Primer Amor - Juan Pablo Villamil & Tú

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17 de enero 2020

______________ había dejado el Live ayer por el hecho de que empezaron a bombardear de preguntas sobre que ya dijera quien de los Morat era su primer amor o si ellos conocían quien era.

No sabía si era buena idea hacer el live el día de hoy, quería seguir la historia, pero tampoco quería meter en problemas a alguien o en un escándalo. Así que busco el chat de Villamil en WhatsApp y dudando le empezó a escribir.

Juan...
Sobre los live...

Dejo de escribir y borro los mensajes, no sabia que hacer. Estaba nerviosa por hablarle y más cuando estaba hablando sobre su historia, la historia de ambos.

Soltó un suspiro y pensando, tal vez sería mejor que dijera que ya no iba a continuar la historia y hablar de otra cosa. Inició el live y los comentarios sobre que siguiera contando la historia le llegaron.

—... No quiero incomodar a ningún involucrado y crear polémicas —dijo ella explicando.

martinvargas96: Siga.

simonvargasm: Siga.

jpabloisaza: Siga

Ella leyó los comentarios, aún estaba dudando si hacerlo o no, hasta que leyó su comentario:

jpvillamil7: Siga.

—Supongo que seguiré —dijo con una pequeña sonrisa.

Antes de empezar, le llegó una solicitud de su mejor amigo para unirse al live, así que la aceptó.

—Contando historias y no me mencionas casi nada —se quejó haciéndola reír—. Si vas a seguir contándola, espero tener un poco de protagonismo.

—Que egocéntrico amigo tengo —sonrío.

—Ya lo sabes.

*~*~*~*~*~*~*~*~*

Enero de 2016

______________ acariciaba el cabello de Juan Pablo con cariño, los dos estaban acostados en la cama y no tenían ganas de levantarse, pues era Año Nuevo y eso significa que ella se iría en dos días.

Villamil tenía su cabeza en el pecho de la chica, disfrutando de los mimos que le daba mientras la abrazaba. No quería que se fuera su lado, quería que ese momento durara el resto de su vida.

—Bonito —le dijo ella, haciendo sonreír a Juan Pablo—, no me quiero mover de aquí, pero tengo hambre.

—Lo sé, escuche tu estómago —rió, haciendo que ella le hiciera un puchero cuando la miró—. Iré en busca de comida para la mujer más bella —beso sus labios—. Ahora vuelvo.

Ella sonrió cuando lo vio levantarse y salir de la habitación. No podía creer que era la novia de Juan Pablo Villamil, el chico que hace que todo su mundo se mueva de una manera hermosa.

Quería contarle a todo el mundo, que supieran su felicidad, pero tendría que esperar cuando tuviera señal a su celular, porque ni siquiera le pudo decirle a sus amigos que tenía de novio al hombre más maravilloso del mundo.

—Su novio fue a robar de mi comida —dijo Martín entrando como niño enojado a la habitación.

—Es para mí —le dijo con una sonrisa.

—Pero es mi comida —frunció el ceño.

—No este de llorón, chino —dijo llegando Villamil con dos platos de comida—. En la cocina aún le dejé para usted.