Capítulo 7: La llamada

83 22 18
                                    

Ya han pasado dos semanas desde que llegamos a la casa de Joey, mis padre se tuvieron que ir por algunas cosas que tenían pendientes en casa, pero yo los convencí para quedarme unas semanas más. En toda esa semana luego de que mis padres se fueran, resumo eso como los mejores días de mi vida, no porque ellos se hayan ido, sino que, desde el viernes hasta el domingo estuvimos de fiesta en fiesta con mi hermana Joey, su esposo y mis sobrinos.

Trajes de baño, piscinas, cócteles, música a alto volumen (hasta que te dolieran los tímpanos), el calor de estar con muchas personas, locura, y mucha comida. Todo eso resume mi fin de semana, eso era el paraíso, claro no podía faltar que cuando llegaba de cada una de esas fiesta me esperaba del otro lado del primer chat de mi Facebook un chico raro y divertido para hablar todas las noches, hasta la madrugada.

No, no es Tomas, aunque debería, al final él es mi novio, pero no, no es el con quién me acuesto a las 3: 50 de la mañana hablando por Messenger.

Sí, es... Nick.

Ya sé, eso es raro para los demás, pero por una verdadera extraña razón para mí no lo era, al contrario, era... era, pues, se sentía diferente, me gustaba hablar con él.

Hay mi pobre Liz le está llamando la atención otro chico.

Ya cállate conciencia, estás diciendo puras tonterías.

Te gustaaaaaaaaaaaaa.

-Liz te das cuenta de que estoy hablando contigo misma, ¡oh no!, ¡me estoy volviendo loca! –Me digo para mí misma en voz alta.

Si te estás volviendo loca por Niiiiiiiiick.

Quiero otra conciencia.

Nick y yo habíamos estado hablando de todo. Pero por ahora solo lo que conocía de él es que se llama Nick Lakers. Que vive en Darsville , estudia su último año de prepa. Tiene 18 años y que sus amigos son una mierda. Y que él se droga.

Sí, es mejor obviar la última parte.

1 mensaje de Nick Lakers.

No dude ni un momento y abrí de inmediato el mensaje. Era ya la 1:30 de la madrugada y seguíamos discutiendo sobre mi curiosidad hacia su voz. Yo estaba muy irritada por no saber cómo era su voz, y para mi completa sorpresa él pareció acceder a dejarme escucharla.

El: ¿Hacemos llamada?

Literalmente ahogue un grito de entusiasmo al leer ese mensaje.

Yo: Claro.

Mi corazón latía rápido. Me sudaba las manos aunque no hubiera calor. Mis piernas parecían gelatina y empeore cuando mi teléfono vibro notificando una llamada entrante. Respondí al tercer repique pues no quería parecer frenética por responder.

-¿Liz?

Mi cuerpo explotó en una mezcla de cosas que no se explicar. Su voz era gruesa, penetrante, sexy y tan clamada. Casi me dije estúpida por no responder rápido, pero finalmente encontré mi voz y solo salió un....

-Hola.

-¿Qué tal?

-¿El qué? –Puede escuchar su risa mientras yo casi me doy una cachetada. La verdad no sabía si me la quería dar por lo embobada que quede por su risa, o por lo tonta que seguramente me escuchaba.

-Tu voz es adorable.

Mierdaaaaaa, le parecemos adorables.

Maldije mucho para mis adentros antes de responderle.

-Cállate, yo no soy adorable.

-Dije: tú, voz, es, adorable.

Genial premio de idiotas para nosotras Liz.

-En ese caso no sería adorable.

-¿Por qué no?

-Mi voz suena como estúpida –No pude evitar una risita nerviosa.

-Pues, a mí me parece adorable.

-Mierda, enserio, ¿puedes dejar de decirme adorable?

-Vale, usted es muy madura señora Liz.

Eso me hizo derretirme aún más y creo que el pareció darse cuenta de que algo me pasaba ya que tardaba mucho en responder, así que el volvió hablar.

-¿Estas bien Liz?

-E-eh, s-si –Enserio me estaba escuchando muy patética.

-Oh, qué bueno, por un momento pensé que te estabas avergonzando de hablar conmigo.

Oh Nick que inocente eres, ¿acaso no te das cuenta de que ella se está arrebolando por ti?

De veras quiero cambiar de conciencia, esta es muy molesta y traicionera.

-¡No! Nada que ver, ¿Por qué me avergonzaría de eso?

-No lo sé, solo lo pensé.

Eso me hizo soltar otra risita nerviosa –Pues no pienses tonterías.

-Vale, hablemos de otra cosa.

-¿Cómo de qué?

Él se lo pensó un momento hasta que me respondió – ¿Cuál es tu color favorito?

Pregunta tras pregunta se nos pasaron las horas hablando. Aunque con él me parecía que es tiempo era muy corto. En la realidad pasaban volando. Cuando vi la hora mis ojos se abrieron como platos literalmente. Eran las 5:15 de la madrugada. Ya habían pasado 4 horas y media y a mí me parecieron unos pocos minutos. En ese momento recordé que él me había dicho que tenía que ir a clases ese día en unas pocas horas ¡él no iba a poder dormir lo suficiente!

-Oiga señor Nick, ya son las cinco y tú tienes clases dentro de tres horas.

-La verdad dentro de cuatro horas. Recuerda que tu país le lleva una hora de diferencia al mío y no me digas señor, solo te llevo un año.

-Bueno Nick –Hice énfasis en su nombre –Igual creo que deberías dormir.

No quería dejar de hablar con él pero él debía dormir y yo igual.

-¡Vaya! ahora me das órdenes –Él ríe por lo bajo pero aun así lo logré escuchar.

-N-no, yo no...

-Sshh –Me cortó y yo lo dejo hablar -Me gusta que seas mandona –Eso me dejó por un momento sin palabras. Aunque puede encontrar mi voz.

-Ya, anda a dormir.

-Vale.

-Hasta más tarde entonces.

-Hasta más tarde Liz.

No colgué solo que quede en silencio y entonces lo escuche.

-Te quiero.

Y con eso colgó la llamada, dejándome en las nubes.

****

______________________________

Nota de la escritora:

hahahaha ese te quiero fue.... ufff je,je,je. :) 

La canción de los Morat no tiene nada que ver con el capítulo pero me encanta esa canción y tenía el título parecido jejeje. Para los que no la han escuchado vayaaaaaaan esta bien linda.

Deja tu voto, no seas malo yo te amo.

Besos,Los amo desde el fondo de mi corazón negro.

"MUY PRONTO PARA UN NOSOTROS"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora