🔥24❣️

391 81 16
                                    

Los días pasaron rápido. Zhan cada día estaba más adolorido, los pies se le hinchaban, caminaba poco; sin contar que a veces cojeaba. Yibo lo ayudaba en lo que podía, ya que por su embarazo no podía hacer esfuerzo.

- ¡Ya llegué amor!

-... - todo silencio y oscuro.

- ¿Amor… Zhan?

Ese día ambos estarían solos. Sus padres salieron a una cena, ZhouCheng junto con Haikuan a "pasear", HaoXuan con JiYang irían al departamento de este último y nana Qin estaría de visita donde su hermana.

Subió rápidamente hacia su cuarto, abriendo lentamente su puerta se encontró a un Zhan muy dormido abrazando su pancita.

- Amor - lo llamó bajito - Ya llegué - llegó hasta él y se agachó para dejarle un beso en la frente. - Despierta dormilón.

- 5 minutos más.

- Vamos a cenar, los bebés lo necesitan.

- ¡Ay! - se quejó el pelinegro - Alguien me está agarrando como saco de box al escuchar a su padre.

Yibo cómo todos los días, se acerca al vientre de su amante y lo acaricia mientras le dedica palabras dulces a su bebé haciéndole tranquilizar y dejar descansar a su papi.

- ¿Aún no lo sientes moverse? - Zhan le preguntó al castaño, mientras estaban sentados en el comedor.

- No aún no, aunque nuestro primer hijo recién lo sentiste a los 5 meses, así que todavía falta medio mes.

- ¿Seguro Wang? Eres muy distraído, amor.

- Seguro, trae - jaló de la mano de Zhan poniéndola en su vientre - No hay nada.

Zhan con toda la tranquilidad y cerrando sus ojos se dejó llevar, esperando un rato. Hasta que...

- ¡Uy! Tengo gases.

- ¿Ah?

- Si, siento como unas burbujitas desde hace unos días.

- ¿Gases? ¿Desde cuándo?

- Mmmmm... 3 a 4 días si no me equivoco.

- ¡Wang Yibo no son gases, es tu hijo!

- Ay Zhan, no te enojes. Espera...- paró de untar su tostada con mantequilla - ¿Dijiste nuestro hijo?

- Eres un...

- Vamos al cuarto - dejaron a medio terminar lo que comían y pasos rápidos fueron de nuevo al cuarto.

Wang Yibo le indicó a Zhan que lo esperara en la cama mientras se alistaban para dormir. Se sacó su ropa para ponerse algo cómodo y volver con su amante a su cama y echarse a su lado.

- Listo. Vuelve a hablar, no a gritarme ni llamarme la atención, solo habla.

- Wang Yibo esto no te lo voy a perdonar.

- ¡Ahí está! De nuevo el gasecito. -

Zhan no sabía si reír o llorar por lo que decía el contrario. Llevó su mano hacia el pequeño vientre hinchado del castaño.

- Hola bebé.

Y sí, sentían pequeños movimientos.

- Hola intruso... ¡Ay! - se quejó por un pequeño pero fuerte movimiento.

- Eso te pasa por decirle que son gases.

Ambos se la pasaron hablando a cada uno de los bebés, el primero en declinar fue Zhan, sentía todos sus órganos ser golpeados, además de su pobre columna y caderas, además ni que decir de su pobre vejiga.

Amantes - νєяѕάτιℓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora