Avatar -Matrimonio por conveniencia- |Neteyam Sully| [PAUSADA]

~Vol~

Neteyam:

Ya era el día siguiente, estaba dispuesto a hablar con Nayleni para aclarar las dudas. Mis dudas.

Se encontraba dormida, y me acerqué a ella para despertarla en un beso cálido y tranquilo.

-Buenos días mi amor -respondí dulcemente, mientras acariciaba su pequeña mejilla.

-Buenos días-contestó de la misma forma que yo.

-¿Has dormido bien? -pregunte.

Asintió, yo sabía que seguía triste, tenía los ojos vidriosos e hinchados.

-¿Segura, que si dormiste bien? -le pregunté de nuevo con el ceño fruncido.

Quería saber primero, si ella se atrevía a confesarmelo.

-Hm, si, si, estoy bien, y tú? -me respondió.

Sabía que quería cambiar de tema, pero no dejaría que este tema pasará por alto. Necesitaba que me lo dijese ella.

-Bien, no tienes nada más que contarme? -dije ya un poco más serio.

En consecuencia, ella frunció el ceño extrañada, con algo de miedo en sus ojos.

-Ammm, no-me dijo-¿por qué lo preguntas?

-Podrías salir conmigo ahora un momento, necesito hablar contigo mejor. -le dije.

Ella seguía con su rostro que reflejaba extrañeza, pero aún así asintió.

•••

Después de un rato esperando afuera de su carpa, salió.

Yo la vi, y como siempre. Y me quedé embobado viéndola, siempre la veía, pero es que era inevitable, se veía hermosa.

-Dime qué querías hablar? -pregunto nerviosa en cuanto estuvo frente a mí.

-Nay, por favor, dímelo, solo quiero que tú me lo digas. -le dije desesperado.

De verdad que solo quería escucharlo salir de su boca y confirmarlo, ya hablariamos de lo que pasará ahora si esto es cierto.

Sus manos temblaban y sus ojos se humedecieron, eso le pasaba siempre que estaba muy nerviosa y asustada, siempre colapsaba así.

Se llevó las manos a su cara para esconderla, lo estaba pasando mal, ahí me di cuenta de que no me lo iba a poder decir.

Para poder ver su cara agachada me acuclille y tomé su muñeca.

-¿Es verdad que estás embarazada? -le pregunté por fin.

Y ahí es cuando se echó a llorar a mares, yéndose de rodillas al suelo. Por la reacción que tuvo supe que eso era una afirmación.

No iba a mentir, me asustaba, no sabía cómo tendríamos que lidiar con esto ahora, y más ella.

-Lo siento... -me dijo entre llantos-lo siento mucho, perdóname.

-Hey, hey, no es culpa tuya-le dije, odiaba verla así-mírame.

Le costó un poco pero finalmente me miró, estaba fatal, con los ojos rojos e hinchados... y se veía que no había dormido nada.

-No es culpa tuya me oyes? -le pregunté sacudiéndose de los hombros suavemente.

-No, si lo es... es culpa mía, no debí haber...-no pudo seguir porque empezó a llorar de nuevo.

Odiaba verla así, me dolía, sabía que estaba mal, y más ahora.

Saber siquiera lo que le habían hecho pasar, para ahora dejarla con otra carga más.