𝑇ℎ𝑒𝑦 𝑎𝑟𝑒 𝐾𝑎𝑧𝑢𝑘𝑖 𝑎𝑛𝑑 𝑀𝑖𝑟𝑖

☄️𝓬𝓾𝓪𝓽𝓻𝓸☄️

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Mi estómago recibe un golpe directo todas las mañanas.

Miri siempre tiene ganas de jugar con Kazuki, pero cuando este se le escapa, me toca a mí recibir sus peticiones infantiles, sus quejas y también ser el causante de sus mejillas infladas y su actitud malcriada.

Desayuné junto con ella. La escuché hablar un poco de su madre, después entonó una canción que según ella, su madre siempre se la cantaba.
Cada vez que habla de esa mujer se le ve feliz.

Y pensar que en la carta percibí un leve tono despectivo en mi cabeza. Pero quizás solo sea imaginación mía.

Kazuki apareció de nuevo con algunas compras.

Menos mal no se tardó tanto.

Le dejé a Miri mientras yo me volvía a mi oficio importante de todos los días: tener partidas de videojuegos por un buen rato.

Sin prevenirlo mi cabello se volvió el centro de atención de Miri.

En todo el rato que estuve sentado en el sofá tratando de concentrarme en mi juego, Miri aprovechó y se adueñó del control de mi pelo.

No quería lidiar con un berrinche si le decía que no podía, así que la dejé ser.

Lo peinó, lo amarró con moñeras coloridas y con uno que otro prensador. Aludía que me veía genial, pero por la risa que Kazuki se esforzaba en aguantar desde la cocina sabía que no era cierto.

Puse la tv en pausa y la imagen se volvió oscura, me sirvió de espejo y al ver mi reflejo en la pantalla no podía creer lo que había en mi cabeza.

Un par de coletas, trenzas desde la corona de mi cabeza, a los lados y hasta en los mechones que me quedan por la nuca y muchos prensadores en distintas partes que parecían piojos coloridos.

Solo suspiré hondo. Kazuki se burló de mí yendo a dónde mi peluquera estaba.

Pero si yo me iba a ver así de ridículo, él también.

Lo jalé del brazo y lo senté de golpe a mi lado, le dije a Miri que le hiciera lo mismo a él. Kazuki quiso escapar pero Miri fue más rápida y jalo del rubio cabello de Kazuki.

Parece ser que el peinado de Kazuki fue más doloroso que el mío. Lo escuchaba quejarse de como Miri jabala mucho de su pelo, tal vez por error, pero me gustaba pensar que era adrede.

Los dos terminamos viéndonos raros, tontos. Aunque Kazuki lució su peinado con "estilo" para complacer a Miri.

Se me ocurrió que nosotros debíamos hacerle lo mismo Miri, por supuesto Miri no lo pensó dos veces y se echó a correr.

Más tarde los tres estábamos en el sofá hablando de cualquier cosa, Miri en medio de Kazuki y yo nos decía que le gustaba mucho estar con nosotros y que aprendería mucho más peinados para hacérnoslos.

Verla así de feliz, de repente me hizo querer dejarme crecer más el cabello.

Así, ella tendrá más de dónde tomar para hacer lo que quiera con él.

Sería bueno también comprarle más moñeras y prensadores...

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