Secretos [En Edición]

Capitulo 12-Lo extraño

"Lo más importante nunca se ve."

El principito

ALEXA

Ya se estaba haciendo de noche, ya había paso todo un día en la piscina, tenía muchas ganas de irme de este lugar. Si, no soportaba ver a Aiden con Margaret y me quería ir, así que decido subir a la habitación de Valeria, necesito cambiarme. Al entrar me quito el bikini reposo y me pongo mi ropa. Una camisa colgada color beige, un cargo jeans color negro y unos zapatos blancos. La verdad no se ve tan mal, el estilo de ropa colgada es mi favorita, me peino el cabello y salgo de la habitación. Busco a Soe y veo que también está sin bikini y trae su ropa colgada negra.

—Veo que ya te vas —cementa ella.

—Ah si, ya me quiero ir, solo voy a buscar a Valeria y me voy.

—te acompaño, así también me voy yo también.

—¿Como? ¿Ya se van? —de repente llega Valeria y está roja, eso debe de ser porque ha estado tomando mucho licor y cuando bebé mucho se pone roja.

—Si, vamos a agarrar un taxi y nos vamos —le dice Soe.

—Pero no se vayan —hace un puchero —. O si, pero yo las llevo —propone.

—¡No! Mejor quédate aquí disfrutando de la fiesta, no te preocupes por nosotras —digo rápidamente, ella está muy ebria para manejar el coche.

—Bueno, bueno, esta bien —dice y se va tosiendo. Soe se encoje de hombros y salimos de la casa para esperar el taxi.

_________

Esperamos un tiempo hasta que por fin llega el taxi. Soe y yo nos sentamos y el conductor empieza a manejar. Luego de un rato Soe se baja en una cuadra más atrás de mi casa así que yo quedo sola con el taxista.

—¿A donde me dijo que se dirija señorita? —pregubta el taxista, su voz me parece conocida.

—Solo dejeme a una cuadra más adelante, porfavor.

Por alguna razón sentía la mirada del taxista en mi, pero lo ignore, no quería empezar con mis traumas locos.

—Llegamos —avisa.

—Gracias.

Me bajo del taxi y me despido el señor, hasta que me agarra la muñeca y se me hiela la sangre.

—Señorita, sé le ha caído esto —dice el mostrando mi cartera, y respiro con alivio.

—Gracias señor —agarro mi cartera y entro a la casa, este señor no me dio buena espina.

—¡Ya llegue madre!

—¡Oh! Hija estoy en la cocina.

—¿Que cocinas madre? —le pregunto a mi madre dándole un beso en las mejillas.

—Solo hago milanesa con puré, tú favorito, oh bueno, una de tus comidas favoritas —dice. Y si, es que no tengo una comida favorita, todo tipo de comida me gusta.

—Tienes razón madre —rio.

—Ven, vamos a comer en la mesa, esto ya está listo —avisa.

Vamos a comer y nos sentamos.

—¿Y como te fue en la fiesta hija? —pregunta mi madre.

—Muy bien, me divertí mucho —buenl de divertirme no mucho, pero prefiero no decirle nada a mi madre.

—Que bueno, me alegra que después de tanto tiempo... Vuelvas a salir de casa y...

—Madre, no de nuevo con ese tema —le corto.

—Tienes razón, lo siento —dice y sigue comiendo.

Mientras, yo veo el cuadro de mi padre, cuando lo extraño, de tan solo recordarlo...

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—¿Papi? —digo llorando mientras mi papá está en la cama del hospital.

—Hija... No llores por mi —tose—, no quiero que llores porque piense que me voy, yo nunca me iré, siempre voy a estar, te lo prometo. No llores porque yo regresaré... Para estar contigo. —entonces mi papá cierra los ojos y los médicos me sacan de la habitación.

—¿Alexa? ¿Que ocurre hija, porque lloras? —mi madre me hace volver a la realidad y me doy cuenta de que están llorando.

—Ah... Es que... —no puedo hablar, tengo un nudo en la garganta y no puedo hablar bien—. Yo solo... Vi el cuadro de mi padre, cuanto lo extraño madre. Lo extraño mucho... Y como quisiera que él volviera. —vajo la cabeza y mi madre viene y me abraza, si tan solo aquella promesa que me hizo se hisiera realidad y él volviera.

—Yo lo lamento mucho hija, la verdad lo lamento, y créeme que yo también extraño a tu padre, pero la vida es así, y te lo arrebató, no los arrebató, pero tiene que dejarlo ir, él se fue hace años y ya es hora de que lo dejes descansar —dice mi madre tratando de consolarme, y tiene razón, lo tengo que dejar ir, pero no es así de fácil.

—Si... Yo me voy a mi habitación madre. Voy a descansar, estuvo muy rica la cena —le digo a mi madre y le sonrió tratando de calamar el ambiente.

—Muy bien. Ah y por cierto, esta mañana vino un cartero y te trajo una carta —dice antes de ir a la cocina.

Subo a mi habitación y encuentro la carta en mi cama. Pero antes de abrirla me echo un baño y me relajo un poco. Salgo de la ducha y habro la carta que dice:

"Nada es lo que parece querida, esa persona te miente, pero es tan manipulante, que siempre te controla, pero eso un muy pronto acabará"

                                                ATT: B. E. N

Otra vez está persona, y mando una especie de micrófono de juguete, lo guardo en la casa con la muñeca, y el maquillaje de niña. ¿Que tiene con los juguetes de niñas?

Yo te tengo una mejor pregunta, ¿Por que no lo denuncias?

Ahora no conciencia, no lo denunció porque... Algo me dice que no lo haga, y me da curiosidad que siempre que manda una nota buena, aparecen más letras.

Decido dormir y esperar hasta mañana, que es hora de ir a la Uni de nuevo, solo faltan unas semanas para terminar la Uni y poder trabajar.

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DESCONOCIDO

Ya es de noche, una noche de luna llena, hasta siento que estoy en una película, todo empieza en una noche de luna llena. Río irónicamente en mi interior al recordar esa noche. Esa noche... Todo es culpa de ella... Si ella no hubiera echo lo que hizo, quizás Alexa no tuviera un futuro tan espantoso. Como la detesto, ella tiene que pagar las consecuencias de sus acciones. Yo le voy a hacer saber que el karma existe. Si ella no hubiera echo lo que hizo.

¿O quizás el culpable seré yo? ¿O ella? Eso lo sabré después. Que el tiempo diga lo que tenga que decir. Mi Alexa.