Capítulo II.

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El viento sopló...llevando consigo algunas hojas de los árboles, las cuales finalmente se hundieron en pequeños charcos creados por la lluvia, una brisa refrescante recorrió mi cuerpo, un escalofrío con el paso de esta. La lluvia seguía cayendo, no se detendría aun si lo deseara y cegaba mi vista de manera casi dolorosa. Deseaba ver, observar por mí mismo que esto no era solamente un sueño.

"No avances más, detente, aunque esto sea lo que realmente quieres...aquel que destruyo tu pacifico mundo, ese astro de oscuridad debe ser eliminado..."

De manera instantánea mi cuerpo por sí mismo dejó de ser controlado por la mente, convirtiéndose en una marioneta de mis deseos, mis anhelos. ¿Quién necesitaba paz? En un alma vacía y corrompida que jamás sería capaz de volver a la luz. Corro hacia él en un efímero impulso.

Ya no me importaba el empaparme completamente solo quería alcanzarlo, finalmente todo terminó en un abrazo, me aferro completamente a la calidez que transmite su cuerpo y siento como algo en mí se quiebra , mi voz es incapaz de llegar a él. Lo aprieto un poco y coloco mi mejilla sobre su húmedo pecho, sin palabras esta vez somos solo nosotros dos y no permitiré que nada ni nadie le aleje nuevamente de mi lado, alzo mi vista topándome con aquello que era exactamente la cumbre del sentimiento que nacía en mí interior, sus ojos se encontraban fijos sobre los míos , eran igual al océano , con su tonalidad gris profunda e impenetrable aunque a la vez desprendían una fuerza abrumadora, creí que serían capaces de poner a todo ser a sus pies con solo mirarlos. El calor subió a mis mejillas de manera inmediata, seguramente mi rostro en este momento luce como un recuadro de alguna película romántica repleta de clichés y cursilerías inventadas por los humanos, pero esta situación es completamente  diferente no es una actuación prefabricada sino  la misma realidad de mis propios sentimientos.

— Nunca estaré convencido de que has madurado si sigues mostrándote ante mí con ese rostro parecido al de una chica. — no estaba seguro de la intención de sus palabras, pero su voz no reflejaba crueldad, sino más bien tranquilidad y un poco de nostalgia pero sonó diferente a la de aquel entonces más ronca y suave con la misma voluntad inquebrantable que le distinguía.

— Tú eres... — No logro terminar mi frase al sentir su mano fría posarse sobre mi mejilla limpiando con sus dedos las lágrimas que aún quedan en ella , para finalmente deslizarse seductoramente hasta mi barbilla alzando mis labios de manera que se encontraron con los suyos en un roce mínimo , cálido y repleto de inocencia .

—Podemos terminar de hablar de esto después, su majestad. — susurró casi imperceptiblemente en mis labios, me doy cuenta de que a este punto las ropas de ambos escurren, así que sin mucho esfuerzo lo guio dentro de la habitación cerrando la ventana tras de mí.

El aire es cálido aunque aún siento un poco de frío debido a la humedad de la ropa, no espero mucho tiempo más para estar cerca de él de nuevo, de manera inconsciente tomo los bordes de su camisa atrayéndolo hacia mis labios para besarlo con más fuerza, su sorpresa es evidente ante mi reacción, pero corresponde a mis acciones bajando las manos por mi cintura.

