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Los días pasaron, con ellos los meses y un par de años. Izuku era feliz, se ganó el título de la primera heroína en estar en el puesto número uno como símbolo de la paz.

En el top cinco, alguno de sus antiguos compañeros de clase. Pero se sentía algo triste al no ver desde hace tiempo a su amigo de infancia y antiguo amor.

Quiere mucho a Shoto, él la hace muy feliz desde que se casaron y cuando fueron novios fue de lo más tierno del mundo, pero a veces, muy a sus adentros y siendo un secreto consigo misma, se pregunta como hubieran sido las cosas si se hubiera confesado a Katsuki.

No importaba si la rechazaba, por lo menos no se habría quedado con ese sentimiento atorado en su pecho.

Y es que a veces no puede evitar imaginar que en vez de besar a su marido sus labios tocan los de su viejo amor que quedó enterrado en lo más profundo de su alma y memoria.

-Deku ¿a pensado en tener hijos?- uno de los miembros de la prensa soltó la interrogante que la descolocó por completo.

¿Hijos? ¿Familia? ¿Lo había pensado? Si. Muchas veces en su juventud, imaginando que se casaba con aquel amor secreto, una linda ceremonia y años más tarde criar un par de niños.

Pero desde su matrimonio, no, desde que inició su noviazgo con Shoto jamás lo volvió a considerar.

-Yo...

Sus palabras se ahogaron en su garganta y quedó en blanco, sin embargo, para la prensa fue fácil volver a atacar con preguntas relacionadas con la anterior.

"¿Para cuando el primogénito del símbolo de la paz?"

"¿Cuando veremos el hijo de los dos mejores héroes de Japón?"

"¿Qué tipo de kosei creen que tenga su hijo?"

"¿No creen que ya se tardaron demasiado en hacer crecer su familia?"

"¿Han hablado de tener familia?"

"¿Shoto esta conforme con que aún no hayan encargado un bebé?"

-Disculpen, creo que no me siento bien- la joven heroína se levanta de su asiento y se retira de la sala algo mareada, las preguntas demasiado personales le provocaron dolor de cabeza al sobre pensar en cosas del pasado y cuestionarse sobre su deseo de ser madre que quedó atrás hace un tiempo.

-Deku-chan ¿estas bien?- pregunta angustiada su mejor amiga, salió corriendo tras ella al momento de verla mal.

-Si Ochako, no te preocupes, es solo que me tomaron desprevenida- tranquiliza y sonríe, aun que parece no convencer mucho a Uraraka.

-Puedo decirles que la conferencia se cancela, no estas obligada a seguir y contestar algo que te incomode.

-No es que me incomode- aclara y suspira -bueno... es complicado, Sho y yo no hemos hablado del tema- confiesa apenada.

-Izuku... a pasado mucho tiempo, estas casada con Shoto ¿aun piensas en él?

La peliverde desvía la mirada, mordiendo su labio inferior y colocando su pulgar sobre su mentón.

-¿Amas a Shoto?- vuelve a interrogar la castaña.

-Si, pero-

-Cuando hay un pero de promedio lo antes dicho deja de ser valido- dice mientras la toma de las manos.

-Ochako, yo lo quiero, lo quiero mucho, me a hecho muy feliz todo este tiempo y siento que no es justo, a veces me siento una mala persona- confiesa con los ojos empañados, apunto de llorar y con un dolor en su corazón.

-Se que lo intentas, lo he visto todos estos años, no te estoy juzgando linda, solo digo que tampoco es justo para ti seguir forzándote a algo que no quieres. Tienes que hablar con Shoto- consuela, abrazándola y acariciando su espalda con cariño.

La peliverde acepta el gesto agradecida, aferrándose a su amiga y llorando para descargar el dolor en su pecho. Jamás a mirado a Shoto como segunda opción, de hecho, desde que se volvieron pareja ha sido su prioridad y ha puesto todo lo que ha podido para que el amor entre ellos diera frutos.

