Tras la muerte de Aema, Daemon cumple con el último pedido de la Reina, el casarse con su hermano alfa, el rey viserys para evitar que los enemigos de la corona lleguen al trono de hierro, pero al cumplir con esto muchas cosas van de mal a peor.
Ini...
~ Solo hace falta un mal día para sumir al hombre mas cuerdo del mundo en la locura. ~
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Se sabe bien, que cuando un jinete de dragón muere el dragón puede volverse salvaje, en raras ocasiones esto ocurre ya que la mente de un dragón es muy resistente, pero que pasa cuando cambiamos esto, que pasaría si el dragón tuviera un cuerpo humano y que la mente de este fuera más débil y debemos sumar que es un omega, el cuál tiene la maldición de sentir cada momento de la muerte y dolor de sus seres más amados, cualquiera entraría en la locura tras esto ¿No lo crees? Especialmente cuando sientes como tu esposo muere y no puedes hacer nada para evitarlo.
Talvez te estés diciendo que no es justo y talvez no lo sea, talvez ellos dos merecían estar juntos hasta la vejez y más haya, pero está vida es cruel e injusta y las mejores personas siempre son las que sufren más.
Esto paso con Daemon, el no merecía ver el cuerpo de su hermano en el patio del que fue su hogar casi toda la vida, no merecía acunar su cuerpo aún cálido entre sus brazos mientras rogaba a gritos que despertase, no merecía llorar un mar de lágrimas, no merecía gritar hasta que su garganta ardiera, no merecía que sus hijos, amigos, sirvientes y soldados le oyeran suplicar, no lo merecía.
Todos los presentes observaban cómo su Rey Omega se rompía frente a ellos, cómo aquel que había cortado lenguas, decapitado, torturado a quiénes lo merecían lloraba sin cesar y abrazaba el cuerpo de su esposo, sus gritos les seguirían hasta el final de sus días, estos estaban llenos de dolor, su rey no merecía tal sufrimiento, el no se lo merecía, eso todo lo que los presentes podían pensar.
Los dragones rugían llenos de ira al sentir el sufrimiento del que consideraban uno más de ellos, de aquel que les entendía y les trataba como un igual, rugían prometiendo la muerte de quién se atrevió a dañar a su familia.
Los dioses observaban todo sin poder interferir, la muerte de aquel rey no era algo que habían podido evitar, fue algo que apresar de todos sus intentos no pudieron detener, pero estos sabían algo, el dragón aquel que se encontraba dormido en el cuerpo del omega estaba apunto de despertar y estaban encantados con ello.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
