La lluvia caía sin cesar sobre la ciudad de Nueva York mientras Laura caminaba por las concurridas calles bajo su paraguas. Había pasado años desde que había estado en su ciudad natal, y la sensación de estar de regreso la hizo sentir nostálgica. La razón de su visita era la reunión de exalumnos de su escuela secundaria, y aunque Laura no estaba segura de qué esperar, estaba emocionada por reencontrarse con algunos de sus antiguos compañeros de clase.
Llegaron las 6:00 pm en punto y, después de un tiempo caminando por las calles, finalmente encontró el edificio donde se realizaría la reunión. El edificio era un antiguo teatro que había sido reformado y convertido en un centro comunitario. Al entrar, Laura sintió un escalofrío de emoción recorriendo su cuerpo. El lugar estaba lleno de personas y ella buscó rápidamente la mesa de registro para inscribirse.
Mientras esperaba en la fila, Laura observó a los demás asistentes. Algunos parecían muy diferentes, como si hubiera pasado una eternidad desde la última vez que los vio. Sin embargo, entre ellos estaba Tom, su exnovio. Aunque habían terminado en buenos términos, ella sentía una extraña sensación en el estómago al verlo. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que lo había visto, y no podía evitar preguntarse cómo había cambiado.
Finalmente, Laura recibió su pase para la reunión y comenzó a caminar por la sala. Había muchas personas con las que quería hablar, pero sus ojos se detuvieron en Tom. Se veía más alto y más seguro que nunca, y aunque su cabello había cambiado a un color más pardo, sus ojos azules seguían siendo los mismos. Laura se sintió nerviosa al acercarse a él, pero sabía que tenía que hacerlo.
"Hola, Tom", dijo con una sonrisa.
Tom se sorprendió al verla. "Laura, no esperaba verte aquí", dijo, con una amplia sonrisa en su rostro.
Laura se sintió aliviada al ver que su exnovio no parecía molesto al verla. "¿Cómo has estado?", preguntó.
"Realmente bien, gracias", dijo Tom. "He estado viajando por todo el mundo y escribiendo artículos para el periódico".
"Wow, eso suena emocionante", dijo Laura, impresionada.
"Sí, ha sido una aventura. ¿Y tú? ¿Qué has estado haciendo desde que terminamos la escuela secundaria?"
Laura se encogió de hombros. "Básicamente, trabajando en mi oficina. Nada emocionante, en realidad".
Tom sonrió. "Siempre supiste lo que querías hacer. Eso es algo bueno".
Laura sonrió tímidamente. "Sí, supongo que sí".
Después de hablar un rato más, Tom se unió a un grupo de personas y Laura continuó explorando la sala. Vio a algunos de sus antiguos amigos y compañeros de clase, y aunque muchos de ellos habían cambiado, algunos seguían siendo los mismos. Laura se sintió feliz al poder recordar viejos tiempos y compartir historias con ellos. Sin embargo, a pesar de estar rodeada de amigos, Laura no podía sacar a Tom de su mente. Había algo en él que todavía la atraía, y no podía evitar preguntarse si todavía sentía lo mismo por ella.
Mientras seguía caminando por la sala, Laura se detuvo frente a una mesa de fotos antiguas de la escuela secundaria. Allí, encontró una foto de ella y Tom juntos, tomada durante un partido de baloncesto hace muchos años. La imagen la hizo sentir nostálgica, recordando lo felices que eran juntos en aquel entonces. De repente, escuchó una voz detrás de ella.
"¿Recuerdas ese día? Fue nuestro primer beso". Era la voz de Tom.
Laura se volvió y lo vio sonriendo. Todo en su mente se detuvo en ese momento, como si todo lo que hubiera sucedido después no importara. Tom se acercó y se detuvo frente a ella, mirándola a los ojos.
"Laura, todavía siento lo mismo por ti. Nunca te he olvidado", dijo Tom con voz suave.
Laura sintió un escalofrío recorriendo su cuerpo mientras miraba a los ojos de Tom. Después de tanto tiempo, no esperaba escuchar esas palabras de su exnovio. ¿Podría ser posible que todavía existiera algo entre ellos?
Justo en ese momento, la luz de la sala se apagó repentinamente, y una fuerte explosión sacudió todo el edificio. Laura se aferró a Tom, mientras el caos y el pánico se apoderaron de la sala. La gente corría hacia las salidas de emergencia, gritando y empujando. Laura y Tom se aferraron el uno al otro mientras intentaban abrirse camino hacia la salida.
Finalmente, Laura y Tom lograron salir del edificio, donde se encontraron con un escenario caótico. La policía y los bomberos estaban llegando al lugar para atender a las personas heridas y evaluar los daños. Laura se dio cuenta de que todavía estaba agarrando la mano de Tom y, aunque el caos a su alrededor era abrumador, se sintió agradecida de tenerlo a su lado en ese momento.
Mientras se alejaban del edificio, Tom la miró y le preguntó: "¿Estás bien?".
Laura asintió, sintiendo una extraña mezcla de emociones en su interior. "Sí, gracias a ti", respondió.
Tom sonrió y se acercó para darle un abrazo reconfortante. Laura se sintió segura y protegida en sus brazos, y aunque no sabía lo que el futuro les depararía, en ese momento, supo que estaría bien, siempre y cuando Tom estuviera a su lado.
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"El vuelo de las mariposas: Una historia de segundas oportunidades"
ParanormalLaura vuelve a su hogar en Nueva York para asistir a un reencuentro con sus antiguos compañeros de escuela. Al llegar a la fiesta, su exnovio Tom aparece frente a ella, viéndose mucho mejor que la última vez. A pesar de su pasado, Laura siente una e...