Volver a lo mismo

482 17 4
                                    

Meses pasaron y su relación parecía volver a equilibrarse, Dybala volvio a entrenar hasta tarde, pero no tan frecuentemente como antes y siempre encontraba una forma de recompensartelo.

Una mañana, tranquila, tomaste prestado el auto de Dybala para ir a comprar algunas cosas, el habia decidió ir en bici a la practica, las cosas mas que nada eran para el, planeabas sorprenderlo con una linda comida. Todo estaba yendo bien, conseguiste todo lo que necesitabas y ya estabas volviendo a casa. Te llevaste la sorpresa del siglo cuándo viste un labial que claramente no era tuyo, Dybala siempre se aseguró que nunca uses cosas “truchas” y este claramente lo era.

Con los ojos abiertos como platos, tomaste el labial en tus manos y lo abriste. Tal vez no tenía ningun uso, tal vez era un regalo para vos, pero no. Ese labial estaba mas echo bosta, mas descuidado y mas sucio que te daba asco. Lo guardaste en tu bolzo y seguiste con tu camino a casa, con un nudo en la garganta y en la panza un agujero. 

Al llegar a casa, caiste al sillón, no sabias si llorar, gritar, enojarte, quemar algo o matarte. ¿Acaso Paulo....? Nah, el no seria tan descarado ¿Pero? ¿Y si? ¿El realmente seria ese tipo de hombre? Imposible.

Cancelaste tu sorpresa, va, lo ibas a sorprender pero no con una cena, nah, el no se lo merecia (al menos hasta que aclare que bosta estaba pasando). Pero si lo ibas a sorprender con el labial.

Horas pasaron, de la mañana se hizo la tarde y de la tarde a la noche. Que conveniente, justo hoy se quedaba hasta tarde. Esperabas impaciente, sentiste como se abría la puerta. Paulo al llegar se sorprendió al notar que no fuiste a saludarlo y camino hacia su cuarto y se quedó helado «Mierda» pensó al verte sentada en la cama con una sonrisa falsa y el labial que estaba en su auto.

—Hola amor ¿Todó bien?– Se hizo el boludo, saludándote con una sonrisa nerviosa.
—¿Amor? las pelotas Dybala, ¿qué mierda es esto¿– señaste el labial que estaba enfrente tuyo. —Es un labial, amor ¿Estas bien?– dijo sarcásticamente, haciendote enojar.

—Si se que es un labial Paulo, no soy tarada– hiciste una pausa intentando contener tu enojo —Te estoy preguntando que mierda hacia este labial en tu auto– Paulo hizo un gesto como si lo hubieras ofendido.
—No se amor, CLARAMENTE no es mío. ¿Estas segura que no es tuyo?– Dijo tratandote de boluda.

—Paulo, te lo voy a preguntar una vez nada mas y mas vale que seas honesto conmigo. ¿Tenes otra mina?– Soltaste la bomba. Vos realmente querías que te diga que no, que salga una explicación del cielo de que porque no hay otra y de COMO termino ese labial ahí. —Y amor, ¿Vos crees que te seria infiel?– Te estaba tratando de confundír. —¿Qué pingo queres decir Dybala?– comenzaste a alzar la voz.

—Amor, yo no te voy a negar nada ni afirmar nada, pensa lo que vos quieras. Estoy cansado, hablemos de esto mañana– contesto tu pregunta fingiendo un bostezo y una voz cansada.
—¿Qué mierda decis Paulo? No te entiendo– Te acercaste mas a el, con cada paso que tomabas tu enojo parecía multiplicarse. —¿Sos joda Dybala? ¿En serio me estás diciendo que no me fuiste infiel pero tampoco me estás negando que lo hiciste? ¿Qué mierda significa eso?– Paulo cada vez se estaba poniendo mas nervioso, intentando ocultar amgo

—No sé qué más decirte amor– se hizo el perdido —Ya te dije que no te fui infiel, pero tampoco puedo negarte algo que no pasó– Tu corazón paro un segundo, recién llegaba, y ya te estabas cansando de la situación.

—Ah, claro, muy convincente, tiene sentido Dybala– Le dijiste sarcásticamente —¿Cómo queres que te crea algo de lo me decís si no podes responder una pregunta de SI o NO con claridad? ¿Cómo queres que confie en vos si no me podes decir la verdad?–

— No sé qué más hacer para demostrarte mi amor.– Se hacía el ofendido, el incomprendido. El también comenzaba a enojarse —Te he dado mi tiempo, mi atención, te compro cosas todas las noches. ¿Qué más queres que haga? No se que mas hacer para ganar tu confianza–Grito ofendido.

Tolerate it. Paulo Dybala Donde viven las historias. Descúbrelo ahora