°Solo tú y yo°-Abby x tu ( En edicion )

Capitulo 1: Remordimiento

 T/N

— Recuerdo que hace tiempo, antes de que tu llegaras, todo lo que me rodeaba carecía de significado...— expreso Ibb con un tono melancolico, sus ojos encontrandose con los mios.

— Ya hablamos de esto...— nege con la cabeza en un gesto de resignación, sentandome en el borde de la cama.

— Déjame terminar ¿si?— reprochó imitando mi acción. Al no recibir respuesta de mi parte continuo— Sentía que cualquier esperanza de seguir en este mundo, de seguir aquí se había esfumado— sus dedos se deslizaron por mi mejilla hasta mi barbilla, levantándola obligandome a verla a los ojos—no había razones por las cuáles luchar, no habia nada...hasta que llegaste tú...— acorto la distancia entre nosotras dandome un delicado beso en los labios—... lamentablemente esto no durará por mucho tiempo—susurró suavemente, retirando su boca y su cuerpo de mi alcance.

— ¿De que hablas? ¿Por qué no durará mucho? — pregunte confundida,frunciendo mi ceño. Pero Ibb me ignoraba. Intente llamar su atencion acercandome a ella para abrazarla y decirle que todo estaria bien. Pero antes de llegar a ella, antes de tocarla, todo se desvanecio dejando en su lugar una oscuridad, un vacío.

El silencio era absoluto, ensordecedor. Mientras la oscuridad me envolvia confundida...asustada.

¿Por qué estaba ahi?

¿Donde estaba ella?

Pero entonces antes de que toda esa oscuridad me envolviera por completo, una luz tenue aparecio cerca de mi, iluminando el lugar por un breve momento. Dejandome ver a Ibb.

Con el corazón latiendo desbocado, me acerqué a ella, sintiendo cómo el miedo y la preocupación se entrelazaban en cada movimiento.

Pero ¿por qué sentia miedo? si era Ibb...mi Ibb

Su nombre se escapó de mis labios en un susurro tembloroso cuando por fin estuve cerca de ella.

Se ilumino el lugar una vez más dejando ver parte de su cuerpo...pero aquello que ví robó el aire de mis pulmones.

Sus ojos, que una vez brillaron con calidez, ahora estaban vacíos, dos pozos negros que no reflejaban nada.

Su piel, pálida como la de un cadáver, estaba surcada por venas oscuras que se extendían como raíces de un árbol enfermo.

Su ropa desgarrada llena de sangre y su cuerpo lleno de heridas y moretones.

— I-Ibb...q-quien...— tartamude, incapaz de formular una pregunta.

Mi mano temblorosa intentó alcanzar su hombro, pero ella retrocedió como si yo misma fuera veneno.

Con un atisbo de coraje y confusión, volví a intentarlo, sujetándola por el brazo.
Logré agarrarla, pero lo que sentí bajo mis dedos me hizo soltarla al instante.

Un líquido cálido y pegajoso se deslizaba entre mis dedos. Miré mi mano, notando cómo un rojo vivo la cubría en su mayoría.

— E-Esto e-es... — mi voz se quebró y el terror se apoderó de mí.

Giré mi cabeza lentamente hacia su brazo y lo que vi me paralizó aún más.Su piel desde el hombro hasta los codos estaba desgarrada, dejando al descubierto un espectáculo macabro de huesos y músculos.

Era como si la realidad misma se hubiera roto, mostrando una verdad que mi mente se negaba a aceptar.

Pero eso no evito que el pánico se apoderará de mí. Provocándome una sensación abrumadora que me llenaba de náuseas. Todo mi ser gritaba una sola cosa: ¡Corre!