Capitulo 14.

2 1 0
                                    

¿No recuerdas lo que pasó?... Cariño

Sean.

Llego a la fiesta bajando de mi auto con Stella caminando hacia la entrada y... Carajo Sofía estaba ahí regalando una hermosa sonrisa a Chase.

No sabe lo jodidamente hermosa que se ve con ese vestido, resaltando cada parte de su cuerpo, no sabe que se acaba de volver mi fantasía favorita.

– Ire con unas amigas, espero que no te moleste.– Dice Stella mirándome.

Cómo si me fuera a molestar, lo único que quiero es tenerla lejos para poder estar con Sofía.

– Esta bien. – Es lo único que digo entrando al bar.

Empiezo a buscar a Sofía y luego la veo como un corderito asustado en el sofá del bar.

Y sin querer se me escapa una sonrisa que no puedo contener. Me acerco lentamente y ella se levanta y se empieza a acercar lentamente igual.

– ¿Así que quieres jugar?.– Digo sin quitarle la mirada de los labios.

Sin decir todo lo excitado que estoy por ese maldito vestido.

– Tu lo pediste.– Dice sin despegar la mirada de mis ojos.

– ¿Si?... No lo recuerdo.– sigo mirándole esos hermosos labios carnosos que tiene.

– Me hiciste meter en el juego.– Dice acercandoce poco a poco a mí.

Me acerco a su cuello queriendo besarselo.

– Bésame.– Es lo único que sale de mi boca.

– Ya quisieras.– es lo único que dice.

– Bésame y deja de torturarme.– Digo queriendo que me bese de una puta vez.

Se acerca más a mi quedándose un centímetro de mi boca y sigo sin despegar la mirada de sus ojos y lo único que dijo fue.

– Sueña.– Dice mientras pasa por mi lado para seguir a adelante.

Suelto una carcajada, quiere que le ruegue por un beso, no, cuando me vea regandole sería para que me haga un baile mientras se quita la ropa.

– Te estuve buscando.– Reconozco esa ridícula voz que me saca de quicio.

– ¿Para que?.– Digo indiferente.

– ¿Cómo que para que tontito?.– dice sonriendo, si supiera que no me causa nada, ni el mínimo efecto en mi cuerpo.– Para charlar obviamente.

– ¿Y para que están tus "amigas"?, ¿Porque no vas a charlar con ellas?.

– Es que lo quiero hacer contigo.– Dice poniéndome la mano en el pecho.

Con tan solo ver a Sofía quiero ser su maldito esclavo y que juegue conmigo las veces que quiera.

Y con Stella ni tocandome hace algo en mi.

–I don't mind.– es lo único que sale de mi boca y ella se queda perpleja.

Nos sentamos en el bar y ella no paraba de hablar de su vida y yo ni caso le hacía.

Cuando No Te Conocía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora