ᴛʜʀᴇᴇ ᴇᴍᴘᴛʏ ᴡᴏʀᴅꜱ|ᴊᴇɴᴏ|

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F I N A L

24 & 26

Jeno y Sofía han estado juntos toda su vida. Cada etapa y buenos recuerdos de sus vidas los pasaron juntos. Todas sus primeras veces las experimentaron juntos. Son el primer amigo del otro. Su primer mejor amigo. Su primer gusto por una persona. Su primer relación. Su primer beso. Su primer todo.

Su vida siempre fue buena, nada por lo cual quejarse. Desde su juventud visualizaron las metas que querían cumplir juntos y la vida que querían para los dos. Pero visualizar no siempre es bueno, y el hacerlo no asegura que vayas a realizar todo al pie de la letra. Jeno y Sofia se dieron cuenta de ello demasiado tarde.

Tenían la vida que toda persona a su edad muchas veces solo puede llegar a soñar. Tenian poco de haber egresado de la universidad, mantenian un trabajo estable con un sueldo un poco mayor al de cualquier recién graduado, un bonito apartamento, una pareja estable de muchos años. No les faltaba nada, pero aun asi se sentían vacíos.

A tan corta edad ya había completado una gran parte de sus propósitos, pero ¿A cambio de qué?

Si bien la misma rutina les funcionó unos cuantos meses, no pasó mucho tiempo para que las cosas comenzaran a decaer.

Su larga relación y el amor tan puro que sentían por el otro se convirtió en solo pasar tiempo juntos durante los 20 minutos de trayecto del trabajo de Sofía a la universidad y dormir en la misma habitación. Nada más que eso.

Jeno nunca cumplió su promesa de contraer matrimonio, ya que con el pasar del tiempo simplemente lo olvidaron. Y tampoco lo veían necesario, actuaban practicamente como una pareja casada, ya no era algo que anhelaban.

A pesar del distanciamiento aún se querían y atesoraban al otro, pero nada se sentía con la misma intensidad y jamás volvería a ser igual. Permanecían juntos por la simple costumbre de que habían estado juntos toda su vida. Los dos estaban cansados de esa situación, pero eran demasiado cobardes para arruinar la estabilidad que había construido a lo largo del tiempo.

Hasta que Sofía a sus 24 años, en un extremo bajón emocional decidió confesarle todo a Jeno. Para sorpresa de ambos, se sentían igual de fracasados.

No fue fácil para ninguno de los dos anunciar a sus familias que se separarían. Los tomaron por sorpresa a todos, gracias a la pareja las dos familias habían creado un buen vínculo de amistad, pero no estaban en posición de pedir que la relación ya quebrada continuara. Los que más se vieron afectados fueron los gemelos, al no poder pasar mucho tiempo con sus padres gracias al trabajo, sus padres de reemplazo habían sido Sofía y Jeno desde que eran bebés, lo tomaron más como si sus figuras materna y paterna estuvieran divorciándose, con la diferencia de que no había custodia compartida y jamás volverían a ver a Jeno.

Tampoco fue fácil para los principales involucrados separarse. Se sentía como ese objeto favorito que guardas desde pequeño, que al crecer tus padres te obligan a tirar, pero aunque ya no sea necesario en tu vida o solo ocupe espacio, no puedes deshacerte de el por el simple hecho de que con tenerlo contigo o solo mirarlo te devuelve tus mejores recuerdos.

Jeno desde el inicio de la separación hasta el final vio por el bien de la que durante muchos años, fue su compañera de vida, asi que decidió dejarle el apartamento.

Un 24 de abril, justo un día después de celebrar el cumpleaños del chico por última vez y pasar su ultima noche juntos, Jeno se mudó oficialmente. Se hicieron su última promesa, simplemente estar bien por el otro y no tener arrepentimientos de ningún tipo.

Con Jeno marchándose, dieron por concluida la etapa más hermosa que pudieron desear, asi comenzando con otra con nuevas metas, que tendrían que cumplir sin tener al otro a su lado.

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