Sin embargo, dichos frutos no maduraron lo suficiente.

Cuando finalmente las muchachas se separan, Ochako le pide a Izuku que la espere, pues irá a dar aviso que la heroína Deku se retirara antes por cuestiones de salud, la peliverde agradece y ambas toman su rumbo, Ochako volviendo a la conferencia y Midoriya yendo a los vestidores, donde con cansancio se retira su traje de héroe y vuelve a vestir ropa casual.

Después de caminar por un largo rato, llega hasta donde está su hogar, Todoroki y ella habían decidido vivir en una zona tranquila, nada llamativo y algo sencillo, lo que tenía más que conforme a Izuku, pues viven en una casita donde están cómodos, un pequeño jardín y vecinos agradables.

-Shoto, ya llegue ¿estas en casa?- saluda y anuncia su llegada apenas entra y cierra la puerta tras ella.

-Bienvenida- el heterocromático devuelve el saludo desde, sin siquiera voltear a verla.

-¿Te pasa algo?- el pasar de los años le hizo conocerlo bastante bien, pues a pesar de no ser muy expresivo en sus gestos, sus acciones decían más que cualquier otra cosa y que no le volteara a mirar quería decir que algo andaba mal.

Acercándose, rodea el sofá donde está sentado su marido hasta estar enfrente y tomar asiento en el sofá más pequeño que esta delante.

-Vi tu entrevista en TV esta tarde- Izuku se pone nerviosa ante tal respuesta. Tal vez Todoroki este a punto de pedirle un hijo, decirle que es hora de hacer crecer la familia -¿Eres feliz conmigo?

Por el contrario, esa pregunta la descolocó por completo.

-Por supuesto que si Sho, desde la UA. El tiempo que haz invertido en lo nuestro me ha hecho muy feliz- si bien es cierto, Shoto tampoco es idiota, sabía de los sentimientos de Izuku por Katsuki, pero al ver el poco interés del rubio en la chica, no dudo en intentar enamorarla.

Creyó que podía sacar a Bakugo del corazón de la pecosa.

-Pero aún lo quieres a él ¿no es así?

-¿De-de que hablas?

-Te escuche hablando sin querer un día con Uraraka, el la UA. parecías emocionando hablando sobre la familia en un futuro, pero desde que estamos juntos jamás lo mencionaste. Tampoco quise preguntar por qué no quería presionarte.

-Shoto yo-

-Déjame terminar- Izuku asintió -sabía que te gustaba Katsuki, era evidente, supongo que el único que no se dio cuenta fue él -el rostro de la pecosa se deforma en una expresión triste y Shoto acaricia su mejilla -intente hacer que te olvidaras de él, evidentemente no pude.

-Shoto, lo intente. No quiero que pienses que eres un remplazo y te mire como tal por que no es así. Te quise, te quiero mucho, pero...

-No es lo mismo ¿cierto?- Izuku niega entre lágrimas y Shoto suspira -Zuzu te amo demasiado y solo quiero que seas feliz, así que el mayor acto de amor que te puedo dar es dejarte libre.

-¿Que quieres decir?

-Que nos divorciaremos. No quiero ser la razón de tu miseria, me dolería mucho.

Entonces Midoriya abrazo fuerte a Todoroki.

-Lo siento, lo siento, lo siento.

-No te disculpes, estamos en buenos términos y podemos ser amigos, solo necesito algo de tiempo- dice y al terminar le deja un beso en la frente.

Las lágrimas de Izuku corrieron por sus mejillas como si de un río se tratara, quería mucho a Shoto, estaba acostumbrada también a tenerle cerca, sabía que no sería fácil el divorcio, pero no quería pasar una vida infeliz, torturándose con la culpabilidad de dormir al lado de alguien y pensar en otra persona completamente diferente, la culpa ya la estaba carcomiendo por dentro.

Para Estar Contigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora