Forense

Capítulo 34

A la mañana siguiente, Yin Tao fue despertada por el teléfono celular de Bai Luo sonando en el dormitorio.

“Bai Luo, despierta. Es para ti."

"Hola..." Bai Luo respondió a la llamada. Cuando escuchó la voz del Capitán Chen en el teléfono, instantáneamente se puso seria. "¡¿Qué?! ¿Zheng Jun no está?"

Bai Luo se levantó rápidamente de la cama. “Está bien, Maestro. ¡Estaré ahí!"

Yin Tao también estaba más de media despierta ahora. Se frotó los ojos y vio que Bai Luo se estaba vistiendo rápidamente.

"¿Zheng Jun no siempre tuvo a alguien que lo vigilara?" Yin Tao miró a Bai Luo, que ya estaba vestido, y preguntó confundido.

“Los policías que vigilaban a Zheng Jun se dieron cuenta de que no había salido en varios días. Cuando sintieron que algo andaba mal e irrumpieron en la residencia de Zheng Jun, se dieron cuenta de que no había nadie en casa”. Bai Luo llevó su bolso y se volvió hacia Yin Tao. "Primero iré a la comisaría. Escuché del Maestro que el Jefe Wang está allí. Si Zheng Jun comete otro delito, me temo que nuestra división dos será penalizada".

Yin Tao también se dio cuenta de la gravedad del problema. Después de que Bai Luo se fue, empacó rápidamente y corrió a la estación de policía.

Cuando llegó a la entrada de la sala de conferencias, escuchó la severa reprimenda del jefe Wang.

“¡Incluso puedes perder el rastro de un sospechoso! ¡¿Tu división dos está esquivando?!” El director Wang An solía ser amable y gentil, pero cuando perdía los estribos, era tan severo que nadie se atrevía a respirar en voz alta.

"Jefe Wang, fui descuidado". El Capitán Chen estaba visiblemente molesto. Los pocos oficiales de policía subalternos a su lado parecían estar al borde de las lágrimas.

“Oye, viejo Chen, no es que quiera criticarte, pero la Oficina de Seguridad Pública Municipal acaba de transferir a Feng Jing, y sucedió tal cosa. ¡¿No estamos haciendo el ridículo?!” El jefe Wang y el capitán Chen habían trabajado juntos durante muchos años, por lo que no podía ser demasiado duro con sus palabras.

"Se que es mi culpa." El capitán Chen bajó la cabeza y dijo: “Ya he hecho arreglos para que la gente realice una investigación exhaustiva de los lugares donde suele aparecer Zheng Jun. Tan pronto como aparezca, la policía proporcionará una actualización de inmediato”.

“Con suerte, será mejor que no haya una cuarta víctima”. El jefe Wang suspiró. Incluso la provincia se tomó muy en serio este caso de asesinato en serie. Si apareciera otra víctima, sería difícil para él explicarlo.

El jefe Wang se dio la vuelta y estaba a punto de irse cuando vio a Yin Tao parada afuera de la puerta. "Eres…?"

“Hola, Jefe Wang. Soy el discípulo del Dr. Su, Yin Tao”. Yin Tao había estado dudando y no se atrevió a entrar. No esperaba que el Jefe Wang saliera.

"Oh, es ese médico forense interno". El jefe Wang recordó de repente y le sonrió a Yin Tao. “Escuché del Dr. Su que eres muy capaz. Eres joven y prometedora. ¡Siga con el buen trabajo!”

"Sí, jefe Wang". Yin Tao asintió levemente mientras observaba al jefe Wang irse.

Tan pronto como entró en la sala de conferencias, vio a Bai Luo con aspecto preocupado.

"Xiaotao, estás aquí". Aunque Bai Luo no fue asignada para realizar el deber de vigilancia, siempre había estado muy preocupada por los asesinatos en serie, escuchar que el sospechoso desapareció fue sin duda la peor noticia posible.

"En, ¿cómo está la situación?" Yin Tao estaba un poco preocupada cuando vio que todos miraban abatidos.

"¿Qué más podemos hacer? Ese Zheng Jun es muy astuto. No hemos tenido ninguna prueba para solicitar una orden de arresto. No fue fácil para nosotros esperar hasta que hizo un movimiento, pero cuando lo hizo, lo perdimos nuevamente”. Xia Jin también estaba un poco abatido. Ya tenía dolor de cabeza debido a su resaca, y después de sufrir tal golpe temprano en la mañana, no podía reunir su energía sin importar nada.

"Capitán Chen, ¿Zheng Jun tuvo alguna disputa con alguien recientemente?" Yin Tao sintió que considerando la personalidad meticulosa de Zheng Jun, no desaparecería sin razón. Debe haber puesto sus ojos en una nueva víctima.

“No, no sé si ese tipo ya se había dado cuenta. Últimamente había estado muy callado. De lo contrario, los policías que contratamos no habrían bajado la guardia”. El Capitán Chen se arrepintió de haber estado relajado recientemente. Pensó que este caso sería una batalla prolongada, poco esperaba que Zheng Jun de repente hiciera un movimiento.

“¿Cómo puede una persona que cometió tres delitos consecutivos permanecer baja todo el tiempo? Para empezar, Zheng Jun tiene una personalidad un poco antisocial, por lo que no podrá resistir la tentación de matar”. Yin Tao recordó el rostro de Zheng Jun y sintió que debe haberse preparado para este crimen durante mucho tiempo.

"Entonces, en tu opinión, ¿la cuarta víctima aparecerá muy pronto?" El capitán Chen también se sentía un poco incómodo. Tres asesinatos consecutivos ya eran bastante malos. Si apareciera otra víctima, la reputación de la Ciudad A se iría por el desagüe.

“Capitán Chen, ¿está diciendo que Zheng Jun no tuvo ningún conflicto con nadie durante este período de tiempo? ¿Fue testigo de alguna disputa médica?" Yin Tao de repente pensó en algo y su tono se volvió ansioso.

“No, el informe del policía es muy claro. Zheng Jun suele ser amigable con las personas. No hay ningún problema en absoluto”. El Capitán Chen miró la expresión seria de Yin Tao y estaba ansioso por escuchar lo que tenía que decir a continuación.

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°Erinnee°