Forense

ᑕᗩᑭÍTᑌᒪO 110

Yin Tao miró a Feng Jing como si fuera un animal raro. Era razonable para él adivinar que ella quería comer, pero le daba un poco de miedo poder adivinar con precisión que quería comer fideos de arroz.

"Hermano Feng, seguramente no puedes adivinar, ¿verdad?" Yin Tao miró a Feng Jing con nerviosismo, temeroso de que pudiera ver a través de sus pensamientos.

“La razón por la que puedo adivinar que estás pensando en la comida es porque desde la primera vez que te vi, me di cuenta de que te encanta la comida y tienes un gran apetito”. (ᥱ: mᥱ ძᥱsᥴrіᑲіs𝗍ᥱ~👀)

Feng Jing sonrió y continuó explicando a Yin Tao: "En cuanto a adivinar que quieres comer fideos de arroz, es porque estuviste mirando los fideos de arroz entregados por el repartidor durante tres minutos en la entrada del hospital".

Al escuchar las palabras de Feng Jing, la sorpresa en el rostro de Yin Tao se congeló gradualmente. No esperaba que Feng Jing pudiera adivinar todo esto porque era muy observador y también porque sentía que ella era alguien a la que le encantaba la comida.

"Está bien, entonces, ¿qué tiene de diferente Liang Yi?" Yin Tao frunció los labios y estaba un poco insatisfecha con la impresión que Feng Jing tenía de ella, por lo que cambió de tema.

"El hecho de que Liang Yi pudiera notar que alguien lo miraba a escondidas en la penumbra del estacionamiento es suficiente para demostrar que es diferente de la gente común".

Cuando Feng Jing, que estaba en el automóvil, miró a los ojos a Liang Yi, también se sorprendió mucho. No fue solo porque Liang Yi lo había descubierto, sino que Feng Jing también sintió que los ojos de Liang Yi eran como un guepardo en el bosque. Cuando miraba a la gente, había una sensación muy fuerte de opresión. Esto no era algo que la gente común tendría. Por lo menos, Liang Yi tenía mucha experiencia en combate real.

“Entonces podemos encontrar la oportunidad de ir a la casa de Cheng Fei para echar un vistazo. Tal vez podamos encontrar algo nuevo. Por un lado, Yin Tao quería tener algún conocimiento del mercado negro. Por otro lado, ella realmente quería comer la cocina de Cheng Fei. (ᥱ: ȷᥲȷȷᥲȷᥲ)

"Vamos, sal del auto".

Feng Jing se detuvo en la esquina de una calle. Yin Tao miró por la ventana y preguntó: "Hermano Feng, ¿aún no hemos llegado a la estación de policía?"

Feng Jing salió del auto y abrió la puerta desde el otro lado. "Vamos a comer primero".

Yin Tao miró en la dirección que señalaba Feng Jing. Era una tienda de fideos de arroz.

Yin Tao no pudo evitar reírse. Aunque Feng Jing parecía frío, todavía estaba muy atento.

"Gracias, hermano Feng". Yin Tao sonrió mientras tiraba del brazo de Feng Jing y entraba en la tienda de fideos de arroz. "¡Definitivamente comeré más y trabajaré duro cuando regrese a la estación de policía!"

Feng Jing miró a la niña sonriente a su lado y sintió que su apetito había mejorado mucho. Si pudiera comer con Yin Tao todos los días, tal vez incluso llegaría a amar la comida.(ᥱ: gᥲᥒძrᥱs ძᥱᥴᥣᥲrᥲᥴі᥆ᥒᥱs)

Los dos ordenaron dos tazones grandes de fideos de arroz. Acababan de tomar algunos bocados cuando los teléfonos en sus bolsillos sonaron al mismo tiempo.

Yin Tao miró el identificador de llamadas con una expresión trágica y se dio cuenta de que la expresión de Feng Jing era la misma. Sin poder hacer nada, atendió la llamada y la voz de Su Ning salió del teléfono.

“Xiaotao, ven al hospital en el centro de la ciudad. Se ha encontrado un cadáver femenino. La situación es similar a la de Song Yi”.

Yin Tao colgó el teléfono y miró los fideos de arroz con tristeza. Ella solo había comido menos de un tercio.

Feng Jing también colgó el teléfono y miró a Yin Tao. Se puso de pie y dijo: “Puedes comer un rato más. Iré a buscar el auto primero. Sal en cinco minutos.

Los ojos de Yin Tao se iluminaron cuando bajó la cabeza y rápidamente tomó algunos bocados de fideos de arroz.

Feng Jing miró las mejillas redondas de Yin Tao y sintió que parecía haberse transformado de nuevo en el pequeño hámster que vio cuando se conocieron.

Salió lentamente de la tienda de fideos de arroz y miró el jeep negro en la puerta. Feng Jing sonrió con autodesprecio. Nunca imaginó que algún día estaría esperando a que una niña pequeña terminara su comida, en lugar de correr a la escena del crimen.

Aproximadamente dos minutos después, Yin Tao salió trotando de la tienda de fideos de arroz.

“Vamos, hermano Feng. He terminado de comer." Yin Tao respiró hondo con satisfacción. Si no hubiera comido rápido, el tazón de fideos de arroz se habría desperdiciado.

Feng Jing se subió rápidamente al automóvil y condujo hacia el Hospital Central.

Cuando llegaron al Hospital Central, Feng Jing y Yin Tao corrieron a la morgue en el primer nivel del sótano bajo la dirección de los oficiales de policía.

"¡Maestro!" Tan pronto como entró Yin Tao, vio a Su Ning, que ya había comenzado a diseccionar el cadáver.

"Xiaotao, ven y toma notas". Su Ning le hizo un gesto a Yin Tao para que diera un paso adelante. Feng Jing tomó el traje protector y los guantes de goma del oficial de policía y hábilmente ayudó a Yin Tao a cambiarse.

"Gracias." Yin Tao no esperaba que Feng Jing fuera tan considerado y sonrió avergonzada.

“Ve y toma notas. Saldré y echaré un vistazo a la persona que denunció el caso." Feng Jing miró a Yin Tao y salió de la morgue.

Su Ning notó a Feng Jing y Yin Tao y preguntó con curiosidad: "¿Ustedes dos volvieron a estar juntos?"

Yin Tao asintió y comenzó a tomar notas estándar sobre el crimen.

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°Erinnee°