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Después de conversar, reír, conocer tanto a un Rey como a una Reina.

La chica se dirigió a donde se encontraba una plaza, compró un par de pinturas en lienzo y las envió para su madre, junto con una carta.

En ella agradeció lo que hizo, he informo que se encuentra bastante bien. Entre un recuento de las cosas que aprendío y conocio en este tiempo que han pasado separadas. Finalizó la carta deseando suerte con su padre y hermano.

El resto de la tarde se entretuvo recorriendo aquel pueblo tan lindo, nunca había salido del suyo. Por eso mismo le llenaba de alegría que el primero fuera este pueblo. Era grande, limpio, mágico, tanto como nunca imagino.

Las personas fueron muy amables con ella, los niños la saludaban, uno que otro valiente se acerco, a pedir su nombre y hacer algunas preguntas.
Incluso jugó un poco con ellos, se sintió cómoda y aseptada en aquel lugar.

Al caer la noche, se dirigió de regreso al castillo.

Ya en su habitación, ala cual llegó con ayuda de una amable chica, de color rosa, muy peculiar, había oído hablar sobre personas con dones que hacían cambios físicos, pero nunca lo había visto con sus propios ojos.

Tomó el vestido y lo pensó un poco, realmente quería usar esa cosa?. La verdad era que no. Pero fue comprado especialmente por Ejiro para ella. Tenía que hacerlo.
Al terminar su debate interno decidió usar lo, recogió sus cabellos en un peinado alto.

En otro lugar de aquel colosal castillo caminando por el jardín acompañado de él amor de su infancia. Que a pesar del tiempo transcurrido y la distancia. No desapareció ese amor inocente.

"te voy a presentar a mi mejor amiga" dijo el pelirrojo, tenía tiempo queriendo presentar a las chicas.

Pasaron cada oportunidad del día hablando abrazados, recuperando todo el cariño perdido.

"muero por conocerla" salto alegre la chica que por tanto tiempo espero a su gran amor. Encantada con la idea de ser aseptada al fin.

Bakugo Katzuki, estaba ansioso. Después de tratar los temas sobre la desaparición de muchas criaturas, así sobre la visita del príncipe del pueblo del Norte en ese momento se acordó, que se llevaría a cabo el rastreo de aquellas personas que estaban relacionadas con estos acontecimientos. El rastreo sería dirigido de manera temporal por el príncipe Shoto Todoroki, pero ahora, que el está de regreso, debe ir donde ellos se encuentran, según su última carta se dirigían a las islas de Hebridas. Así que ahí es a donde se dirigirán .

Solo esperaba que se lleve a cabo el ritual de esta noche para poder ir y matar a los bastardos que están desaparecido a las creaturas mágicas, principalmente a los dragones antiguos.

Los preparativos fueron terminados a tiempo, faltaban algunos minutos para que el evento tenga lugar. Como príncipe el tenía el deber de estar puntual. De esa manera ya hacía un tiempo que estaba en el lugar, sentado en el lugar designado a la realeza. Mirando a las personas pasar, haciendo reverencia hacia el, sus miradas falsas, con falso respeto, con falsas admiración.

Con fastidio observo a Kirishima asercarse a él. En los últimos días se alegro de volver a ver le, pero fue según sus propias palabras; un dolor en el culo. En especial por obligarle a llevar a esa mujer fastidiosa
Una vez que el pelirrojo llegó frente a él no perdió ni un segundo, le pío de favor que fuera ala habitación de (T /N), pues el aun tenía algo importante que hacer. En un principio se negó, pero fue realmente insistente y molesto, no tuvo otra opción más que aceptar.

Parado fuera la habitación de (T/N), Bakugo no quería llamar a la puerta.
Se arrepentía de haber sedido, ella no era de su particular agrado, siempre lo hacía irritar con sus comentarios sarcásticos, la forma en que lo ignora y sus risitas burlonas hace que le hierba la sangre.

Una vez que estuvo frente a la puerta golpeó con fuerzas hasta que esta fue abierta.
Por un momento creyó equivocarse de habitación, la mujer frente a él era distinta.

-vaya mujer si que te hacia falta un baño - dijo en tono burlon acompañado de una sonrisa burlona y mirada divertida.

-si bueno al menos yo me tome la molestia, no como usted príncipe de soy demasiado importante como para usar algo que cubra mis enormes músculos, o quizás no quieras tapar tu torso para que no se den cuenta de tu cara de culo que siempre te cargas - respondió la chica pasando de largo al joven rubio

-además que haces tu aquí, donde está kirishima? -

Pará (T/N) fue una sorpresa ver a Bakugo, parado fuera de su puerta, pues en sincera parte ella tenía la esperanza de que su gran amigo la lleve del brazo hasta la fiesta e ilumine su noche con esa linda sonrisa suya.

- el esta con su pareja - respondió Bakugo para canina un poco más adelante ella y aún cuando no podía ver su cara pudo adivinar de manera muy asertada que no le había gustado para nada esa afirmación, y lo confirmó cuando después de un par de pasos ella aún no se movía tuvo que parar y tirar de manera muy brusca de su brazo para que ella comenzará a caminar.

Después de eso el camino fue de lo más incómodo, cada cinco segundos el rubio le gritaba que acelere el paso y ella no respondía solo trataba de alcanzarlo.

Cuándo porfin se asercaban al jardín trasero donde se llevaría a cabo el evento
, para ese momento (T/N) esta arrepentida de haber aceptado la invitación, en su mente se repetía qué debió haber regresado a su habitación en cuanto salió del castillo, pero ¿qué hacer?, ya no quería que Ejiro tuviera ese perder sobre ella, ya no era más esa joven que lo seguía a donde sea que él se diriga.
Esta noche disfrutaría, sola, porque no necesita de nadie para ser feliz, ella es suficiente.

Una vez en el lugar Bakugo se fue de largo, no la espero no le dijo nada, ~vaya idiota~, susurro, mientras caminaba hasta una enorme mesa de comida.

Las campanas de la media noche comenzaron a sonar y todas las personas comenzaron a despejar el centro de aquel enorme lugar.

La luna como si fuera magia se comenzó a teñir de rojo intenso, cual rubí.
Alcentro se colocaron el Rey y la Reina.
En sus manos un par de collares de piedras brillantes una en color rojo y el otro color naranja.
Bakugo y Kirishima se a cercaron a ellos se inclinaron y los Reyes colocaron los collares en cada uno de ellos, para luego retirarse.

En general (T/N) no entendía bien lo que hacían, pero ni siquiera me movio un centímetro. cuando ellos comenzaron a cambiar de forma, una luz brillante casi tanto como el sol emanaba de ellos, cubrío su ojos intentando proteger los de aquella luz tan intensa.

Cuando la luz se apago, el aire cargaba un espantoso olor a carne quemada, quito las manos para poder ver mejor, su cara se arugo un poco por aquel aroma, qué de inmediato fue remplazada por el enorme asombro qué la invadió, frente a ella dos enormes Dragones.

EL DRAGON CON Él CORAZÓN HUMANO (Bakugo Katsuki x lectora )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora