de una chica me hace volver a la realidad. Fack.

Me levanto y volteo a ver quién es la persona que grito y me nombró, camino con pereza y me encuentro a Margaret y... Alexa, interesante. Ladeó la cabeza y ellas todavía no me han notado.

Alexa se ve furiosa, eso me gusta... Mientras Margaret también lo está pero no se ve tan hermosa. Margaret siempre me metes en problemas, es de piel blanca, cabello largo Rubió y ojos azules, lo más casual de las chicas, tiene el típico cuerpo que un hombre quiere por eso me acuesto con ella, pero no quiero nada formal.

—Entiende que no hicimos nada pendeja —le reprende Alexa.

—No mientas, el me saco de su casa porque tú llegaste —Margaret le señala—. Así que no te voy a permitir que estés con el porque él es mío, y si no te apartas juro que...

—¿Que? ¿Le vas a hacer algo? _esta vez me acerco a ellas y le tomo del brazo a Margaret. Margaret me ve con cara de miedo y Alexa con cara de furiosa y sorprendida.

—Adi, hola. —Margaret me da una sonrisa y se pone nerviosa.

—No me digas Adi, ya te lo e dicho, no me gusta que me llamen así —le recriminó—. Y no intentes cambiarme el tema, pregunté qué cosa le ibas a hacer a Alexa, ¿eh? Dime.

—¿De que hablas Adi?... Perdón, Aiden... Yo solo estaba hablando con ella.

—¿Y de que hablaban?

—Eh... Cosas —contesta torpemente.

—¿Cosas? ¿Que tipo de cosas? ¡Oh no! Ya se, estaban hablando del polen de las plantas y de lo hermosa que es la naturaleza, ¿cierto? —digo con ironía

—¡Exacto! De eso hablamos, ¿Verdad que si Alexa? —le pregunta a esta y voltea los ojos.

—No estábamos hablando de eso, pero si eso quieres creer... Tú verás —me dice y se da vuelta para entrar a su casa.

Cuando la veo entrar le suelto el brazo a Margaret y me pongo mis brazos en jarra y me hacerco a ella, la veo directo a los ojos, le llevo un poco de altura y veo que se pone más nerviosa.

—Solo te voy a aclarar una cosa; no te metas con ella o te la verás conmigo Margaret —le abierto.

—Seras... ¿Como la prefieres a ella más que a mí? —me acusa con enojo.

—No la prefiero deja tus dramas ¿Quieres? Mejor entra a mi casa si no te vas de una vez —le propongo y se le dibuja una sonrisa.

—Claro que voy a tú casa, es que no quiero dormir sola esta noche —dice de manera seductora.

Ridícula

—Entoces, vamos.

_________

Al día siguiente tuve que echar a Margaret, me dio un sermón, pero como siempre, no le prestó atención. Me dirijo de a mí habitación y me echo una ducha. Me pongo la toalla en la cintura y salgo a fumar un cigarrillo a la ventana. Tengo ganas de hacerme más tatuajes, solo tengo unos cuantos en el brazo. Siento la mirada de alguien en mi nuca, y obviamente se quién es.

—Que buena noche pase —digo para mí mismo.

—Me imagino —me contesta Alexa y dirijo la mirada a ella, rápidamente voltea y hace la que ni dijo nada.

—¿Por que lo imaginas? —interrogo.

—Eh... Nada no e dicho nada —excusa.

—Yo te oí diciendo algo —insisto.

_Ya te dije que no.

-Bueno si tú lo dices. Solo te voy a dar un consejo, peinate el cabello, loca -dicho esto me dirijo de nuevo a mi habitación y me pongo unos vaqueros negros y un suéter azul, el suéter me lo pongo hasta los codos.

Pasan unos minutos y ya estoy listo para irme a la Uni, pero antes de salir echo otro vistazo a la casa de esa loca acosadora, pero no sé encuentra y la puerta del balcón está cerrada así que supongo que ya se fue. Salgo de mi habitación y me dirijo a la salida pero sale mi tía y me llama.

—Aiden —me llama.

—¿Que pasa? —le pregunto.

—Esa chica que traes siempre... Mira ya sé que tienes que tener novia y tener sus cosas, pero aveces no puedo dormir por el ruido que hacen, ¿Entiendes? —me pregunta.

—Esta bien tía Danna, procurare no hacerlo tan duro —le guiño el ojo y salgo de la puerta aunque me esté llamando, pero no me devuelvo porque se lo que me va a decir.

Secretos [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora