¿Otro Mundo?

Capitulo 9

Capitulo 9: Una pequeña alma

Cuatro meses pasaron desde que se fue de la aldea, recibía todas las semanas un informe de Ryu, que para su alivio no hubo ningún problema, la aldea seguía funcionando bien, y no sospechaban que no se encontraba en la aldea.

En cuanto a ella, llevaba reunido 10 fragmento de la perla de shikon, y se hacía más evidente cuanto incrementaba su poder, ahora fácilmente podía matar a cientos de demonios con unas pocas flechas sagradas.

En cuanto a su recorrido durante estos meses, se podía decir que estuvo bien, la mayoría del tiempo dormía en el bosque, como cuando hacia misiones fuera de la aldea, pero en algunos casos extrañaba la comodidad de una cama, entonces iba al pueblo más cercano para dormir, y tener una comida caliente en la mañana.

Su cabello, era como un pase de entrada, en su tiempo en la aldea del terrateniente, se extendió rápidamente la información de que una extraña sacerdotisa de cabello rosado era quien la cuidaba, y que ni un solo demonio pudo derrotarla, que era tan poderosa que los demonios de primer nivel no pudieron con ella.

Así que, cada vez que la veían la reconocían, y le ofrecían que pasara la noche en su casa, solo por admiración, o para que exterminara pequeños demonios que causaban problemas, a lo cual ella no se negó, ambas partes ganaban.

Así fue que paso los últimos meses, se sintió satisfecha con eso.

La mayoría de las veces los demonios venían a ella, todo esto por la presencia de los fragmentos de shikon, era algo irresistible para ellos, fue así que consiguió los fragmentos que tenía en su posición, también tenía la ventaja que podía ver los fragmentos de shikon a través de la tela o carne, podía sentir su presencia.

Eso era una ayuda abismal.

En estos precisos momentos, se encontraba caminando por un grande y extenso bosque en camino a una aldea la cual había pedido sus servicios para curar a su jefe, además de eso pidieron que los protegiera de unos demonios.

Iba caminado tranquilamente, incluso tarareando una melodía en su mente, muy relajada, admirando los hermosos árboles y el aire fresco que respiraba, pensado en todas las cosas por las que había pasado y como se adaptó también en este mundo.

Toda esa situación tranquila cambio drásticamente cuando sintió la presencia de los fragmentos de shikon, no solo eso, un intenso hedor a sangre se extendió por el aire, ya no se encontraba puro.

En cuento percibió eso rápidamente comenzó a correr en dirección del acre olor que inundaba su nariz, su velocidad normal no estaba nada mal, pero cuando puso chakra fue mucho más rápido, parecía que volaba.

Se encontró en su destino rápidamente, y lo que vio la dejo impactada.

La aldea a la cual se dirigía para cumplir con su pedido se encontraba completamente destrozada, los cuerpos se encontraban esparcidos en el suelo, con grandes heridas en sus cuerpos que causaron sus muertes y manchaba le suelo de sangre, formando un rio rojo.

Era una horrible escena.

_ ¿Qué fue lo que hiso esto? _ Su murmullo voló en el viento, pero nadie respondió, los hombre, mujeres y niños habían muerto.

Fue avanzando, poco a poco, y cada paso que daba fue un apretón en su corazón, realmente fue desolador ver a tantas personas muertas.

"Horrible... Espera ¿Qué era ese olor?... esa presencia"

Su nariz capto un leve olor en el aire, pero más que eso pudo sentir la presencia de un demonio, era reciente, no hace mucho habían dejado el lugar; los causantes de tal masacre.

Lobos; Hombres lobos.

Entre el camino manchado de sangre, se encontraban las huellas de muchos lobos, y en la cabeza de eso la presencia y olor distintivo de un Hombre lobo.

Esto era algo que hacían normalmente ese tipo de demonios, los hombres lobos junto con su fiel ejercito de lobos saqueaban y mataban aldeas humanas, normalmente los lobos devoraban a los habitantes de esas aldeas, y como humanos débiles que eran no podía huir de ellos, o por lo menos muy pocos lo hacían.

Era algo horrible, pero algo normal en este mundo lleno de demonios, y seres sobrenaturales, en este tipo de cosas era que extrañaba Konoha.

Realmente quería encontrar a esos lobos y purificarlo, pero en estos momentos no podía hacerlos.

"Tengo que enterrarlos"

Su concia no le permitía marcharse y simplemente ver esos cuerpos tirados, olvidados, donde ninguna persona podría darles un entierro digno, además quería darles paz a sus almas.

Podía verlas agitándose frente a ella, percibía muchas emociones y eso era malo, podría formarse alguna criatura de tantas almas juntas.

Y aunque eran muchos cuerpos que enterrar, con sus jutsus de tierra era mucho más fácil; y hablando sobre eso su control de chakra ahora era distinto, ya no se trataba de hacer jutsus, desde que llego a este mundo eso cambio.

Ahora era como parte de su cuerpo, podía sentirlo, parecía como si las energías se habían fusionado, su propio chakra y su poder espiritual, ya no se podía distinguir entre ambos.

Presionando suavemente sus pies sobre la tierra, dejo fluir un poco de ese poder, y al instante un agujero de un metro estaba ante su vista, lamentablemente no contaba con sabana par cubrirlos así que solo podía poner sus cuerpos directamente en la tierra.

La primera persona en enterrar era una mujer, no tenía más de 30 años, pero eso no era lo más triste, Con ambas manos trataba de proteger a un pequeño bebe, pero lamentablemente no pudo lograr su objetivo, ahora ambos permanecerían juntos para siempre.

"Esto es horrible"

Lo único que pudo hacer fue enterrarlos, no podía hacer nada más que eso, y así poco a poco enterró a todas las víctimas de los lobos, entre la tierra plana se alzaba muchos tumultos, prueba de sus tumbas.

Las almas de las personas que estaban agitadas frente a ellas, se fueron calmando lentamente y volviendo a su cuerpo, la mayoría fue así, pero unas pocas no hicieron lo mismo, la ira las llenaba y se agitaban violentamente.

"Es una lástima"

Esas pobres personas no tenían que morir así, sentía una gran pena por esas almas.

Se acercó lentamente a una de ellas, la más violenta, tenía que purificarla para que pudiera descansar en paz, a diferencia de otras, no tendría que dispararle con una flecha, no quería causarle aún más miedo, con sus poderes eso no sería necesario.

Cuando alzo su brazo, el alma violenta se enrosco su brazo y no se despego de ella, no quería soltarla.

_ Oye ¿Qué haces? Tienes que.._ ya no pudo seguir hablando, fue como un martillazo directo a su cabeza, la vida de esa pequeña alma fue presentada en su cabeza como una película, reproduciendo todos los momento dolorosos.

Cuando nació, como vivió su vida, esos momentos tristes, como creció, sus esperanzas y sueños atravesaron su corazón y su mente, y eso... la hizo llorar, llorar profundamente, todo ese dolor y sufrimiento se fusionó con ella y lo sintió como propio.

¿Por qué le tenia que pasar eso? Era tan doloroso, esa pequeña alma presento su vida ante ella, todas sus injusticias, después de eso se tranquilizó, es como si simplemente quisieran que la consolaran, que ya no quería seguir sufriendo, no quería volver a estar sola.

"Así que era eso, ¿No?"

_ Está bien, ya nunca estarás sola_ La acaricio lentamente, ahora después de todo ese golpe de emociones, ya no quería que esa pequeña alma se fuera, no quería que se marchara, tenia... tenía otra idea en mente.

_ No volverás a estar sola... Rin.