Siento un cosquilleo recorrer mi cuerpo, su tacto se siente diferente al de aquella vez, Nezumi siempre estuvo así, envuelto por un aura seductora... como la de un demonio con sus encantos al máximo esplendor , podía usarlos y controlarlos a su antojo para lograr lo que él quisiera y dejarme con las defensas bajas no era la excepción a eso. Esta vez, los sentimientos eran mutuos, y una llama los envolvía lo que me llevo a pensar que a diferencia de antes ya no éramos solo unos niños. Algo me saco de mis pensamientos, y fue como los labios de Nezumi se posicionan ventajosamente abriendo los míos para invadirlos con su lengua, contengo un suspiro y cierro mis ojos permitiendo su intromisión, saboreando lo dulce que es su sabor y la sensación de saciedad que me provoca, envuelta en una fogosidad increíble... él sabía exactamente lo que hacía y cómo hacerlo. Dejo caer mis manos por su pecho e intento corresponder de la misma manera con mi lengua, lo cual no logro. Sin que yo lo deseara se separó un poco, nuestras respiraciones son agitadas, sin embargo esto no es algo completamente malo.

— Si sigues así te resfriaras...

— Pero Nezumi... — me detengo antes de expresar algo. ¿Qué es lo que quiero decir? ¿No te alejes? Él está aquí ahora y eso es lo más importante. —Está bien, ¿quieres tomar una ducha después de mí?

— A menos que quieras que la tome contigo, estaría perfecto. — Su voz no fue para nada sería sino más bien sarcástica y repleta de burla, acompañada de una sonrisa ladina.

-—Eres un... - Me retiro completamente avergonzado, cerrando detrás de mí la puerta del baño y puedo jurar que escuche su risa a la distancia.

Salgo del baño con la ropa más cómoda que pude encontrar, una camisa de mangas largas y pantalones sencillos color azul.

— Tu sentido de la moda aún es pésimo.

 —Mira quien lo dice. —Era cierto su ropa lucia desgastada como si hubiera hecho un largo viaje a un desierto o a un bosque alejado por completo de la sociedad y su cabello más largo y desordenado, a pesar de eso se veía atractivo. Su rostro tenía una apariencia artificial como si hubiese sido trazado y construido por alguien, exactamente como un muñeco de porcelana y su cuerpo a pesar de no ser muy robusto o musculoso, tenía las proporciones de musculatura perfectas para su edad, me quedaba claro que su condición física era mucho mejor que la mía en todos los aspectos. Me sonrojo al verme pensando de esta manera, como una princesa enamorada.

—No he estado cerca de una tienda de ropa por mucho tiempo, créelo.

—Si quieres puedes tomar algo de mi ropa, aunque hayas crecido debería seguir siendo suficiente para ti.

—Eres muy amable, te hare un cumplido.— dijo y finalmente cerró la puerta del baño.

Subo las escaleras que llevaban hacia la mullida cama, y me siento en ella. No tengo idea del porque espero con ansias, no pasó demasiado tiempo hasta que Nezumi salió , su cabello estaba algo empapado con el agua y lo seco firmemente antes de subir a donde estaba. Tomo firmemente una parte de debajo de su camisa.

—Nezumi... —Mi voz tembló. — ¿Vas a quedarte conmigo? ¿No?

Una sonrisa leve se asomó en la comisura de sus labios, se inclinó un poco colocando sus brazos y una de sus piernas en la cama, aprisionándome entre esta y el.

—No me iré. -Finalmente planto un dulce beso en mi frente. —Te hice una promesa ¿No? No soy del tipo de persona que suele romper promesas. Ahora, vamos a dormir.

Me recuesto y le hago espacio a mi lado, todo era completamente nostálgico y los recuerdos invadieron mi mente. Él se colocó a mi lado de frente y nuestras miradas se toparon, aunque realmente todo el tiempo habían estado buscándose.

—Nezumi...quiero. -dude. — Quiero tomar tu mano, como aquella vez.

No tuvo ninguna expresión, pero siento como su mirada se intensifica hacia la mía y sus dedos se deslizaron en un juego abriendo paso sobre los míos, entrelazándolos y en ese momento todo el miedo y tensión que sentía se desvaneció, y mi mundo se convirtió en su mundo. Solo éramos nosotros dos y nada cambiaría ese hecho, sabía que esta vez el no volvería a dejarme atrás. Estaba seguro de eso...

No.6 "Mas alla de los limites."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora