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—Yoonie

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—Yoonie

— ¡OH DIOS!

—Yoonie..

— ¡No puede ser!

— ¡YoonGi! — Gritó TaeHyung ya al límite de su paciencia. El pequeño caminaba de un lado a otro de la mesa constantemente. TaeHyung estaba seguro de que YoonGi terminaría cavando un pozo en su mueble si seguía así.

— ¡¿No notas la gravedad del asunto!? — Chilló YoonGi tirándole la regla a la cabeza. TaeHyung la esquivó y se masajeó el puente de su nariz conteniendo las ganas de meter al pequeño en el lavarropas.

—Te has medido mal seguramente, no te estás achicando. — Habló con toda la calma posible el mayor, descolocando a YoonGi quien, indignado por la insinuación de su "poca capacidad de leer los centímetros de una regla", tomó una lapicera y se lo tiró en medio de los ojos a TaeHyung.

El mayor bufó ya totalmente irritado y lo tomó por la camiseta, llevándolo por los aires hasta el lavarropas.

— ¡No lo hagas, Kim! — Amenazó el pequeño sin una pizca de miedo.

Bien, TaeHyung debía recurrir a su último método tranquilizante de Minnis-En-Crisis-De-Nervios. Se sentó en el suelo y, con cuidado, lo sentó sobre su mano acercándolo a su rostro.

—Mira bebé, puedo soportar cualquier cosa de parte tuya, pero no que me tires cosas a la cabeza y no me escuches. — Murmuró en voz baja. YoonGi suspiró profundamente, con el ceño aún fruncido, y se acomodó sobre la palma de TaeHyung. El apodo era un buen calmante.

—No quiero desaparecer. — Balbuceó el chiquitín a punto de estallar en un berrinche de niño pequeño.

—Yo tampoco quiero que desaparezcas, y no lo harás, pero ya son las 12 de la noche y mañana debo ir a trabajar. — Se quejó el mayor dejando que su rostro adoptara una expresión cansada. — Mañana ya termino el trabajo de la semana y te dedicaré mis días libres solo a ti, pero no me hagas esto más largo, pequeño. — Rogó ya con un puchero. YoonGi bajó la mirada avergonzado por su comportamiento tan infantil y asintió, dibujando círculos invisibles sobre la palma del mayor.

—Lo lamento, TaeTae... — Balbuceó en tono inocente, antes de sonreír tímidamente y parpadear coqueto mirando al mayor a los ojos. TaeHyung sonrió y se levantó del suelo.

—Está bien ¿Si? Mañana te mediremos de vuelta, estoy seguro de que no te has achicado ni un milímetro. — Habló TaeHyung caminando hacia el cuarto. YoonGi suspiró y maldijo por lo bajo.

— ¿Mañana tienes que ir a trabajar? El departamento se siente muy vacío cuando no estás. — Comentó el pequeño quejumbroso.

—Te prometo que el fin de semana estaré contigo todo el día ¿Si? Pero no hagas desastre mientras no esté. — TaeHyung depositó a YoonGi sobre su cama y se quitó la camiseta. El pequeño bajó la mirada avergonzado y subió a la mesa de luz, abriendo el mini placard que allí estaba y sacó su pijama.

— ¿Qué almorzaré mañana? — Preguntó mientras se cambiaba, dándole la espalda a TaeHyung. Sintió una risita tras suyo y se giró, encontrándose a TaeHyung mirándolo burlón — ¡¿Qué!? — Preguntó exaltado.

—Tienes un culo pequeño y gordito —Comentó TaeHyung antes de estallar en risas. YoonGi frunció el ceño sintiéndose humillado y tomó el cargador del celular de TaeHyung, tirándoselo a la cabeza — ¡Hey! ¿Qué dije sobre tirarme cosas a la cara?

— ¡Te has burlado de mí! — Chilló YoonGi sentándose con los brazos cruzados.

—Venga, estaba bromeando — Jugó TaeHyung agachándose a su altura.

YoonGi bajó la mirada y suspiró profundamente, no te pongas sensible se repitió antes de pararse y meterse bajo las sábanas de TaeHyung.

El mayor borró la sonrisa de su rostro y apagó las luces, antes de acostarse al lado de YoonGi.

—Bebé, no fue con esa intención. — Murmuró TaeHyung, acariciando su rostro con el dedo índice. YoonGi suspiró profundamente, aferrándose al dedo del mayor, cayó dormido plácidamente en cuestión de minutos.

TaeHyung sonrió enternecido y por un momento deseó que YoonGi tuviese una altura normal, como la de cualquier ser humano, para poder abrazarlo y hacerle sentir mejor.

Porque no podía mentir, él estaba asustado, YoonGi de verdad había disminuido unos centímetros y aquello no hacía más que taladrarle la cabeza.

Respiró profundamente y cerró sus ojos, necesitaba descansar. Ya luego buscaría una solución, no sabía cómo, pero lo haría. Haría cualquier cosa por el pequeño.

Por su pequeño.

Por su pequeño

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Cuidando a un mini YoonGi |TaegiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora