Carmen Sandiego AU - One Shot

Visitas al Orfanato

Al llegar al orfanato que fundó mi madre fue uno de los mejores momentos que había esperado, hubo algo de desconfianza cuando llegue pero al explicarle, mi madre lloro de felicidad al saber que su hija estaba viva.

Ambas estaban conversando en la habitación donde Carlotta administraba los papeles de adopción. 

- Hija mía, pensé que habías muerto - dijo Carlotta mientras abrazaba a Carmen que también empezaba a llorar.

- Estoy viva madre, ahora todo está bien - la latina dio unas palmadas en la espalda de su madre.

- Desearía que tu padre estuviera aquí para que viera en lo que te haz convertido - Carlotta se separo de su hija para poder verla dejando sus manos en los hombros de esta.

- Igual yo - Carmen sonrío al igual que su madre.

Ambas de secaron las lágrimas con su mano, después de que se calmaran un poco empezaron a reanudar su conversación.

- Así que... fundaste un orfanato - habló la latina que miro a su alrededor.

- Pensé que con esto podría encontrar a mi hija y se cumplió -

- ¿Solo era por eso? - preguntó Carmen.

- Al pasó de los años me di cuenta que esto no era solo para poder encontrarte sino para refugiar a niños que hallan tenido un problema con sus familias o hallan sido abandonados... por... - fue interrumpida.

- Una buena causa - Carmen terminó la frase.

- Así es... ¿quieres conocer a los niños? Te aseguro que te llevarás bien con ellos - Carlotta agarro a su hija de los hombros y se la llevo hacia la puerta de la habitación de donde estaban.

- Ví unos al llegar, me gustaría conocerlos a todos - sonrío Carmen.

- No hay tiempo que perder, vamos abajo -

.

- Niños denle una cálida bienvenida a Carmen, mi hija - sonrío Carlotta mientras que Carmen saludaba a los niños con su mano y con una sonrisa.

Los niños estaban mirando a Carmen, unos con sorpresa otros sin mostrar ninguna expresión.

- ¿No nos había dicho que tal vez había ido al más allá? - preguntó uno de los niño inconscientemente.

- Pues como verán está aquí, sana y salva -

- ¿No será un fantasma? - preguntó otro niño.

- Si fuera un fantasma ¿podría tocar tu brazo? - Carmen camino hacia el niño que le preguntó y tocó con su dedo su brazo.

- ¡No eres un fantasma! - exclamo el niño a lo que la latina río un poco.

- Claro que no lo soy -

- ¿Y tiene amigos? - preguntó una niña.

- Claro - sonrío Carmen al recordar a sus mejores amigos Zack y Ivy.

- ¿Tiene pareja? - preguntó la misma niña.

La latina se sorprendió por la pregunta de la niña, esa pregunta la podría responder con un no pero por alguna razón no lo podía decir.

- Tener pareja no es algo que me interesa en este momento - respondió y antes de que los niños siguieran preguntando la madre de Carmen habló.

- Luego podrán preguntar, ahora sigan divirtiéndose y haciendo sus actividades - todos los niños asintieron y se fueron, unos estaban jugando y otros andaban haciendo actividades.

- Lo siento si es que te llegan a preguntar cosas, los niños llegan hacer curiosos - Carlotta puso su mano en el hombro de su hija.

- No hay problema, me gusta responder las preguntas que tengan los niños - explicó Carmen.