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Craig se preguntaba porque las cosas habían terminado así.
Tweek ya no le hablaba, no contestaba sus mensajes y ni siquiera lo miraba, haciéndolo preguntar ¿Qué había hecho mal?
Para su desgracia, Kenny también había comenzado a juntarse mas con el, confesando que también sentía un distanciamiento con Tweek, ya que el mudo había decidido juntarse con Butters y el seguía sin animarse a hablarle.
¿Por qué las cosas tenían que ser así?
A Craig le costaba ver a Tweek de lejos, quería al menos volver a ser los amigos que eran antes.
Quería volver a intentarlo.
Quería estar a su lado de nuevo.
— ¿Por qué no aprendes lenguaje de señas? — le preguntó Kenny un día —. Así podrás acercarte de nuevo, de una forma distinta, incluso serán mas cercanos.
Craig negó.
— ¿Alguna vez aprendiste un idioma? Tardas muchísimo tiempo, Kenny, incluso años. No puedo dejar pasar tanto tiempo.
— No tienes que aprender todo el idioma, sólo lo que quieras decirle.
Y Craig pensó que Kenny era un genio.
Le preguntó a la señora Tweak si podría ayudarle con su plan, y con vergüenza le explicó lo que había pasado, desde el beso hasta que Tweek comenzó a ignorarlo.
La señora Tweak no se negó, y confesó que había notado un cambio en Tweek en esos últimos días.
— ¿Por qué no me lo dijeron antes? — protestó la mujer, haciendo que el pelinegro se encogiera en la silla —. Lo dicen como si tuvieran miedo, como si estuviera mal, si ustedes se quieren tanto, ¿Qué importa?
Craig se sentía regañado, pero a su vez agradecido.
— Craig, nadie ha cuidado a mi bebé tanto como tú. Y si, puede que sea algo nuevo para mi esto de... Las relaciones entre dos chicos, pero... Le haces mucho bien a mi hijo.
Craig sonrió.
— En parte, siempre lo supe, ¿Creen que los padres somos tan ciegos como para no ver esas cosas?
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